México, (Notimex).- Las personas que padecen diabetes deben tener un cuidado especial con los pies, dado que 80 por ciento de ellas llega a instituciones médicas con un proceso infeccioso que tiene como única solución la amputación de la extremidad.

Estadísticas de la Organización Mundial de la Salud (OMS) revelan que la diabetes aqueja a 300 millones de personas en el mundo y más del 60 por ciento de los diabéticos con úlceras en el pie sufre una amputación.

En la Ciudad de México ocurren alrededor de siete mil amputaciones cada año, señala por su parte el estudio "Diabetes en México", realizado entre la Unión Nacional Interdisciplinaria de Farmacias, Clínicas y Consultorios (Unifacc) y BioCubaFarma, grupo estatal cubano fundado en 2012.

Óscar Zavala Martínez, director de Unifacc, explicó que la úlcera del pie diabético es originada por la falta de irrigación sanguínea en los miembros inferiores, lo que da por resultado una úlcera difícil de cicatrizar.

En México, el 35 por ciento de los pacientes diagnosticados tiene o tendrá esta secuela propia de este padecimiento, señaló en entrevista.

Comentó que debido a ello BioCubaFarma está interesada en exportar medicamentos en un futuro a diferentes países, entre ellos a México, con el objetivo de coadyuvar en los tratamientos locales enfocados al pie diabético.

De acuerdo con el jefe de Servicio de Angiología y Cirugía Vascular del Hospital Juárez de México, Onésimo Zaldívar Reyna, para evitar cualquier tipo de complicación los pacientes con diabetes deben seguir su tratamiento médico, una dieta adecuada y realizar alguna actividad física.

El especialista detalló que al mantener adecuados los niveles de azúcar en la sangre se evita o retarda el daño a los diferentes órganos y tejidos, como corazón, riñón, hígado, nervios, piel y vista.

De no tener ese control, agregó, es común que los enfermos empiecen a sentir manifestaciones de la enfermedad en las extremidades inferiores, que incluyen alteraciones neurológicas, vasculares y musculares.

Expuso que una de las complicaciones más frecuentes es lo que se conoce como Pie de Charcot, que es cuando existe una deformación que limita a la persona a caminar de manera normal, situación que provoca lesiones y se debe evitar que se infecte.

Es común que los diabéticos también tengan obstrucción de las arterias, lo que conlleva a una mala irrigación sanguínea en los pies que de no corregirse puede ocasionar una necrosis de los tejidos y producir úlceras, apuntó.

Subrayó que, aunado a un buen control de la enfermedad, los profesionales de la salud pueden prevenir el pie diabético a través de un sencillo examen que consiste en checar los pulsos de las extremidades inferiores.

De identificarse alguna alteración, como falta de pulsación, el médico debe referir al paciente con el angiólogo, quien será el encargado de realizar una serie de estudios específicos como angiografías para observar dónde se ubica la obstrucción de la arteria y posibilitar un procedimiento que mejore la circulación.

Ante ello, Zaldívar Reyna recomendó al paciente diabético revisar cada día sus pies, usar zapatos cómodos y antes de ponérselos supervisar que no tengan cuerpos extraños para evitar lesiones, toda vez que al perder la sensibilidad, es común que no sientan si se hieren.

Cabe recordar que el jefe de Gobierno de la Ciudad de México, Miguel Ángel Mancera Espinosa, concretó el mes pasado en Cuba un convenio en torno al programa El Médico en Tu Casa, que busca importar un medicamento que evita la amputación del pie diabético en más de 70 por ciento de los casos.