Hace ya prácticamente un mes desde que publiqué mi primer libro Entrevistas, Una nueva visión del Derecho, por lo cual me siento orgulloso. Fue un reto el que me plantee desde un principio, pero existe algo importante detrás de este proyecto periodístico que deseo platicarte. Todo comenzó hace un par de años cuando mi amiga Margarita me invitó a escuchar una plática sobre productos herbolarios.

Dicha plática fue impartida por el señor Emilio, un tipo joven, dueño del negocio a quien le escuché hablar  por primera vez de Robert T. Kiyosaki. Tal vez pudieras preguntarte ¿qué tiene que ver un proyecto periodístico con teorías de Robert T. Kiyosaki? Nada y mucho a la vez.

Te explico.

Mientras yo andaba realizando entrevistas a diputados, políticos y regidores, me daba una chancecita para escabullirme entre las  personas interesadas en formar parte como socios de la empresa de productos. Escuchaba atento los seminarios impartidos por los líderes Claudia, Emilio, Ángeles, incluyendo a mi amiga Margarita.

Aunque en cada seminario mencionaban a diferentes autores del Marketing, lo que llamó mi atención eran dos cosas esenciales: la filosofía sobre la educación financiera, y lo referente a las ventas. Desde un principio supe que lo que a mí me interesaba no era vender productos, sino conocer la filosofía de la educación financiera, por eso después adquirí algunos libros de Kiyosaki como Escuela de negocios y Padre rico Padre pobre.

No tan sólo me interesó leer a este autor, me di la tarea de investigar el pensamiento de otros empresarios. A  la conclusión que llegué luego de escudriñar esta literatura fue: DEBO CAMBIAR MI FORMA TRADICIONAL DE PENSAR. DEBO ACTUAR HOY. DEBO ALCANZAR MI LIBERTAD DE PENSAMIENTO.  DEBO SER YO MISMO. EL FRACASO ES NO INTENTAR HACER NADA. HOY ES EL DÍA MÁS IMPORTANTE DE MI VIDA.

¿Hasta dónde quiero llegar con esta serie de respuestas? A una: cambiar de mentalidad. Para romper con paradigmas, o con lo que ya está establecido, es necesario cambiar de mentalidad. He escuchado videos, conferencias acerca de aquellas personas que se la pasan planeando toda su vida y finalmente nunca se animan a concretar un proyecto.

Ese tipo de gente tiene varias razones para justificar el por qué no se decidieron hacer una cosa o la otra; no se trata de pensar en intentar sino a decidirse a hacerlo. Hace años una ex compañera de Universidad me dijo: “Richi, tú ya tienes un hijo, sembraste un árbol, ahora te falta un libro”.

Yo mismo me pregunté: ¿Cuándo será el día que publique mi libro? ¡Y de pensar que sólo es cuestión de cambiar de mentalidad! Parece increíble que sólo sea cuestión de mentalidad, pero es muy cierto. En el camino abunda la gente que te dice: “No hagas eso, no te va a resultar”, “busca una editorial”, “que te ayude el gobierno”, “espera a que los tiempos sean buenos”, “necesitas el suficiente dinero para hacerlo”, y todavía la lista es larga.

Por eso existen grandes conferencistas en el mundo que piensan todo lo contrario, dicen: “Hazlo hoy”, “tú puedes”, “sé optimista”, “cree en ti mismo”. Para tener un cambio de mentalidad es necesario recurrir a estos expertos en motivación, como Miguel Ángel Cornejo, Alex Dei, Dale Carnegie, John Maxwell,Ben Sweetland, entre muchos otros grandes triunfadores. 

Me dijo uno de mis entrevistados, Lic. Carlos Gregorio Ramos cuando andaba haciendo los preparativos para la presentación del libro: “Ricardo, oye, siempre te ves muy entusiasmado”.  Leer libros de superación personal es para eso: para superarse, para cambiar una mentalidad tradicional por una mentalidad innovadora.

Un claro ejemplo de mentalidad innovadora es la de Steve Jobs el creador de Apple Computer,  informático y empresario estadounidense que gracias a sus ideas visionarias en el campo de los ordenadores personales, música digital y telefonía móvil revolucionó los hábitos de millones de personas en el mundo hasta el día de hoy.

Algo que se me quedó de este famoso emprendedor fue que todo su trabajo lo hacía con pasión. Esa enseñanza me sacudió por completo al grado de pensar que todo lo que haga en la vida, debo ponerle mucha pasión, debo ser un hombre apasionado con lo que hago.

Las personas que entrevisté para mi libro hacían la misma observación: “te ves muy emocionado”, si me hubieran dicho “te ves muy apasionado”, lo más probable es que me hubiera acordado en ese momento de Steve Jobs. Mi libro de entrevistas ha sido lo máximo para mí, y eso es sólo el principio de muchos otros proyectos que me he propuesto hacer, el peor fracaso va a ser siempre no intentarlo.

Cuando un niño comienza a caminar explora su mundo cercano, la tierra, las flores, las hojas, las piedras, en la mayoría de esos intentos la madre le dice al niño: “no hagas eso”, “tira eso”, “no juegues con eso”, “por qué haces eso”, y así crecemos con esa mentalidad de pensar siempre con límites.

De más grande y ya como profesionistas no nos decidimos a arriesgarnos a hacer tal o cual proyecto porque pensamos que nos vamos a equivocar, o que está mal si lo intentamos, tenemos miedo a fracasar cuando todavía no hacemos el mínimo intento.

El resultado de no intentarlo es que el tiempo se pasa de prisa y no hay forma de detenerlo, lo que se hizo se hizo, el que lo intentó lo intentó, el que escribió un libro lo escribió, los demás se quedarán con su pensamiento tradicional esperando a ver cuándo habrá tiempo y recursos para, por fin, de una vez intentarlo. ¡Hasta pronto amigo, te deseo felices vacaciones! Recuerda ¡Hazlo hoy!.

Ricardo Hernández Hernández
Poeta y columnista

Colaborador del portal:” Hoy Tamaulipas” hasta la fecha.
Actualmente estoy cursando un “Diplomado en Creación literaria” en la Biblioteca del Centro Cultural Tamaulipas, con el maestro José Luis Velarde.