Hace unos días le pregunte a un agricultor: ¿Cómo harás tu presupuesto de este año, con subsidio o con costo real? El, que siembra, entre propias y rentadas, cerca de 500 hectáreas de soya y maíz, sin titubear me contesto, “sin subsidio, a costos reales”; por lo que me di a la tarea de investigar cuales son los precios de referencia de ambos productos, el subsidio que tienen y las expectativas de producción por hectárea que se plantean en Tamaulipas-

El mercado de futuros de Chicago que es quien rige los precios de los granos internacionalmente tiene al día de hoy precios que variaran desde un mínimo de 375 USD por tonelada hasta un máximo de 395 USD por tonelada de soya, dependiendo de la fecha que se contrate, y de maíz el mínimo será de 146 USD hasta 158 USD por tonelada-

Tamaulipas es uno de los principales productores de soya, superando el 50% de la producción nacional, la cual por cierto es insuficiente y se importan grandes cantidades de esta oleaginosa proveniente de los Estados Unidos; México es el segundo importador de soya a nivel mundial, después de China. El 92% de la soya que se consume en México es importada de EUA, debido a que México actualmente no posee la capacidad de producción necesaria para satisfacer el mercado nacional (http://agrosintesis.com/la-industria-la-soya-mexico/)

En la zona sur del estado de Tamaulipas, se tuvieron cosechas promedio por hectárea de 1,3 ton, pagadas a un precio de $ 8,500.00 obteniendo un ingreso bruto promedio de 11,500 pesos, con costos máximos de siembra a cosecha de 6,000 pesos por hectárea, en zona de temporal; Esto nos arrojaría una utilidad neta de 5,500 pesos sin subsidio

En Maíz, con una producción máxima de quizá hasta cuatro toneladas por hectárea, podrían esperar obtener en promedio hasta 600 USD por hectárea, con costos de producción y financiamiento que superan fácilmente los seis mil pesos por hectárea

Y entonces, ¿para que se otorga un subsidio si aparentemente la utilidad es de 100%? Porque en toda actividad agropecuaria y aún más en la agricultura, esta es una labor de titanes, donde durante 4 y hasta cinco meses, se vive pendiente de un hilo, esperando la lluvia, que no haya sequía, granizada, huracanes, o cualquier otra contingencia ambiental y meteorológica que los lleve al traste con la inversión realizada; El subsidio en el 2015 representaba el 25% de la inversión realizada y a partir del 2016 represento el 7%, para aquellos afortunados que pudieron cobrarlo.

Además, los Estados Unidos, con la capacidad de producción y financiamiento que tienen los agricultores, serían capaces de inundarnos con soya o maíz, debilitando aún más nuestra precaria economía agrícola y volviéndonos más dependientes de ellos, lo cual, y menos en estos tiempos, nunca será buena; Apartado especial es el que observo al analizar la producción promedio por hectárea nacional, donde Tamaulipas se encuentra abajo del promedio por hectárea tanto en maíz, menor a tres toneladas, comparado con la media nacional de 3,23 ton/ha, y muy por debajo del líder nacional,  Sinaloa, con 7.76 ton/ha

Así que, si el gobierno se encuentra incapacitado económicamente para otorgar el subsidio a la producción agrícola, y las condiciones climatológicas no se presentan favorables a los agricultores, podremos esperar que nuestra dependencia agrícola y pecuaria aumente, con todo el efecto social, económico y fiscal que eso conlleva, en detrimento de la economía de toda la nación.

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Editorialista en HOYTamaulipas