Este sábado cual buen aficionado del box sintonicé un canal deportivo para ver la función que se presentó en Las Vegas, donde dos peleadores invictos con arriba de 30 peleas cada uno se enfrentaron. Kovalev vs. Ward, la pelea estuvo entretenida al enfrentarse dos estilos muy diferentes, el fajador contra el técnico, E.U. contra Rusia. La cuestión es que para muchos especialistas y aficionados, incluyendo a su servidor, sentimos que claramente le robaron la pelea al peleador ruso, en verdad debió ganar, fue apretada pero todo indicaba que por el knock out que le propicio a su oponente y al ser él campeón defensor entre otros detalles, era él el justo vencedor, pero los jueces “no lo vieron así” dando un 114-113 todos a favor del peleador estadounidense.

Los abucheos de la gente se hicieron sentir, mismos que curiosamente aplaudían más al peleador gringo durante la pelea pero que también reconocieron el vil hurto. Lo peor para el deporte esa noche y que sigue y seguirá manchándolo mientras no se haga algo al respecto, es que en la pelea previa se vio una aun mayor injusticia, al haber claramente dominado un peleador colombiano, el cual había hecho todo para quitarle el cinturón al campeón yankee pero nada de eso, lo marcaron como empate y al ser así el campeón retiene su título. ¡Qué poca madre!!! Fue la clara sensación que me dejó la función sabatina, ya es suficiente ver que aquí en México que eso de la justicia se lo pasan por el arco del triunfo muchas veces, como para seguir el sin sabor en un deporte que me apasiona; ni la rica botana que me había preparado carajo.

Aquí como en Las Vegas, hay cosas que son tan evidentes y los “jueces”  simplemente no las ven, Duarte era un cochinaso desde un principio y nada se hizo hasta que se peló, Padrés les hecho la mano y se entregó, Borge quien sabe dónde anda, y esos son los casos más sonados en la actualidad y en el ámbito nacional.

¿Y todos los demás? Y no solo hablo de otros gobernadores sino de tanta cosa que todos sabemos que existe, que ha pasado, pasa y sigue pasando y de lo cual casi nada se hace al respecto. Los abucheos generalizados de inconformidad también retumban en nuestra arena pero poco cambia o impacta. El box a diferencia de la gran mayoría de deportes con gran tradición y que generan grandes ganancias, no está regulado por alguna federación. Aquí existen las leyes pero pareciera que no regulan nada, bueno, al menos para muchos casos no.

¿Cuándo verdaderamente daremos un duro gancho al hígado a la corrupción, un fuerte uppercut a la impunidad, cuando, realmente cuando noquearemos a la opacidad? Estamos en el noveno asalto de diez pactados y si en este round no le apretamos, lo más seguro es que la derrota sea definitiva y que haga que hasta los guantes tengan que colgarse.

La solución esta y siempre ha estado en nuestras manos y el golpe fulminante lo podemos dar el día que verdaderamente queramos ser auténticos campeones.

Jorge Alonso Infante Alarcón  

Carrera Licenciado en Relaciones Internacionales.

Maestría en Administración Pública en la U.A.M. Francisco Hernández García (U.A.T.)