Algo muy especial debe de tener mayo, es en el quinto mes del año cuando se festejan y conmemoran grandes acontecimientos.
Se inicia el primero con el Día del Trabajo, para el 3 celebramos en México el Día de la Santa Cruz también de los trabajadores de la obra y el Día Internacional de la Libertad de Prensa, luego el 5 de mayo recordamos que las armas del Ejército Mexicano se vistieron de gloria al derrotar a los franceses en La Batalla de Puebla.
El 10 de Mayo, Día de las Madres, para el 14 se festeja al maestro jubilado, el 15 es el día del maestro y además, los creyentes de la fe católica, le hace fiesta a San Isidro Labrador, el Santo Patrono del campo y la lluvia.
Todos los días antes mencionados son de gran importancia para los mexicanos, de una manera u otra forman parte de lo que vivimos, el 10 de mayo reviste algo especial emocionalmente por ser el Día de la Madre, de quien entrega su vida para dar vida.
La conmemoración del Día Internacional de la Libertad de Prensa poco se festeja, por lo general la fecha pasa desapercibida, bueno, en estos tiempos hasta los encampañados desaprovecharon la oportunidad para ganar reflectores felicitando a los trabajadores de la información, aunque quizá no hay festejo porque es poco lo que hoy se puede festejar.
¿Apoco si existe la libertad de Prensa?, se pregunta mucha gente, ojala así fuera pero la verdad es que siempre ha existido la represión, autoritarismo y últimamente la autocensura en los medios de comunicación, pero además, es un hecho que en todos los tiempos en todo el mundo las libertades de los seres vivos se ejercen de acuerdo a circunstancias.
En nuestro país se dice que la prensa es libre pero la libertad la tendrá cuando sea autónoma, que no tenga la necesidad de recurrir a otros poderes que no fueran los propios del periodismo, y aún más, hoy la situación es más difícil, son muchas las situaciones por las que se prefiere callar lo que se debería gritar.
Claro, eso no quiere decir que se esté de acuerdo con el actuar de un sistema o los acontecimientos que se viven en todo el mundo, hay motivos mucho más fuertes que llaman a la cordura, a callar.
Y a la autocensura no se puede llamar conveniencia o cobardía, un hecho que la valentía se guarda para mejores tiempos, para cuando no se arriesgue o se tenga quien pueda proteger la integridad física y emocional de una familia.
En fin, la situación es que en mayo son muchas las cosas que se conmemoran pero en estos tiempos no todo se puede festejar aunque todo es un engranaje de todas las personas, el trabajo, la madre, el maestro, los trabajadores de la obra, la fe y la prensa, son cimientos, vida, educación, información, creación y grandeza.
Aunque pocos lo recordaron el martes 3 de mayo se conmemoró el Día Internacional de la Libertad de Prensa, la fecha sirve para la reflexión ya que igual es verdad que de todo lo que acontece en este país se tiene un poco de culpa, no se pueden cerrar los ojos, han sido más fuertes los intereses personales que el compromiso con la sociedad que se cae a pedazos porque los valores se han desmoronado, el tejido social se fue pudriendo por falta de oportunidades, de responsabilidad, el olvido de nuestros gobernantes y de la poca solidaridad de todos.
Nunca es demasiado tarde, este puede ser el momento para que todos tomemos conciencia y cada quien, desde su trinchera, comience hacer lo que le corresponde para que se tengan mejores sociedades, mejor nivel de vida para todos, con seguridad, ofertas laborales, buena educación, que los programas asistenciales lleguen a la gente que verdaderamente los necesita.
Es responsabilidad de todos trabajar en un mismo sentido, señalar las cosas que no van bien, igual aplaudir los aciertos, cuando las cosas se hagan correctamente apoyar las acciones del gobierno, porque si le va bien a un gobernante le va bien a un pueblo.
Estudios especializados revelan que los políticos son los que menos credibilidad tienen, que la gente poco les cree, que los jóvenes no les tienen confianza pero también señalan que el segundo lugar en rechazo social lo tienen los periodistas.
Sin hacer distingos de partidos todos los personajes que viven de la política son calificados de la misma manera, con poca credibilidad, quien sabe si algún día ellos reaccionen e intenten cambiar la percepción que tiene el ciudadano de ellos, no es bueno que la gente considere que solo se venden como buenas gentes en tiempos electorales.
Vamos, sería bueno que los políticos fueran más sinceros a la hora de corretear los votos, que prometan lo que pueden cumplir, que se les dé un plazo no mayor a un año y si no cumplen las expectativas sean remplazados por otro que si tenga verdadero compromiso social.
Una vez que se pueda purificar la política los comunicadores podrán hacer un trabajo con libertad y estricto apego a la verdad para ganarse el total respeto y credibilidad de la gente, porque el sistema tiene que brindar las condiciones adecuadas, sobre todo de seguridad, mientras eso no suceda difícilmente se tendrá una verdadera libertad de prensa.
Es un hecho que no basta que se tengan una y mil leyes para la protección de los periodistas si resultan obsoletas a la hora de cuidar su integridad física, económica y emocional, la verdad es que los comunicadores están en completa indefensión, hoy por hoy ejercer el periodismo libre y responsablemente es estar en situación de riesgo constante.
En todos los tiempos se ha callado pero más ahora que sobran quienes pretenden callar hasta los gritos de inconformidad en las redes sociales, se tiene que ser cauteloso con lo que se dice y se escribe aunque no se pierde la esperanza de que la situación cambie, que se profesionalice el gremio pero también que se le dé la libertad necesaria para que el día de mañana, cuando alguien pregunte si en verdad existe libertad de prensa, todos contesten llenos de orgullo que sí y está en todos y cada uno de los medios de comunicación, pero también la sociedad tiene la obligación de proteger, de apoyar, de presionar para que le den lo que necesita.