En Tamaulipas estaba la calaca en el panteón, tomando un curso de redacción, en busca de un comunicólogo o un líder de opinión, gritando a todo pulmón “no me importa de qué medio son”.
Pasquiínes y chayoteros encontró y a esos se los llevó.
Buscó, buscó y buscó puro chingón encontró.
A conferencia de prensa convocó, pero nadie la peló. Fotos, notas y reseñas la calaca quería llevar para al otro día ser noticia nacional.
Tele, radio y periódicos esperan a la muerte sin temor.
Para que la parca dé entrevistas y si es exclusiva mejor.
Cámaras y grabadoras ya están en el panteón, esperando día de cierre.
Ya nada más falta que la muerte se los lleve.
El panteón necesita de los medios, para cubrir notas especiales.
Sólo espera que los reporteros no les tengan miedo a los mortales.
Camarógrafos, editores y reporteros esperan con ansia la muerte.
No sin antes desearle al gremio que tengan buena suerte