Buenos Aires,(Notimex).- La legalización de la mariguana medicinal en Argentina quedó estancada porque, tres meses después de su aprobación en el Congreso, todavía no se emite la reglamentación que permitirá producir y vender los derivados farmacéuticos de la planta.

El pasado 29 de marzo, el Senado de Argentina aprobó la legalización de la mariguana con fines medicinales, lo que marcó un giro en las políticas de drogas que predominaron durante décadas en el país sudamericano y en el resto del mundo.

En escasos minutos, los senadores avalaron la legalización que ya había sido aprobada en noviembre pasado en la Cámara de Diputados, pero que requería ratificación para poder entrar en vigor.

La decisión fue histórica porque Argentina se sumó a los cambios en políticas de drogas que recorren el mundo, en medio de las crecientes críticas por el fracaso de la guerra contra el narcotráfico.

El mérito principal de la reforma fue de quienes se bautizaron a sí mismas como “madres cannábicas”, mujeres con hijos enfermos que el año pasado recorrieron los pasillos del Congreso y lograron posicionar un tema que no estaba en la agenda legislativa.

Con exposiciones, videos y testimonios, las madres convencieron a los diputados y senadores de la necesidad de autorizar el uso medicinal de la planta.

La ley, que se aprobó tal y como llegó desde la Cámara de Diputados, le otorga al Estado y a las empresas privadas la potestad de investigar, producir y distribuir aceite cannábico y otros derivados medicinales de la mariguana.

De esta manera siguen siendo criminalizadas las madres que cultivan mariguana para producir los remedios que necesitan sus hijos o los cultivadores que les proveen la medicina.

Pese al tiempo transcurrido, la ley no ha entrado en vigor porque primero necesita reglamentarse para que se especifiquen mecanismos de investigación, producción y venta del aceite de cannabis u otros productos.

El último encuentro para analizar la reglamentación se realizó el pasado 18 de mayo en la Jefatura de Gabinete y participaron especialistas del Ministerio de Salud, el Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (Conicet) y el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (Inta).

De acuerdo con la minuta del encuentro obtenida por Notimex, Alejandro Ceccato, presidente del Conicet, reconoció que esta institución y el Inta iban a tardar en ofrecer resultados de investigaciones sobre el cannabis porque casi no hay producción científica sobre el tema.

André Santiago Blake, Director Nacional de Salud Mental y Adicciones, recordó que la ley es restrictiva sobre autocultivo e insistió en la necesidad de definir con claridad a que se refiere la Ley cuando habla de “producción pública” de mariguana medicinal.

En esta reunión, que fue presidida por Paula Bertol, secretaria de Asuntos Parlamentarios del gobierno de Mauricio Macri, se acordó avanzar en una reglamentación parcial para garantizar el acceso inmediato del aceite a través de la importación, lo que no ha ocurrido.

Otro compromiso fue el de convocar a la constitución del Consejo Consultivo (integrado por especialistas, instituciones y organizaciones sociales) que prevé la ley, pero tampoco se ha formalizado.

Todo ello retrasa los tratamientos de decenas de miles de pacientes con diversas enfermedades que han encontrado en la mariguana un paliativo a sus dolores y un incremento a su calidad de vida.