Aunque pudiese sonar a un título de columna dedicado a todos aquellos empleados de gobierno que están despidiendo con el “de que se van se van” que pareciera más un grito de batalla que un eslogan, esta nota no atiende ese actual problema.  En fecha de recordar a nuestros difuntos y cada quien en especial a todas aquellas personas especiales que ya no están físicamente con nosotros pero que siempre recordaremos con enorme cariño y amor, es justo dedicarles un espacio en nuestras vidas para conmemorarlos según nuestras hermosas tradiciones. En la vida muchas veces andamos tan absorbidos de nuestro diario que hacer que dejamos pasar valiosos momentos para reflexionar sobre nuestras acciones, nuestro presente, pasado y todo aquello que en nuestras vidas ha influido.

La vida es tan bella como efímera y por eso debemos de valorar cada instante de ella y más cuando hemos tenido la experiencia de tener a un ser querido que “se nos adelantó”, como comúnmente se dice. Un amigo, un hermano, un padre, madre o alguien quien por alguna circunstancia admirábamos. Según la creencia será la forma en cómo los conmemoraremos pero lo que está claro es que nunca está de más el hacerles saber que en nuestros pensamientos los llevamos vivos, que su vida marcó la de nosotros y que su partida fue un hecho que causo hastío y un profundo vació sentimental.

En mi caso lo haré por mi padre que tanto extraño, mis abuelos que ya partieron, mis tíos, mis grandes amigos que injustamente tan jóvenes fenecieron, por todos aquellos con los que en algún momento de mi vida interactúe, por los que una sonrisa me regalaron y a todos con los que momentos inolvidables pasé. Para todos ustedes, mi más profundo respeto y admiración, esperando y en donde plácidamente se encuentren, sepan que su hijo, sobrino, nieto, amigo y compañero de viaje en esta que llamamos vida, los quiere, los extraña y los conmemora con estas sinceras palabras.

Que en paz descansen hoy y siempre.

Mi respeto para todos nuestros santos difuntos y en especial en esta ocasión para aquellos allegados a la familia que recientemente fenecieron, mi tío Leobardo Infante, Carlos Castañeda y Miriam Gutiérrez.

Jorge Alonso Infante Alarcón  

Carrera Licenciado en Relaciones Internacionales.

Maestría en Administración Pública en la U.A.M. Francisco Hernández García (U.A.T.)