Laredo, Texas.- Ni oficiales del Departamento de Policía de Laredo y Zapata, ni de la Oficina del Sheriff del Condado de Webb, participarán en la “cacería de indocumentados”, fue el acuerdo de la reunión de seguridad fronteriza convocada por el congresista federal texano, Henry Cuellar.

“En esta área no vamos a perseguir a las personas, ayudándonos con los oficiales locales de la ley, Laredo no es ciudad santuario, pero tampoco nos dedicaremos a cazar indocumentados”, reiteró.

Aclaró que se cumplirá con la ley de llevar a la cárcel a una persona que cometa un delito e indicó que si se trata de un problema migratorio, serán los elementos de Inmigración quienes atiendan el caso.

Dijo que la reunión con representantes de las corporaciones policiales locales y del Condado, se realizó ante la preocupación de la comunidad de que oficiales de la Policía local y del Departamento del Sheriff, pudieran detener a personas y solicitarles sus documentos migratorios.

Esto en base a que el presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, comentó sobre una iniciativa para que los gobiernos locales apoyen en un esfuerzo migratorio o de lo contrario se les restringirían los recursos federales para obras y programas.

“Estamos muy seguros de que esto no pasará en Laredo, porque verdaderamente era algo preocupante en la comunidad”, reiteró la regidora Nelly Vielma, quien además es especialista en leyes de inmigración.

Ray Garner, jefe de Policía en Laredo, puntualizó que el trabajo primordial de los más de 400 oficiales de su corporación, es proteger a la comunidad en contra del crimen y el trabajo de inmigración no les corresponde.

En la reunión participaron el alcalde Pete Sáenz; el juez del Condado de Laredo, Tano Tijerina; el sheriff del Condado de Webb, Martín Cuellar; el juez del Condado de Zapata y el Sheriff de Zapata, Joe Rathmell y Alonso del Bosque, respectivamente. 

CIUDADES SANTUARIO

El término “ciudad santuario” designa desde hace tiempo a urbes estadounidenses que se niegan a compartir, con las autoridades federales, la información con la que cuentan de inmigrantes indocumentados, dificultando con ello que sean localizados y expulsados del país.

Algunas de estas ciudades cuentan incluso con una legislación que prohíbe expresamente a los funcionarios municipales colaborar con las autoridades federales, a efectos de deportación sin papeles.

No es que los inmigrantes indocumentados no puedan ser detenidos en las “ciudades santuario” para ser deportados, de hecho lo son, pero cuando eso ocurre es sin la colaboración para ello de las autoridades locales, entre las más conocidas son Nueva York, Los Ángeles, Seattle, Washington, DC, Austin y Chicago.