Reiteró que los casos crónicos de asma bronquial y rinitis alérgica (patologías que en la mayoría de los casos se presentan en conjunto) se exacerban durante la temporada invernal, a causa de las infecciones de vías respiratorias y de la proliferación de polvo y otros elementos alérgenos.
El especialista del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) resaltó la importancia de acudir al médico ante los primeros síntomas y recibir el tratamiento adecuado antes de que se presente una complicación.
Explicó que aunque ambas enfermedades tienen síntomas característicos en fase aguda -insuficiencia respiratoria y flujo nasal respectivamente-, la persona debe ser diagnosticada y tratada de acuerdo con el origen del problema, sea infeccioso o alérgico.
Pidió estar atentos ante manifestaciones de tipo respiratorio como sensación de opresión en el pecho, agitación o cansancio al caminar o subir escaleras, ya que son síntomas de un problema bronquial crónico exacerbado.
“Quizás debido a la exposición a una carga importante de alérgenos, pero si además hay fiebre de 38.5 a 39°C y/o tos, y mucosidad que cambia de color (amarilla o verde), ya podemos identificar un problema viral o bacteriano” que requiere atención adicional, aseguró.
Advirtió que niños y adultos mayores son más vulnerables a complicaciones respiratorias asociadas al asma bronquial, pero un persona con asma o rinitis crónica también puede llegar a la gravedad si no atiende patologías aparentemente inofensivas, como un resfriado.
Un cuadro clínico como éste “es un caldo de cultivo para que virus o bacterias compliquen una insuficiencia respiratoria” y el paciente incluso fallezca por falta de oxigenación, puntualizó.
En caso de que un derechohabiente sea asmático o tenga rinitis alérgica, debe acudir a su médico en las unidades de Medicina Familiar (UMF) para que se determine el origen del problema, sugirió el experto.
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