A medida que se aproxima el relevo del gobierno estatal y con la única certeza de cambio que es la figura de gobernador representada por Francisco Javier García Cabeza de Vaca, se incrementa la suposición política, el pasatiempo favorito en los desayunadores más prestigiosos del Estado y en especial en Ciudad Victoria. Éste desmedido interés tristemente es alimentado por la “necesidad” de buscar si algún amigo/a o al menos un cercano/a se “acomoda” para así tener oportunidad de proteger sus privilegios, ya sea el acceso a un puesto laboral o la oportunidad de ser proveedor de algún producto o servicio.

Ésta egoísta pretensión nubla la capacidad de evaluar aquella información sustentada por la certidumbre y en el mejor de los casos debaten la descentralización de la administración pública estatal que consistirá en emigrar secretarías de la capital a distintos municipios del Estado (interés alimentado por cuestiones económicas personales).     

Dentro del cotilleo y supuestas listas filtradas del alto organigrama del próximo gobierno, se presentan al menos dos figuras interesantes: Jefe de la Oficina del Gobernador y Jefe de Imagen Gubernamental. Es así porque como tal son subjetivamente nuevas o al menos sus atribuciones se han compactado y emancipado de otras áreas donde no se cumplía a cabalidad sus objetivos.

La posición de Jefe de la Oficina Ejecutiva de alguna manera se ha popularizado en las distintas series políticas americanas, desde House of Cards hasta Scandal. En ellas, quienes representan al Jefe de Oficina se muestran como el personal de mayor confianza en el gabinete, y son quienes protegen los intereses personales (y pasionales) del presidente. En la vida real las atribuciones del Chief of staff  son: seleccionar los puestos claves de la oficina y supervisarlos, estructurar el sistema de personal de la oficina, controlar el flujo de personas a la oficina ejecutiva, administrar el flujo de información, proteger los intereses del ejecutivo y aconsejar al ejecutivo en distintas cuestiones. Es debido a esto que se ha llegado a considerar a esta figura como el segundo al mando en Washington. 

Podría pensarse que estas responsabilidades recaen en distintas posiciones en el gobierno actual, desde la secretaría particular, el jefe de asesores e incluso la Secretaría General de Gobierno.

De existir cierto cambio sustancial con la secretaría particular actual, la estructura del Jefe de la Oficina del Gobernador debe de ser intrínseca y cercana a la figura ejecutiva misma, siendo desde ahí donde se organicen los principales asesores y se realicen profesionalmente las recomendaciones, directamente con el Gobernador. Al ser así existe la posibilidad de desplazar a la Secretaría General de Gobierno como el área de mayor influencia tras el ejecutivo estatal, como implícitamente se ha considerado hasta ahora.

Respecto al Jefe de Imagen Gubernamental cobra una importancia fundamental debido a la evolución de los medios de comunicación en especial a los nuevos jugadores en las redes sociales del internet, donde se generan las corrientes de opinión y en ellas las percepciones positivas o negativas del ejercicio del gobierno.

Conducir sanamente la imagen del gobierno ha sido tradicionalmente responsabilidad del área de comunicación social, pero, su principal trabajo en teoría debía ser transmitir a través de los canales idóneos las actividades, programas y proyectos desarrollados por el gobierno estatal. Con el tiempo sus actividades se fueron distorsionando y terminó por convertirse en la encargada de proteger los contenidos que podrían lacerar la imagen del gobierno.

Hoy en día la censura y el control de la información escapan a la capacidad de cualquier ser humano. Los gobiernos actuales en México han subestimado o carecido de competencia para aplicar metodologías que incluyan estos nuevos medios alternativos y creen sinergia con los medios tradicionales para tener resultados positivos. Al contrario, han importado las estrategias que primitivamente les daban resultados en los grandes medios de comunicación como lo es el uso de bots para inundar las redes de un mensaje que carecen de credibilidad.

El área de imagen gubernamental tiene la oportunidad de reclutar especialistas en mercadotecnia política y social con la capacidad de realizar estrategias que permitan mantener una imagen positiva dentro de los ciudadanos y así contribuir en áreas como la gobernabilidad, credibilidad y aceptación.

Es posible que estas importantes posiciones sean solo un cambio fonético o que realmente vengan a revolucionar el ejercicio del gobierno estatal, solo el tiempo lo dirá.

Cenizas de la revolución: Algunas personas tienen el empacho de cuestionar la legitimidad de las manifestaciones en contra de EPN durante el tradicional grito de independencia, al parecer no están al tanto del resultado de las últimas encuestas con respecto a su popularidad. El hartazgo social es generalizado, urge legislar mecanismos de revocación de mandato y la segunda vuelta en las elecciones presidencial. Estas mismas personas alegan que la figura presidencial se debe respetar sin lugar a cuestionamientos, no me sorprendería que esta triste minoría sea representada por quienes se han beneficiado del sistema.

Sandro Cappello

Es Director de Investigación Político Sociales en Consultores y Asociados ESTATAM, con presencia en el noreste de México. Además es docente a nivel Maestría.