México, (Notimex).- Con un listón azul como emblema, el 31 de marzo se conmemora el Día Internacional contra el Cáncer de Colon, con el que se busca concientizar a la población para que se realice un colonoscopía a partir de los 50 años de edad y prevenir esta enfermedad que provoca unas 700 mil muertes anuales en el mundo.

En el documento “Tamizaje de cáncer colorrectal en las Américas. Situación y Retos”, las organizaciones Mundial de la Salud (OMS) y Panamericana de la Salud (OPS) advierten que de no tomar acciones al respecto, para 2030 la incidencia del padecimiento aumentaría 60 por ciento y habría 396 mil nuevos casos al año.

Este crecimiento, expusieron, se producirá en gran parte en América Latina y el Caribe, donde el incremento de nuevos casos doblará al de Estados Unidos y de Canadá.

De acuerdo con datos de los institutos nacionales de Cancerología (Incan) y de Salud Pública (INSP), el de colon es el cuarto más frecuente en México y en el mundo.

Ello, porque más de 95 por ciento de los cánceres colorrectales comienzan en las glándulas productoras del moco que protege el interior del colon y del recto, por lo que a este tipo de cáncer se le conoce como adenocarcinoma, explicaron.

El gastroenterólogo Gualberto Mateos Pérez comentó a Notimex que ante el crecimiento exponencial en la incidencia de personas que padecen cáncer de colon en las últimas décadas, la comunidad médica internacional ha puesto mayor atención al problema.

Mencionó que anteriormente, esta enfermedad era más frecuente en los adultos mayores y ahora cada vez más pacientes jóvenes la padecen, con una edad promedio entre los 50 y 60 años de edad.

En el marco del Día Internacional contra el Cáncer de Colon, que se conmemora el 31 de marzo, el especialista, quien es miembro de la Asociación Mexicana de Gastroenterología, refirió que en 2017, la prevalencia de cáncer de colon en México fue de 60 por ciento en hombres y de 40 por ciento en mujeres.

Explicó que debido a que el intestino es un órgano interno, no se puede palpar si existen anomalías o alteraciones llamados pólipos (verrugas) o tumorcitos benignos de colon.

En general, anotó, estos tumorcitos pueden tener diferentes componentes celulares aunque dependiendo del aspecto que tengan, pueden ser tubulares pueden ser vellosos o túbulo-vellosos, o adenomatosos.

Señaló que los pólipos adenomatosos pueden ser de bajo riesgo de malignizar conforme crecen o pasa el tiempo, pero los pólipos vellosos y los túbulo-velllosos tienen mayors posibilidades de que cuando aumenten de tamaño se conviertan en un tumor maligno.

Detalló que para diagnosticar los pólipos, que crecen dentro de la pared del intestino, se podrían utilizar los rayos X, por enema o por el método más utilizado en la actualidad, que es un estudio de visión directa o colonoscopia.

Aunque se desconocen las causas que provocan la enfermedad, hay cierta predisposición hereditaria o genética, así como por llevar una dieta alta en grasas y baja en fibra, indicó.

Subrayó que la enfermedad está relacionada con un estilo de vida sedentario y en pacientes con diabetes y resistencia a la insulina, y por obesidad, mientras en personas con síndrome metabólico se producen ciertos factores preinflamatorios en el sistema sanguíneo e inmunológico que pueden condicionar el padecimiento.

Otro factor de riesgo es fumar y el consumo de alcohol excesivo en algunos casos, o una dieta alta en grasas, añadió el especialista.

En los casos en que las personas ya tienen molestias o síntomas de la enfermedad, como cambio en los hábitos de evacuación, diarrea, estreñimiento o reducción del diámetro de las heces por varios días, sangrado fecal, cólicos o dolor abdominal, pérdida de peso, cansancio o debilidad y falta de apetito, recomendó acudir de inmediato al médico.

Mateos Pérez señaló que además del enema y la colonoscopia, existe otro estudio no invasivo llamado fecatest, que es una prueba de sangre oculta en deposiciones (FOBT, por sus siglas en inglés) que mide la presencia de hemoglobina o de sangre humana en la materia fecal.

Apuntó que con un resultado positivo de dicho examen, que sería recomendable realizarlo una vez al año en pacientes menores de 50 años de edad, el paciente debería practicarse una colonoscopía para confirmar o descartar el diagnóstico, aunque admitió que no hay muchos lugares donde se aplica y es poco accesible para la población en general.

Aclaró que estos exámenes no sustituyen a la colonoscopia, pero enfatizó la importancia de realizarlos de manera oportuna y atender las campañas d difusión sobre la enfermedad y conocer la información para prevenirla.

El también integrante de la Asociación Mexicana de Cirugía del Aparato Digestivo resaltó que entre los avances en la medicina está el estudio de la microbiota, lo que antes los médicos le llamaban la flora intestinal.

Explicó que esas millones de bacterias son diferentes especies y tipos mediante las cuales se puede conocer el origen de las enfermedades del intestino, ya sea colitis o Crohn o problemas de inflamación de distensión, de gases, de diarrea o de estreñimiento y padecimientos sistémicos (diabetes, hipertensión arterial).

La microbiota, bacterias, virus u organismos pluricelulares que viven en el intestino son parte de la persona y su ausencia lleva al desequilibrio, aunque en la actualidad esa investigación se efectúa en pacientes sanos, apuntó.

El especialista insistió en que las personas se practiquen, cada tres años a partir de los 50 años de edad y hasta los 75, una colonoscopia, y en caso de tener antecedentes hereditarios o molestias a edades más jóvenes hacerse pruebas como las ya mencionadas.

La Prueba Inmunoquímica Fecal (FIT) fue presentada en México por el Instituto Nacional de Cancerología el pasado 21 de marzo, como parte de una campaña de Detección Temprana de Cáncer de Colon y Recto, en la que se realizarán 200 pruebas mensuales en el Departamento de Endoscopía del Instituto.

Las pruebas fueron donadas por la Fundación Fomento de Desarrollo Teresa de Jesús (Futeje) y el procesador de las muestras fue adquirido con apoyo del Patronato del Incan, único con el que se cuenta en el sector público.

A su vez, el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) da tratamiento quirúrgico a partir de los 21 años de edad a pacientes con poliposis, que se caracteriza por la formación de más de 100 pequeños tumores en el colon, con alto riesgo para desarrollar cáncer.