Confieso que me sorprendió la noticia: Que Lucia Aimé Castillo Pastor, la hija de mi entrañable amigo Carlos Renan Castillo, levanta la mano para ser una opción viable a la candidatura de la diputación local por el distrito Victoria Norte. La sorpresa fue cuando se anuncio que compartiría el pan y la sal con el Club Miércoles de Alitas con el propósito de platicar sobre su proyecto político.
Lucia Aimé ha tenido momentos difíciles. Por ejemplo, dice, que por ella fue que sus padres Carlos Renan y Balbina dieron vida a la organización no gubernamental “Voluntad contra el Cáncer”. Fue, ha sido, uno de sus grandes triunfos en la vida. Y ello marca, además, una vida de solidaridad, de cooperación, de activismo social de sus padres…que son su ejemplo.
Estudio Ciencias Políticas y Administración Pública en la UANL, en Monterrey. Ahí fue, como quien dice, su punto de partida: inquieta, perseverante, enérgica, no se doblega ante las adversidades y ese activismo crea un vínculo con Reyes Tamez, el rector y que después con Vicente Fox fue el Secretario de Educación Pública. Sin trabajo firme, recibe la invitación para colaborar en la Secretaria Particular y, en el año 2003, le dan nombramiento como Delegada o Representante de la SEP en la entidad.
¿Has sido panista, le pregunte, en la reunión de Miércoles de Alitas? No, contesto categóricamente. Cuando fui delegada recibí mucha presión del delegado de Gobernación, agrego. Pero recibió, advirtió, el apoyo del Secretario Reyes Tamez como del Gobernador de la entidad. Así, hasta que dejo la responsabilidad que luego fue en el gobierno estatal.
Y en la campaña de Rodolfo Torre fue responsable de organizar dos foros, uno completamente ligado a la cuestión educativa y el otro a la mujer. Uno fue sobre Educación y Desarrollo de Habilidades para una vida armónica” y el otro fue un Foro de la Mujer. Su experiencia, sin duda, le daba herramientas para el primer foro; para el segundo, su propósito era darle vida a políticas y programas de fortalecimiento de la mujer.
El ser, en sentido estricto, una politóloga, el haber estudiado un posgrado sobre Gestión Pública y haber asimilado en el seno familiar principios de solidaridad y cooperación, convierten a Lucia Aimé en una mujer que conoce, que siente, que vive, la problemática de la comunidad. Y como no se anda por las ramas fundó la Asociación “Pinta Luz”: que lleva a áreas y centros de convivencia la oportunidad de darles vida, de restaurarlas, de rescatarlas para la familia, los jóvenes y niños.
Nació Lucia Aimé en 1978 y a los 25 años, cuando tenía pocos años de egresar de su carrera universitaria, asume una tarea educativa. Y desde entonces, prácticamente, ha estado en esa área. Y ahora, como ciudadana con derechos políticos vigentes, con una militancia partidista, levanta la mano y le dice a su partido “aquí estoy, quiero ser una opción más, a la diputación local.”. Por cierto, este sábado 5, el PRI, celebra su Convención y va a tomar cartas en el asunto: establecer los tiempos y las reglas para la participación política.
En esa coyuntura, ya hace varias semanas, que Lucia Aimé trae levantada la mano, diciéndole a su partido que esta lista para ser su candidata; ha conversado con grupos, aquí y allá, y a todos les dice que es una opción “fresca”. Su conversación no es ágil, sin ser atropellada; es directa, sin ambigüedades; pero sobre todo, se siente segura y emite un mensaje, un planteamiento, que convence.
Hasta donde sé, por al área de Ciudad Victoria, solo dos mujeres han levantado la mano: Chacha de Alejandro que se promueve en las redes sociales y Lucia Aimé. Por los hombres no se menciona a ninguno, pero bien pueden ser José Cárdenas y hasta Carlos Morris, pues cada uno se puede jactar de que ya tiene meritos y talacha partidista. Sin embargo, como bien lo dijo un día Rafael González Benavides, primero el candidato a gobernador, luego los diputados y alcaldes.
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