Villahermosa, (Notimex).- El legendario cocodrilo llamado "Papillón", que fue un emblema en la ciudad de Tabasco, vivió en el Parque Museo La Venta por más de cuatro décadas y alcanzó a medir hasta 4.20 metros con un peso de 450 kilogramos.

De acuerdo con el guía de turistas Francisco Baños, este animal fue encontrado vivo en la Hacienda La Luz por el señor de origen alemán Otto Wolter Peralta, quien lo donó en los años sesenta a este lugar.

“Este reptil tiene mucha misticidad, ya que era un guía de la cultura Olmeca, pues por la forma y estructura de la ciudad de Tabasco, se pensaba que estaban arriba de un cocodrilo; ellos estaban rodeados de agua”, declaró Baños en entrevista con Notimex.

Cuando se capturó esta criatura se calculó que su edad era de 30 años y en ese entonces medía entre 2.5 hasta tres metros de largo.

“Hay que recalcar que Tabasco tiene el 75 por ciento de agua dulce de toda la República Mexicana, por sus ríos: Grijalva y el Usumacinta”, agregó el entrevistado.

Asimismo, explicó que “Papillón”, que falleció el 22 de enero de 2014, comía cada semana entre seis pollos de dos kilos cada uno, o bien, ocho kilogramos de carne y llegó a vivir hasta 80 años, convirtiéndose en una gran atracción para este sitio turístico.

“Se podría decir que con este animal, se inició el funcionamiento del Parque La Venta, cuya inauguración fue en 1958, por Carlos Pellicer, creador de varios museos en el país, ideó crear éste, como una zona selvática, dentro de la ciudad de Tabasco, con un zoológico y vestigios de la cultura Olmeca”, aseveró.

Cabe mencionar que este ser vivo se fugó varias veces y en uno de los escapes de su estanque fue lastimado de los ojos, por algunos pescadores, quienes lo dejaron parcialmente ciego.

Se le otorgó ese nombre, según un letrero de carácter turístico, debido al personaje francés que interpretó el actor Steve McQueen en la película norteamericana “Papillón” de 1973, que a su vez se basó en la novela homónima de Henri Charriére.

Durante un recorrido hecho por la agencia Notimex, se pudo comprobar que este animal es el primer atractivo que ven los turistas al llegar a este museo, con su respectiva información y fotografías de cuando vivía aquí.

Vale la pena resaltar que por su importancia histórica, dentro de la cultura tabasqueña, se buscó su disecación por medio del proceso de la taxidermia, para así continuar admirando a este gran ejemplar, que es simbólico en este estado.

De igual manera, alcanzó una edad suficiente, considerada dentro de la esperanza de vida para un cocodrilo de esta especie en cautiverio.

La causa de su muerte se debió a un paro cardiorespiratorio, originado por el cambio de clima que se presentó durante sus últimos meses de vida, aunado a las bajas temperaturas que se establecieron en el territorio.