ENTREVISTA
Jesús Huerta Hernández nace el 27 de julio de 1944 en ciudad Victoria, Tamaulipas. Estudió en el internado de la secundaria Industrial Álvaro Obregón en los años del 58 al 61.
Es un hombre de cabello blanco, mirada seria; su caminar no ha perdido la fuerza, incluso, su forma de pensar, pero sobre todo, que continúa realizando magníficos trazos en sus caricaturas. Su madre falleció cuando él tenía apenas nueve meses de nacido(los seniles ojos del artista se humedecen y se le quiebra la voz al mencionar el nombre de su entrañable madre: María del Carmen Hernández R.). Nos explica que ella era originaria del ejido El Cármen “antes de llegar al río Corona”.
Su padre se llamó Jesús Huerta Ríos, de oficio panadero y oriundo de esta capital Victoria.
Jesús Huerta (hijo), tuvo descendencia: una hija, y un hijo quien lleva por nombre Calder Vasarely quien a su vez ha preferido el arte por la fotografía. Tengo poco de conocer al maestro Jesús Huerta, y entre esos saludos me atreví a molestarlo para que me concediera una entrevista, que por cierto, llegamos a la hora convenida por la tarde del miércoles en el restaurante del Hotel Monteros de esta ciudad.
Reportero: Maestro Jesús, explíquenos ¿cómo ha sido esa preparación autodidacta - como le llama usted mismo-,a lo largo de su vida en su pasión por el arte de la caricatura?
Jesús Huerta.- A mí, desde la infancia, siempre me ha gustado dibujar. Después me empezaron a caer los libros y me empezó a interesar para tener, como debe ser, todos los conocimientos respecto al dibujo, respetando las proporciones. Estuve tomando cursos en el DF, en Monterrey, así me fui formando de alguna manera, alimentándome con la lectura de los libros para entender mejor la vida.
Reportero: ¿En qué etapa de su vida fue cuando inició a dibujar?
Jesús H.: En la secundaría ya empezaba a hacer mis pininos, haciendo caricaturas chuscas en el pizarrón antes de que comenzaran las clases. A veces preguntaba el maestro que quién había sido. Era una escuela donde nos habían enseñado a ser discretos.
Reportero: ¿Qué era lo que dibujaba en el pizarrón o en sus cuadernos?
Jesús H: Lo mismo podrían ser animales, casas…, pues de todo; porque de alguna manera u otra tenía que empezar con las composiciones las cuales tenían que estar decoradas con la belleza de la naturaleza.
Reportero: Pero vayamos a los detalles, maestro. ¿Lo hacía con un lápiz, con pluma? ¿Con gis? ¿Con qué lo hacía?
Jesús H.: Yo siempre he sido muy inseguro. En el dibujo siempre usé- lo confieso- el lápiz, para tener el recurso de enmendar errores. Hasta le fecha sigo dibujando con el borrador por un lado, para enmendar errores. (El maestro Jesús se ríe al pronunciar la última frase).
Reportero: Nosotros los mexicanos somos dados a etiquetar a las personas que es lo mismo a poner apodos. ¿Alguno de sus compañeros le otorgó un particular seudónimo por el hecho de realizar trazos caricaturescos sobre el pizarrón o en el cuaderno?
La pregunta hace retroceder en el tiempo a Jesús Huerta, levanta la vista por un instante, luego la baja y enseguida responde:
Jesús H.: Me decían el “Galli”, porque en ese tiempo había una caricatura que era un ave muy grande, no como un avestruz, pero si un poco deforme. Por mi inseguridad, yo mismo ocultaba las cosas que hacía. Yo nunca me creí buen dibujante, hasta la fecha ¿no? Aunque a mucha gente le guste mi manera de hacer caricatura. Porque tengo el valor de hacer lo que muchos caricaturistas no hacen.
Reportero: Luego de haber cumplido su internado en la secundaria, ¿continuó preparándose? ¿Siguió estudiando para mejorar la caricatura?
Jesús H.: Tal y como un atleta que está haciendo condición física tiene que irse superando.
En lo que empieza a caer uno es en un estilo. Te voy a poner un ejemplo: el periódico La Jornada tiene a un caricaturista que no necesita que lleve la firma; todos conocen que es Magú. Este caricaturista que yo admiro tanto es inconfundible. Me entregué al dibujo de una manera solitaria, no había tendencia de la caricatura. Luego comencé a leer a Ríus, Rogelio Naranjos, Helguera, y otros más. Pero antes, en ese tiempo, las revistas que llegaban eran de Superman, El Llanero solitario, etc. Me gustaban porque encontraba una serie de herramientas.
Reportero: Al leer esas revistas llegó a pensar en algún momento “¿me gustaría dibujar de esta manera o como este autor?”
Jesús H.: Yo quería hacer tiras cómicas, o sea, de cuatro cuadritos que fueran muy breves, como después me encontré a un argentino (no tengo en mi mente el nombre); esas tiras las tengo coleccionadas. Empezaba yo a leer el periódico El Norte, El Porvenir que ya desapareció, por cierto.
Reportero: ¿Le pagaban sus caricaturas cuando inició a publicarlas?
Jesús H.: Yo creo que los periódicos en su mayoría no pagan; no pagan lo que debe de ser. Dan casi, casi como limosnas. No valoran el trabajo de la caricatura. Más bien eran gratificaciones, pero eso no importaba porque lo hacía a uno feliz. Empezó a ser parte de mi vida.
Reportero: ¿Buscó la manera de combinar el arte de la caricatura con algún otro trabajo para poder sobrevivir?
Jesús H.: En la escuela secundaria Industrial llevé el taller de herrería y soldadura. Ahí por la de carrera entre el 3 y 4 había varios talleres que empezaban las ventanas de metal, el tubular, antes era pura estructura, varilla corrugada, la varilla cuadrada, la lámina, entonces yo trabajé en un taller de herrería.
Reportero: Me he brincado la pregunta esencial de esta entrevista muy apropósito para conocer antes acerca de su vida y su inicio por la caricatura, ahora vayamos al concepto ¿qué significa la CARICATURA para usted?
Jesús H.: Yo la veo como un medio de expresión que, además de ser muy punzante, se presta para sacar una sonrisa, para ofender con la verdad, como lo puede ser también la escritura en el periodismo.
Realizamos una pausa para tomar café. Se prestaba la tarde: hacía frío.
Reportero: ¿Cuál es la diferencia entre hacer caricatura para un periódico y crear caricatura como arte, es decir, verlas reflejadas en cuadros?
Jesús H.: Primeramente a los artistas se les ha publicado en periódicos y ya cuando tienen una cantidad determinada llegan a conseguir espacios en algunas galerías para exponer. Por ejemplo, Quino este dibujante argentino, el creador de Mafalda, se hizo famoso, hizo dinero con sus libros y es uno de los caricaturistas inmortales de América Latina.
Reportero: Estos personajes creadores de caricaturas importantes a nivel mundial, ¿se han preparado para ello? ¿Conoce usted su formación?
Jesús H.: Yo creo que es el intelecto de la persona, porque el humor, para empezar, ya se trae. La habilidad para el dibujo, igual, es un don que da la naturaleza. Además de estar leyendo mucho ¿no? Dejar de leer o de actualizarse, te quedas estancado.
Reportero: Maestro, usted ha tocado un punto interesante y es precisamente lo referente al humor. ¿El caricaturista tiene que tener esa cualidad del ser?, ¿el del humor, para poder crear caricatura? ¿Tiene que ser risueño el artista?
Jesús H.: A mí mis amigos me dicen el amargado porque nada me parece bien. Si nuestro país ya ves como está ¿Cómo voy a andar de buen humor?; hay hambre.
Reportero: Estoy comprendiendo que existe un humor técnico, ¿no es así? Que nada tiene que ver con el humor fisonómico.
Jesús H.: Los payasos tienen su momento en que posiblemente tengan una enfermedad, o algún familiar esté grave, sin embargo tiene que cumplir con una obligación: hacer reír a la gente.
Reportero: Siguiendo con el mismo tema del humor en la caricatura, ¿el artista se tiene que ir perfeccionando?
Jesús H.: Antes de que tú estuvieras armando este cuestionamiento te iba a decir qué es lo que ha pasado en mí por más de tres años en que los periódicos ya no quieren mi trabajo: he mejorado, soy más breve, soy más agresivo y con mejor sentido del humor. La frustración me hecho más fuerte.
Reportero: ¿La persona que hace caricatura para un periódico se le debe llamar periodista? ¿Artista? ¿Caricaturista?
Jesús H.: Se me viene a la mente unos caricaturistas norteamericanos. Antes compraba El Sol de México, El Heraldo de México, Excélsior y traían caricaturas que reproducían los periódicos norteamericanos que vienen en inglés obviamente. Paúl Conrad, este caricaturista tan agresivo… En cierta ocasión que entrevistaron a un presidente de los más agresivos que hemos tenido de los últimos quince, veinte años (se me olvida el nombre), le preguntaron: “Señor presidente, ¿quién es su enemigo número uno?”, y dijo: “Paúl Conrad”. Conradha ganado tres premios Pulitzer. Casi no les dicen artistas. Yo creo que a cualquiera que le digan periodista o caricaturista es bienvenido. Cuando uno está apasionado en su trabajo, pues no importa el adjetivo. El valor está en el trabajo.
Reportero: ¿Qué significa la palabra ARTE para usted?
Jesús H.: En primer lugar el arte debe hablar por sí sola. Con la diferencia de que hay caricaturas a caricaturas. La calidad de saber expresar algo.
Reportero: Usted anteriormente mencionó a Ríus, yo recuerdo haber leído a carcajadas sueltas “Los súper machos”; tan sólo al ver las caricaturas me hacían reír, peor tantito los textos. ¿Es a ese tipo de arte al que se refiere?
Jesús H.: Lo que pasa es que ahí está precisamente el arte: que te saquen una sonrisa a través de la ropa, que en vez de darte tristeza, coraje de cómo nos tiene la situación en nuestro propio país.
Volvimos a hacer una pausa para darle un sorbo a la taza de café. Sería el mismo ambiente de frío, y de estar disfrutando la conversación que se me hacía imposible poner fin a esta entrevista tan interesante. Tenía que hacerlo.
Reportero: Maestro ¿cuál es la función que desempeña actualmente en la Casa del Arte?
Jesús H.: Yo tengo el taller de Creatividad Infantil, van niños de 3 años; tengo una niña de 13 años. He tenido jóvenes que estudian CBTIS., en el último año para salir del CBTIS ganaron premios en el DF, fueron premiados por José Luis Cuevas el pintor muy respetable, de eso hace pocos años. Tengo premios de Cuba, Finlandia, India, Estados Unidos, Argentina, México.
Reportero: ¿En dónde se han expuesto sus caricaturas?
Jesús H.: En la galería de la Casa del Arte, así como en el Centro Cultural Tamaulipas.