Reflexión: “Cantad alegres a Dios, habitantes de toda la tierra.

Servid a jehová con alegría; Venid ante su presencia con regocijo,

reconoced que Jehová es Dios; Él nos hizo y nosotros a nosotros

mismos. Pueblo suyo somos, y ovejas de su prado. Entrad por sus

puertas con acción de gracias, por sus atrios con alabanza.

Alabadle bendecid su nombre. Porque Jehová es bueno; para

siempre es su misericordia, y su verdad por todas las generaciones”.

Salmo 100

Por lo regular, en mi reflexión, pongo una porción breve de la Biblia, que sirva como referencia al tema abordo, ahora que usted leyera todo el capítulo del Salmo 100, lo cual es corto y exhorta que seamos fieles a su palabra, para ser merecedores de su misericordia.

Le pregunto a usted, apreciable lector a la que la vida le ha sonreído, ¿se acuerda de Dios cuando disfruta de sus riquezas?, verdad que no, quienes no conocen la vida de Jesucristo en la tierra, creemos merecérnoslo todo y hasta decimos “me lo he ganado todo, con mi esfuerzo”, no reparan en que Dios lo ha bendecido.

Pero, ¿Qué tal cuando enfrentan un problema”, decimos, “Diosito ayúdame”, la Biblia dice: “Duro es enfrentarse al Dios vivo”, es difícil esperar la misericordia del Omnipotente, cuando tu vida se revuelca en el pecado en actos de lujuria y te olvidaste de Él.

La Biblia habla en su antiguo Testamento, que Isaías comprendió la devoción a Dios, primero en términos de devoción y reverencia. Sabía que ningún hombre podía ver a Dios y quedar con vida, a menos que Dios en su gracia le permitiera seguir con vida.

Isaías experimentó temor que amenazaba su vida en el templo de Dios cuando tuvo una visión. Vio el cielo abierto y con ángeles de poder reunidos alrededor, mostrando reverencia al Padre, “Santo, santo, Jehová de los ejércitos; toda la tierra está llena de gloria”.

Isaías caypi de ridukkas, en angustia y temor clamando: “He visto al Señor, y aquí moriré, porque soy inmundo”. Pero Dios envió a serafín que limpiara la vida del profeta y le permitiera seguir con vida.

La adoración es una emoción del espíritu humano, una fusión de la emoción y el intelecto en una expresión que se desborda hacia Dios. La adoración es tan amplia y variada como es profunda el alma. Nuestras vidas se enriquecen y son bendecidas cuando meditamos regularmente en la obra de Dios.

Reconocemos nuestro pecado y nos arrepentimos, buscamos los pensamientos de Dios, elevamos nuestras oraciones, cantamos alabanzas y nos perdemos en la gloria de su presencia. Cuando tenemos así una experiencia con Dios, no podemos evitar amarle y alabarle.

Por los siglos la belleza del Salmo 100 ha inspirado y enriquecido las vidas de los adoradores que vienen ante  nuestro Dios el Señor.

Dios los bendiga ricamente.

Benito García Islas

Nació en Matamoros Tamaulipas en 1938, su preparación académica universitaria, fue breve, su carrera de comunicador, lo aprendió en las redacciones de varios periódicos, ahí aprendió los diferentes géneros del periodismo.
Desde sociales, en aquellos gloriosos tiempos, de directores gruñones y enérgicos,  formaron profesionales del periodismo, con bases firmes y honesto, aún aspirante a reportero, lo enviaba a la fuente policiaca, que no era tan peleada como ahora, por los estrellitas de redacción.
Su carácter de aventurero, lo llevaron a trabajar en la redacción de El Mañana de Reynosa, en Matamoros, en la radio XEAM, en Tampico colaboró con el periódico el Mundo, ya desaparecido.
En Victoria, nuestra capital, llega en 1984, año en que se fundó el periódico La Verdad de Tamaulipas a la plantilla de sus reporteros, después de un año, ingresó al Diario, llegó al  Gráfico, al Expreso  y nuevamente regresó a la Verdad, dos veces más, ahora ocupa el puesto de jefe de corresponsales, en  el mismo periódico La Verdad de Tamaulipas.
En su prolija carrera se ha conducido con objetividad, serio y honesto en su quehacer como columnista y articulista, el respeto de la sociedad para este profesional del periodismo, se lo ha ganado a pulso, la honestidad es legado (la herencia), invaluable que deja a sus hijos y nietos y ahora una bisnieta.