Bagdad.- El primer ministro iraquí Haider Abadi describió hoy como “un sabotaje político” la crisis en la sureña provincia de Basora, donde unas 12 personas murieron en violentas protestas por falta de agua, electricidad, servicios públicos y empleos, a pesar de que es una región rica en petróleo.

El Parlamento de Irak celebró este sábado una reunión extraordinaria de emergencia para discutir sobre la crisis, en la cual estuvo presente Abadi y otros ministros del gobierno, mientras la provincia observa un toque de queda impuesto tras la violencia que se registró la víspera y que alcanzó a la embajada de Irán.

Durante la sesión, el jefe del gobierno iraquí afirmó: “nos enfrentamos a un desafío para lograr las demandas de la gente de Basora”, cuya situación constituye “un fracaso político”, y advirtió que los enfrentamientos podrían provocar un colapso en todo Irak.

Enfatizó que la provincia fue excluida de algunas partidas del presupuesto y el gobierno decidió implementar servicios públicos y mantener la seguridad en la provincia con la esperanza de que estas medidas contribuyan a una solución rápida a los problemas pendientes que se acumularon de gobiernos anteriores.

Por su parte, el ministro del Interior, Qassim al-Araji, dijo en la sesión que se emitieron órdenes para procesar a las personas involucradas en los excesos de violencia y en los ataques contra propiedad pública y privada, además de que se reorganizará la seguridad para embajadas, consulados y misiones diplomáticas.

En tanto, los dos principales grupos parlamentarios exigieron la renuncia del primer ministro por los disturbios que se registran en Basora desde el pasado martes, con manifestantes provocando incendios en edificios gubernamentales y diplomáticos, así como oficinas de partidos políticos.

La ira popular estalló después de la hospitalización de 30 mil personas que habían bebido agua contaminada, ya que durante semanas la provincia ha sufrido escasez de agua y electricidad.

Hassan al-Aqouli, portavoz de la coalición encabezada por el populista líder chiita Moqtada Sadr, quien ganó la mayoría parlamentaria en las elecciones de mayo pasado, exigió que “el gobierno se disculpe ante el pueblo y Abadi dimita de inmediato”.

Ahmed al-Assadi, vocero del segundo bloque parlamentario más grande, denunció “el fracaso del gobierno para resolver la crisis en Basora” y también demandó la renuncia del primer ministro.

Abadi defendió su gobierno, atribuyendo los hechos en Basora a un “sabotaje político”, al considerar que la crisis estaba siendo explotada con fines políticos, y recordó que él mismo anunció esta semana la asignación de una cantidad no especificada de fondos adicionales para esa provincia.

En la reunión, a la que asistieron sólo 172 de los 329 diputados, el primer ministro iraquí también intercambió críticas con Asaad al-Eidani, portavoz del Parlamento y gobernador de Basora, provincia a la que Bagdad prometió millones de dólares en fondos de emergencia en julio pasado, pero que no se han entregado hasta ahora.

Autoridades militares iraquíes impusieron este sábado un toque de queda en Basora para intentar contener los disturbios, aunque horas antes de la sesión parlamentaria, cuatro cohetes disparados por atacantes desconocidos impactaron dentro del perímetro del aeropuerto de la ciudad.

Personal de la terminal aérea –cercana al consulado de Estados Unidos- informó que ninguna persona resultó lesionada tras el ataque con cohetes y que los vuelos no se vieron afectados.

El viernes, cientos de manifestantes irrumpieron en el consulado iraní y, aunque no causaron víctimas, provocaron un enorme incendio, “un acto inaceptable que socaba los intereses de Irak y sus relaciones internacionales”, declaró el Ministerio de Relaciones Exteriores.

Abadi dio instrucciones al ejército y a la policía para “actuar de manera decisiva contra los actos de vandalismo durante las protestas”, por lo que las fuerzas de seguridad prometieron una respuesta “severa” con “medidas de seguridad excepcionales”, incluida la prohibición de las protestas y los viajes en grupo.

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