Los debates en los procesos electorales y estatales han dejado una buena opinión en la ciudadanía porque les ha permitido contrastar ideas entre candidatos mediante un formato que si bien ha sido rígido, ha permitido que cada aspirante pueda describir con sus palabras, con graficas o fotografías algún hecho, dato o propuesta que le sirva para diferenciarse de sus oponentes o bien para establecer ideas de vanguardia que lo posicione favorablemente ante el electorado.  Antes cuando no existían estos ejercicios eran los medios de comunicación que se tenían que dar a la tarea de hacer una lista de propuestas de cada candidato ponerlas en comparativa para que el ciudadano pudiera ver los contrastes, pero esto carecía de las emociones y la simultaneidad que un debate contiene.

Al introducir esta práctica y hacerla obligatoria (aunque hay candidatos que han optado por no asistir a los debates) se dio un fortalecimiento a la vida democrática del país. Ya que se someten al escrutinio público los candidatos y sus ideas en los temas que más están preocupando en ese momento a la sociedad y nos da la oportunidad a todos de analizar la velocidad, capacidad y contundencia que tienen para identificar un problema y proponer soluciones viables técnica y financieramente. De esta forma nos podemos crear un mejor criterio a la hora de decidir el voto con mayores elementos que validen nuestra decisión pensando en el bien general.

Han sido las televisoras nacionales, estatales y el órgano electoral quienes le han puesto las reglas, los tiempos a los debates en coordinación con los equipos de campaña. En este proceso electoral que estamos viviendo están estipulados tres debates para los candidatos a la Presidencia de México. Estos se darán dentro de los tiempos de campaña que inicia a finales de este mes. Sin embargo el Tribunal Federal Electoral acaba de fallar a favor de un recurso de inconformidad que presento el PRI en contra de una resolución del INE en donde este estipulaba que no se debían haber debates en los tiempos de inter-campañas. Con esta resolución del TRIFE dejo invalidada esa disposición y ahora sí, desde hoy se pueden reunir los candidatos a sostener debates con los temas nacionales.

Esto en si ya es un triunfo para el electorado porque le está dando no solo 3 sino 4 o más oportunidades de analizar el contraste de ideas entre candidatos. En este proceso es aún más útil este ejercicio ya que tenemos 3 coaliciones de 9 partidos, en las que están revueltas posiciones ideológicas que anteriormente eran contradictorias y  totalmente distintas, ahora están juntas. Es decir hicieron un lado su plan o programa ideológico y de plan de acción con el afán de “sumar votos” en lugar de haber cambiado primero sus estatutos explicándoles a sus militantes y simpatizantes que iban a mover sus propuestas hacia otra postura de política pública diferente y de esta forma respetar a la sociedad que es  la que se deben los partidos políticos y que explicaran ahora hacia donde se estaban moviendo ideológicamente pero hicieron todo lo contrario creyendo que con registrar “ una plataforma común” daban por enterados a los mexicanos de lo que pensaban y proponían, dejando al ciudadano sin la información correcta y adecuada.

Este vacío de información provocado básicamente por dos coaliciones que mezclan temas contradictorios con respecto a la familia, la libertad comercial, la educación pública, la religión y su papel frente al estado tiene al PRD-MORENA-PAN-MC-PT y PES en un constante conflicto para explicar que proponen para el país. Por ello es sumamente útil lo que el TRIFE acaba de aprobar porque abre la posibilidad para que desde ya se puedan reunir a debatir los candidatos. En los tiempos de pre-campaña donde los mensajes fueron exclusivamente para simpatizantes y en los actuales de inter-campañas no ha habido suficiente exposición de ideas que le lleguen al electorado. Eso nos lo muestran las encuestas y sondeos donde apenas la sociedad identifica dos o tres propuestas y a veces 1 de cada candidato sobre los distintos temas que están en la mesa de las discusiones como la reforma educativa, el aeropuerto, las finanzas públicas, la reforma energética, la corrupción, los nombramientos del sistema nacional anti-corrupción, el papel del ministerio público, el fuero constitucional entre muchos otros temas.

Esperemos que los candidatos y sus equipos de campaña inmediatamente acepten las invitaciones que están recibiendo de distintos medios y organizaciones ciudadanas para debatir. Es la mejor manera de aclarar dudas que tiene el electorado. Además es la ocasión ideal de presentar ante la expectación del electorado con claridad propuestas substantivas que refuercen su idea de país. Pero sobretodo la oportunidad para darnos cuenta ante preguntas no conocidas quien de los candidatos está mejor preparado ante los grandes desafíos que México tiene en este primer tramo del Siglo XXI.

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