Privilegio es: conocer y amar a Dios
Reflexión: “Pero en ti hay perdón, para que seas reverenciado. Esperé yo a Jehová esperó mi alma; en su palabra he esperado”. Salmos 130:4-5
El ser cristiano, nos permite tener la experiencia de gozar de sus maravillas y bendiciones que Dios nos da la potestad de ser sus hijos, dice la Biblia, y nos da la oportunidad de gloriarnos en él, que como padre amoroso perdona nuestros pecados.
Conocer y amar a Dios es nuestro gran privilegio: ser conocido y amado por él es Su mayor placer. El Señor dice que: “si alguien ha de gloriarse, que se gloríe de conocerme y de comprender que yo soy el Señor…pues es lo que a mí me agrada”.
Ahora, es difícil imaginar cómo es posible una amistad íntima entre un Dios perfecto, invisible y omnipotente y el ser humano finito y pecador. Sería más fácil de entender una relación entre el amo y el siervo, o entre el creador y lo creado, incluso entre el Padre y el hijo.
Pero, ¿qué significa que Dios quiera ser mi amigo?. Si consideramos as vidas de los amigos de Dios en la Biblia, nos es dado aprender secretos de la amistad con Dios.
Uno de estos secretos es la oración cotidiana, que significa la conversación constante con Dios. No será posible desarrollar una relación estrecha con el Señor si sólo asistimos a la iglesia una vez a la semana ni tampoco si sólo tenemos un rato a solas con él. Por supuesto que es importante establecer el hábito del devocional diario con Dios, pero él quiere ser más que una cita en nuestra agenda.
Quiere ser incluido en cada actividad, en cada conversación, en cada problema y hasta en cada uno de nuestros pensamientos. Es posible mantener una conversación continua con él y “a la espera de su respuesta” durante todo el día comentándole lo que estamos haciendo o pensando en ese momento.
“Oren sin cesar” implica conversar con Dios mientras realizamos las compras, conducimos el automóvil, trabajando o desarrollando cualquier otra tarea cotidiana. Si bien es cierto no podemos pasar 24 horas estudiando la Biblia, podemos pensar en ella durante el día, recordando versículos que hemos leído o memorizado, y reflexionando en ellos.
A veces se cree que la meditación es un ritual difícil y misterioso, practicado por místicos o mojes en aislamiento. Sin embargo, meditar es simplemente pensar con concentración: algo que cualquiera puede aprender y usar en cualquier lado.
Al leer la Biblia y escuchar un sermón o una grabación, no olvides lo que escuchaste cuando te vayas. Desarrolla la práctica de repasar la verdad en tu mente, reflexiona lo que has leído o escuchado, dale vuelta en la cabeza. Cuanto más tiempo dediques a repasar lo que Dios dijo, más entenderás los “secretos de esta vida que pasan inadvertidos para muchas personas.
Termino con esto, la Biblia afirma: “Ser amigo de Dios es privilegio de quienes lo reverencian; sólo con ellos comparte él los secretos de sus promesas”.
Si tú, que me lees, no has aceptado a Cristo como tu salvador, hoy es el día, él quiere compartir con los secretos de las promesas que tiene para ti.
Dios bendiga a mis lectores ricamente.
Benito García Islas
Nació en Matamoros Tamaulipas en 1938, su preparación académica universitaria, fue breve, su carrera de comunicador, lo aprendió en las redacciones de varios periódicos, ahí aprendió los diferentes géneros del periodismo.
Desde sociales, en aquellos gloriosos tiempos, de directores gruñones y enérgicos, formaron profesionales del periodismo, con bases firmes y honesto, aún aspirante a reportero, lo enviaba a la fuente policiaca, que no era tan peleada como ahora, por los estrellitas de redacción.
Su carácter de aventurero, lo llevaron a trabajar en la redacción de El Mañana de Reynosa, en Matamoros, en la radio XEAM, en Tampico colaboró con el periódico el Mundo, ya desaparecido.
En Victoria, nuestra capital, llega en 1984, año en que se fundó el periódico La Verdad de Tamaulipas a la plantilla de sus reporteros, después de un año, ingresó al Diario, llegó al Gráfico, al Expreso y nuevamente regresó a la Verdad, dos veces más, ahora ocupa el puesto de jefe de corresponsales, en el mismo periódico La Verdad de Tamaulipas.
En su prolija carrera se ha conducido con objetividad, serio y honesto en su quehacer como columnista y articulista, el respeto de la sociedad para este profesional del periodismo, se lo ha ganado a pulso, la honestidad es legado (la herencia), invaluable que deja a sus hijos y nietos y ahora una bisnieta.
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