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Sección: Editoriales / En la Remington

El lado humano de Shira

Por: Ricardo Hernández 26/04/2016 | Actualizada a las 09:50h
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*La candidata ciudadana llama a la sensibilidad de los servidores públicos.

Candidata a la alcaldía de Victoria por el Partido de la Revolución Democrática (PRD). Sandra Casar del Carmen mejor conocida como Shira, la ex Big Brother, nace el 5 de agosto de 1985 en ciudad Victoria, Tamaulipas. Es licenciada en Psicología por la Universidad Autónoma de Tamaulipas, con más de 8 años de experiencia en la Administración Pública. Cuenta con un diplomado en Nutrición Deportiva avalado por FMFF.

Es activista por los derechos de los animales. Tiene más de 5 años realizando eventos altruistas (Colecta 1+1) en beneficio de las personas de bajos recursos.  Shira es una mujer deportista, humana y luchadora social. Para la entrevista con Shira tuvimos que visitar la casa de Jorge Valdez Vargas, candidato a la gubernatura de Tamaulipas por el PRD. Hora 6:00 pm. 24 de abril del 2016.

Admirada por muchos jóvenes, conocida en el mundo del espectáculo como la ex Big Brother, de una belleza admirable, y de sonrisa angelical, Shira nos comparte un poquito de su vida privada. ¿Quién es Shira?

Bueno, yo soy hija única, mi papá se llama Ricardo Elías Casar Solares, él es médico veterinario; mi mamá Sandra Luz del Carmen Martínez, comerciante. Estudió unos semestres de Derecho y, bueno, se casan, me tienen a mí; duraron dos años de novios y cuatro de casados, y pues se divorcian.

Mi mamá se hizo cargo cien por ciento de mí. Mi papá se fue a vivir a Morelia. Siempre fui una niña muy callada, era muy obediente, mi mamá –como te digo se dedicaba al comercio-, desde los cinco años me dejaba solita en la casa, y me educaba.  Me acuerdo que yo le dije a mi mamá “me educabas como perrito”, porque me decía “toca la estufa” y la tocaba y me pegaba “tócala de nuevo” y la tocaba y me pegaba.

Yo le digo “me educaste de una manera rústica”, porque prácticamente, pues, nada más siempre hemos sido ella y yo. Ella me dejaba solita, se iba a McAllen, surtía perfumes y regresaba por la noche.  Entonces yo me hice muy solitaria. Siempre quería jugar sola, estar sola, era muy callada hasta que fui creciendo, luego ya era una cotorra en la primaria y todo.

Imagino que tenías muñecas con quien jugar mientras tu madre andaba ocupada.

Si, bueno, tenía un montón de barbie. Mi infancia creo que fue la etapa más bonita de toda mi vida, porque me la pasaba en el aire acondicionado, salía al patio, jugaba con los perros, gatos, mi mamá ponía una alberquita.

Mi mamá hacía carnes asadas, ella y yo solitas, y siempre jugando, no me gustaba jugar con las niñas porque no me gustaba que mordieran las manos de las barbie, porque me maltrataban mis cosas, siempre he sido muy cuidadosa con lo que tengo.

¿Tuviste alguna mascota?

Siempre tuve perritos. Fíjate, lloraba porque tenía, me encantaba ir a la carnicería porque el señor me regalaba gatitos. El gatito no era como mucho del agrado de mi mamá, sí los quería, pero no para tenerlos.  Mi mamá nunca tuvo novio; bueno, tuvo novio pero duró muy poquito porque me dio una nalgada y lo dejó porque yo soy su adoración.

Entonces la convivencia de mi mamá conmigo, desde niña, ha sido muy apegada.  Estuve en los tres primeros lugares porque mi mamá me exigía mucho que estudiara, que hiciera las cosas bien, que hiciera las cosas limpias.

¿Cómo fuiste en la escuela o secundaria?

Era muy participativa. Yo me acuerdo que lo que es primaria, secundaria, hasta la Universidad era de las alumnas que los maestros decían “tú ya no”; era de las que me gustaba sentarme mero al frente, no me gustaba sentarme ni en medio ni atrás.  Siempre estaba compitiendo por los primeros lugares; me gustaba participar en oratoria.

¿Tu mamá es extrovertida o introvertida?

Mi mamá es muy sociable, muy extrovertida; bueno, es como una cosa rara, porque es platicadora, pero siempre, te digo, en la casa nunca había personas, siempre éramos mi mamá y yo, casi nunca le gustaba traerme en la calle, entonces solamente cuando salía platicaba mucho.

¿Cómo eras en la preparatoria?

Estuve en el CBTIS 119 y terminé en el CBTIS 24, soy técnica laboratorista. Me acuerdo que a los catorce años era muy exigente con mi mamá. Yo estaba en la etapa de la adolescencia, era la etapa de la rebeldía; le decía a mi mamá “es que me tienes que comprar esto, es que lo otro”.  Como mi mamá tenía la responsabilidad de mantenerme y todo, ella me decía “es que el dinero no se da en los árboles”.

Fue una enseñanza.

Me dijo “te voy a poner a trabajar en vacaciones para que veas lo que es ganarse el dinero”. Me puso a cobrar en el restaurante de una amiga de ella. Yo iba a cobrar de 8 de la mañana a 2 de la tarde, era nada más sentadita y cobrando y todo y me daban 250 pesos por semana.

Entonces me decía mi mamá “ahora si vamos a gastarlos”, yo le decía “¡Ay no! ¿Por qué?”.  Para una niña a los catorce años, imagínate, sus vacaciones, era levantarse temprano.  Entonces ya era como una responsabilidad y quería juntarlos, decía es muy poquito dinero.

Luego me gustó trabajar.

Dijo mi mama yo te dejo trabajar pero la escuela no me la puedes dejar, no le agarres amor al dinero porque conforme vas creciendo vas queriendo más y tienes que tener la preparación.  Recuerdo que trabajaba de muñequita, me pagaban 80 pesos por piñata, luego fui la mejor pagada con 120.

Después yo sola puse mi grupo de muñequitas.

Trabajé en un chat. En el chat me pagaban tanto que yo quería sacar más.  Recuerdo que iban a hacer tareas; les decía “yo te cobro por hacerte la tarea”.  Frente al CONALEP estaba el chat.  Hasta que el dueño del chat empezó a ver que eso era negocio y lo empezó a meter.

Yo le dije “bueno a mis clientes no me los toques, esos son mis clientes y yo te los traje al negocio”. Hicimos una buena mancuerna.  Trabajé con Silvia Pérez en lisos, alaciando; trabajé en Llera, con Paty Manzur, ella tenía una enfermedad de cáncer, yo le cuidaba a sus niños.

Siempre estuve activa.

¿Te independizaste emocionalmente de tu mamá desde aquel día que ganaste tu primer pago en el restaurante?

No, no. Yo trabajaba para tener mi extra. Si quería algo extra yo tenía que ahorrar, ya no se lo pedía a mi mamá.  Recuerdo que entré a una etapa donde todo lo quería de marca, y mi mamá decía “hay mijita pues eso ya es extra tuyo”.

¿Llegaste a pensar que algún día ibas a estar frente a las cámaras de televisión?

Pues desde chiquita me gustó a mí el medio artístico, yo quería salir en novelas. Desde niña participé en obras de teatro, aquí en Victoria.  Participé en Inter Model, nos fuimos a México.  Cuando ya tuve la edad para poderme ir sola, mi mamá me decía “termina tu carrera”.

Entro a fisicoculturismo y es como la artistiada, porque todo mundo te llama, anuncios… Porque fisicoculturismo es una buena imagen, un cuerpo atlético. De ahí participé en el proyecto Big Brother.

Como no queriendo hice el casting y quedo. Yo no me imaginaba que fuera a quedar.

Vas con la ilusión, pero yo siempre me he preparado para el fracaso. No me imaginé que a los 30 años de edad se me fuera a dar la oportunidad de salir en una novela, porque yo tengo como la mentalidad de anciana, siempre hablo como si estuviera más grande.

Digo ¿30 años? Cuando lo quise desde los 17 años.

¿Has conseguido hasta el momento todas tus metas, tus proyectos de vida?

Sí, si he conseguido todo. De una u otra manera todo se me ha dado. Ahorita por ejemplo, antes de irme a Big Brother, pude comprarme mi carro. Como al pasito al pasito todo se me ha dado. He logrado las cosas y siempre he salido con éxito.

¿Qué significado tienen para ti -que eres una persona triunfadora- las palabras éxito y fracaso?

Fíjate: de los errores es de donde uno aprende más. Yo no lo veo como fracaso, yo lo veo como enseñanza. En el proyecto de Big Brother yo no fracasé, aunque todo mundo diga “huy no ganó”, yo aprendí mucho, me dejó mucha sabiduría, y ahí está muy obvio el dicho que dice “el que se enoja pierde”.  Digo internamente “debo aprender”.

En lo de la campaña política, por ejemplo, te pasan ideas “puedo ganar” “y si no gano”. Para mí el fracaso es aprendizaje.

Ya que tocaste el tema de la política, explícanos ¿Por qué ahora en  la política?

Porque cuando yo salgo del proyecto de Big Brother me hacen la propuesta. Yo estaba con las ideas desordenadas, estuve tres meses sin saber nada del mundo.  Entonces salgo y obtengo información de lo que pasó adentro, de lo que pasó afuera, de todo, no sabía lo que iba a ser de mi vida porque ya no me veía dentro del Congreso del Estado.  Pero si quería seguir. Había ofertas de trabajo pero nada concreto.

Entonces digo si quiero aventarme lo de la candidatura porque puedo ayudar a la gente y cuando me dice la persona que me conseguía los comerciales “No, es que las marcas están peleadas con los partidos políticos”, le dije: “No. Mi sueño primero. No, no. Gracias por la invitación”.

Me busca el partido en la ciudad de México, me vuelven a invitar, y me dicen que es una gran oportunidad para que yo haga cosas por Victoria, porque ellos han visto todo el altruismo que yo he manejado y que no pierdo nada con intentar.   No a cualquiera se le presenta la oportunidad de una candidatura, de una alcaldía, si la vida es muy corta porque no intentar.

¿Cuáles son los proyectos que tienes con tu partido en esta campaña?

¿Sabes que estoy haciendo ahorita en campaña? Estoy conociendo tantas cosas que empiezas a valorar la vida, ver las necesidades de la gente, ¡lo que son las necesidades de la gente! A veces uno se queja tanto de la vida cuando... Yo sé que a veces es imposible ayudar a todos. Mis propuestas tienen que estar enfocadas al tiempo.

Lo que yo traigo es el tema de la seguridad. Porque Tamaulipas está pasando por un momento muy crítico. ¿Cómo se combate? Pues paso a paso.  Yo sé que hay buenos elementos en la policía. Rescatar a los buenos elementos.

Aprender del error.

Quiero generar un vínculo que se llama “Policía de proximidad”, me estoy acoplando con lo que trae el candidato a la gubernatura, un vínculo, porque ahorita no conocemos al policía.

MENSAJE

Yo los invito a que no pierdan las esperanzas ni las ilusiones, porque en la vida no puedes estar sin esperanzas, es como si estuvieras muerto. Voy a andar en colonias, primarias, en tianguis, en todos lados, me pueden hacer preguntas. Traigo muchas cosas para la ciudadanía. 

Ricardo Hernández Hernández
Poeta y columnista

Colaborador del portal:” Hoy Tamaulipas” hasta la fecha.

Actualmente estoy cursando un “Diplomado en Creación literaria” en la Biblioteca del Centro Cultural Tamaulipas, con el maestro José Luis Velarde.
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