México, (Notimex).- La ciencia ficción se caracteriza hoy por mirar a las grandes ciudades atacadas por el virus de la violencia, para a través de la magnificación de los hechos, hacer denuncia en cuanto a la crisis existencial que está viviendo el hombre, consideró el escritor Gerardo Horacio Porcayo.

Una de las búsquedas de la ciencia ficción, aseguró, es hipertrofiar los hechos para hacer más evidente el problema de fondo. “Nos acostumbramos tanto a las noticias que quitamos la magnitud y perdemos la sensibilidad acerca de lo que realmente están pasando”, consideró en entrevista con Notimex.

Con su nueva novela “Plasma Exprés”, Porcayo busca resaltar la problemática de México y Latinoamérica a través de un pretexto narrativo, que es “el vínculo para unir las apreciaciones sobre la problemática en este país, relacionada particularmente con la búsqueda del poder y la obsesión hacia la tecnología.

“Plasma express", expuso, surge alrededor de la cultura del cyberpunk y toda la obsesión por los "gadgets", la dependencia a los medios electrónicos, que se combina con todos los problemas de urbanización de la ciudad de México.

Desde 1970, recordó Porcayo, “ha habido divulgadores científicos que sostuvieron que en México no podía escribirse ciencia ficción, pues no somos creadores de ciencia.” Sin embargo, aseguró, “hay ciencia, y somos grandes consumidores de ciencia y tecnología”.

“El hecho de que la novela se desarrolle en México, da una perspectiva distinta de la ciencia ficción al lector. La ciencia ficción en México tiene la característica de tratarse más de usuarios que de creadores o de científicos locos extranjeros con creaciones nuevas”

Por otro lado y gracias a las características del cyberpunk, las novelas de Porcayo, incluyendo la más reciente, pueden introducirse con facilidad a la realidad, pues no se tiende a consentir a los personajes y a salvarlos de toda catástrofe.

Y hablando de la realidad, el autor destacó que aunque en 1991 se declaró “la muerte del cyberpunk”, debido a que “el futuro ya nos había alcanzado”, ello no es limitante para las historias del género ni de la ciencia ficción, sino al contrario, un impulsor.

En mi primera novela “La primera calle de la soledad” había muchos lectores que no entendían de qué iba, pues casi nadie tenía acceso a internet, pocos usaban computadoras, pero hoy en día con los teléfonos inteligentes y donde todos estamos conectados, se puede entender más fácilmente toda esta cultura tecnológica”, señaló.

Además, ahondó en el hecho de que la ciencia ficción sea considerada en algunas ocasiones como profética, pues hoy, la ciencia ha llegado tan lejos que es más fácil crear la tensión en los lectores debido a la posibilidad de que todas las cosas que leen puedan llegar a ser ciertas.

“En sus primeros años se acusaba al género de ser escapista, pues se creía que la tecnología y los avances tecnológicos iban a salvar al ser humano de todas las dificultades, pero resulta que en vez de encontrar una cura con la ciencia, encontramos una droga y un arma nueva”.

Sobre ello, dijo, “tenemos un ejemplo claro con el 'hackeo' que tuvo lugar hace unos días a nivel mundial.

Para cerrar el tema, señaló que tampoco hay que generalizar y creer que todas las cosas que se escriben en el género pueden llegar a ser ciertas, y recalcó que más que tratar de adivinar el futuro, “la preocupación de los escritores del género, es denunciar las cosas terribles que observan y que mucha gente ve como normales”.

Porcayo invitó a los lectores, a acercarse a la ciencia ficción mexicana, que puede además de innovar en el género, emocionar al lector en cuanto haga conexión con el contexto y los lugares que se pueden observar en las novelas nacionales.

También, llamó a leer “Plasma exprés” que abarca todos los temas mencionados, haciendo notar que “es una novela bien construida, futurista, y con trama policíaca, que captura la emoción y no los va a dejar decepcionados”.

Gerardo Horacio Porcayo es autor de seis novelas e introdujo a Latinoamérica el género del "cyberpunk"; editor de fanzines y ganador de los más destacados premios de narrativa corta de Ciencia Ficción Latinoamericana. Es maestro en Letras Iberoamericanas por la Universidad Iberoamericana de Puebla.

Su novela más reciente, dedicada principalmente al público juvenil pero que puede ser disfrutada por gente de todas las edades, explora un futuro cercano, donde la policía investiga la muerte de una mujer extranjera en el Bosque de Chapultepec de la Ciudad de México, suceso transmitido a todo el mundo a través de internet.

Las evidencias señalan como sospechosos a los “vricolacas”, seres tecnológicamente modificados que buscan reivindicar a su especie.