El pasado fin de semana en la capital del estado se dieron cita cientos de priistas de todo el territorio tamaulipeco para celebrar una asamblea estatal, en donde convergieron personajes de las diferentes corrientes ideológicas internas y representativos de los distintos grupos políticos. En verdad se había generado mucha expectativa en torno a cómo responderían al llamado, tras un proceso pos electoral muy difícil y tenso, que a muchos los tenía en la incertidumbre y pasmo. Una vez reunidos y conjuntando con trabajos de días anteriores, se abordaron temáticas relevantes y concernientes al rumbo que los militantes sienten que se le debe dar al otrora avasallador partido, muchos claman por un cambio de fondo y de formas y piden que se democraticen más sus procesos así como castigo ejemplar para aquellos que han mostrado desdeño y/o desprecio hacía la causa tricolor.  La reciente derrota de las pasadas elecciones aún cala profundo en muchos y saben que para equilibrar las fuerzas políticas tienen que unificar criterios y dejarse de pelear entre sí mismos. Más fácil dicho que hecho pero por demás necesario si en verdad quieren tener la oportunidad de competir fuerte y recuperar espacios.

Aun que estuvieron inmersos en un ambiente de camaradería, unificación y reflexión, se siguieron viendo las mismas costumbres de privilegiar a unos cuantos más que a los demás, falsas o inmerecidas reverencias y un dejo de soberbia en algunos que no terminan de comprender que sus “buenos” años ya pasaron; los mismos que hacen acto de presencia solo en este tipo de eventos y no en los sectores, territorio, regiones, de los cuales son representantes o quisieran en un futuro representar. Pero bueno, eso se da en casi todos lados y más en un país que suele venerar falsos o pírricos logros. El hecho de haber demostrado poder de convocatoria, deja un buen sabor de boca para sus seguidores e ilusiona con encontrar la forma de volver a recuperar su músculo de antaño y es bueno para el escenario político, ya que genera competencia y cuando esta se da en un plan sano, (aunque en política mexicana eso parezca imposible) es benéfico para la pluralidad y para una paridad socio-cultural.

El elemento que aderezó el evento fue el ver a los aspirantes a presidentes regodearse entre la gente, regalando abrazos, besos, y apapachos por doquier, buscando cariño y dejándose querer cada cual, para tratar de jalar más agua para su molino. Ex presidentes, actuales representantes populares, miembros de algún sector o aspirantes por convicción, todos a la par buscaban empatizar con los asistentes al magno evento, esperando y ellos los puedan ver o considerar como la persona que verdaderamente representará los intereses de la mayoría y no de unos cuantos y/o personales. Destacando que fue alguien que no busca ser presidente del PRI sino que es actualmente presidente municipal, quien generó una gran simpatía, aplausos y buenos comentarios. El Alcalde Victorense Oscar Almaraz Smer, recibió muestras de clara aprobación a su gestión y forma de gobernar, aparentando a su vez estar generando una especié de liderazgo natural entre un sector notable de priistas. Supongo que su entusiasmo y dinamismo está demarcando la nueva forma en que se debería hacer política y a su vez incrementar la cohesión con la ciudadanía.

Es de sabios para los militantes no omitir quizá tal suposición, ya que en el entorno estatal el partido en el poder poco a poco se organiza más claramente y aunque no ha sido fácil el arranque de la actual administración, comienzan a mostrar cosas por demás interesantes y preparan nuevas estrategias para implementar. Ya en más de una ocasión menospreciaron al Lic. Francisco García Cabeza de Vaca, y vean lo que pasó, fue senador de la república y ahora gobernador del estado con todo el justo merecimiento y reconocimiento. Y si a esto le agregan el entorno nacional actual, pues más vale no echar campanas al vuelo ni estarse inventando escenarios favorables cuando parecieran no estarlo del todo. Pasan los días y se comienza a calentar el ambiento político, ¿que nos traerá a los Tamaulipecos? Pues esperemos mejores cosas y una mayor comprensión de lo que se necesita en estos tiempos para verdaderamente salir adelante, ideas y propuestas más claras y  trabajo con transparencia que venga a sustituir los gobiernos de notoria simulación y poca eficiencia.

Cambiando de tema les comentaré que hoy iniciaré un nuevo segmento complementario como parte de mi columna “Adivina adivinador” en donde en formato de adivinanza plasmaré mi gusto por la rima en conjunto con una sátira social, política y de todo un poco. Espero les guste y sino pues como decía brozo, ¡se chingan chamacos, que como quiera la haré! jejejej

Adivina, adivinador…

Se ha pronunciado sin saber pronunciar bien la r, comenta y despotrica sobre aquello en lo que él mismo incurrió, con valentía, ciertos argumentos y algo de razón expone un sincero reclamo, a este singular personaje la tentación del poder partidista lo obnubiló…

¿Quién es?

Jorge Alonso Infante Alarcón  

Carrera Licenciado en Relaciones Internacionales.

Maestría en Administración Pública en la U.A.M. Francisco Hernández García (U.A.T.)