El jardín secreto… o los secretos del jardín

El jardín secreto es el titulo de una película sobre una historia infantil, fue retomada en  1993 para una adaptación cinematográfica cuya trama es sobre tres niños que descubren el valor de la amistad.
 
La historia se desarrolla en un viejo y abandonado jardín en una casa de campo, los protagonistas descubren que con buena voluntad y cariño se puede hacer un cambio diferente, el caso es que la inocencia de los niños de dicha obra cinematográfica hace pensar en todo lo que se vive actualmente en el mundo entero.
 
En el jardín secreto suceden cosas especiales, las amistades florecen en cada planta, en cada matorral, la amistad crece como las plantas y la belleza es interminable mientras las enfermedades se desvanecen, las penas y malos pensamientos vuelan.
 
Para los amantes del séptimo arte esta película llena de humanidad, que a decir verdad es lo que necesitamos en estos tiempos, se expone de manera gratuita en la cineteca del Centro Cultural Tamaulipas, los que se sientan prisioneros de los problemas, decepcionados de las amistades o crean que la amistad es un asunto de circunstancias, es recomendable tengan un tiempo para la reflexión y vean esta película.
 
Los secretos del jardín son diferentes, aunque con muchas similitudes, los protagonistas también descubren que las cosas se hacen con o por voluntad, que el cariño tiene tiempos, que los cambios son justo en el momento requerido.
 
 También en ese jardín están muchas historias de muchos personajes grabadas con cámaras ocultas, en diferentes espacios, plantas, arboles,  pero los  secretos de estos solo ven la luz si las circunstancias lo ameritan, a diferencia de la historia infantil esta casa esta en la ciudad y el jardín solo permanece abandonado unos cuantos días cada 6 años.
 
En este jardín los protagonistas son de la vida política quienes también ahí muchos  descubren que pueden suceder cosas extraordinarias, casos especiales que dependen de la voluntad de el dueño, pasión para el papel que quieran personificar, cariño que se le tenga a un proyecto u otro, los cambios solo se esperan si favorecen a sus intereses y saben que nada se hace inocentemente o por casualidad, la política no es de casualidades aunque si de circunstancias.
 
También es este jardín suceden cosas especiales, las amistades florecen pero solo se mantienen frescas durante seis año y si se riegan frecuentemente en tempos electorales, aquí las ilusiones y esperanzas crecen como la enredadera aunque las raíces son superficiales que cualquier vendaval puede derrumbar los sueños de aquellos que suspiran por instalarse en la cumbre.
 
En dicho jardín los malos y buenos pensamientos también vuelan, unos a favor otros en contra, pero igual se elevan al infinito y más allá,  las temperaturas suben causando fiebres que en ocasiones se convierten en  crónicas, más en tiempos electorales, esta enfermedad lejos de desvanecerse se fortalece en cada personaje.
 
Los amantes de la política saben que la cinta tiene caducidad, luego terminan como aquella vieja serie de televisión en las que todos los antecedentes, información y expedientes secretos se autodestruyen, o se guardan en un lugar especial por si se requiere para dar inicio a nuevas historias, nuevos protagonistas, nuevos espectadores que acunan con semilla en mano  para verla germinar en el jardín de la felicidad.
 
Lamentablemente esta cinta no se exhibe de manera gratuita, todos los que quieren presenciar la historia, o ser participes de ella, tienen que tener un respaldo político o económico y estar dispuestos a aceptar que cuando la película termina las amistades son cuestión de circunstancias
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