Enrique Peña Nieto está dando muestra de estar a favor del centralismo como forma de gobierno.
Y sus detractores -que son muchos- comienzan a llamarlo ‘presidente anti-federalista’.
Aunque creemos que sí en 2 años ha actuado así lo ha hecho más bien obligado por las circunstancias, no con afán invasivo o intervencionista.
Comenzó con Michoacán y se ha extendido a Tamaulipas paulatinamente, estados federalizados donde constantemente se focalizan puntos rojos, los cuales ciertamente no le causan felicidad al mandatario presidencial.
Peña Nieto sabe perfectamente que a nivel internacional está puesta en juego su acreditación, su estatura de estadista, así como su aprobación y/o desaprobación.
Y sabe que los llamados de atención que por conductos diplomáticos le hagan los inversionistas extranjeros a raíz de la aprobación de sus reforma económica y energética en asuntos de explotación de hidrocarburos y minerales, son un golpe de martillo dado su cabeza.
Es por eso que Enrique Peña Nieto se ve obligado a presionar a los gobernadores, a sus gobernadores, aun siendo del PRI, para que gobiernen con tino y eficacia.
En pocas palabras, a Peña Nieto los escándalos y pifias le aterran, mayormente cuando provienen de sus gobernadores.
Es por eso que la Secretaría de Gobernación tiene -luego de 12 años de ayuno foxista y calderonista- un papel preponderante en el gobierno de Enrique Peña Nieto.
La Secretaría de Gobernación al fín vuelve a jugar su rol.
La SG es, digámoslo así, la oficina ‘chiquita’ de Los Pinos, o dicho en otras palabras, es la extensión del poder presidencial.
No creemos que Peña Nieto practique el intervencionismo -o centralismo- como praxis ideológica, ni como forma de gobierno, ni como su sello personal; ni tampoco creemos que lo haga con afanes plenipotenciarios, como podría suponer sus detractores.
Más bien creemos que EPN le está dando a su gobierno un sentido práctico, obligado más bien las circunstancias que por vanidad superflua.
Y es que a toda acción surge una reacción.
Michoacán fue un volcán en erupción a principios de año. Y fue en febrero cuando estalló la bomba mediática tras el surgimiento de los autodefensas y tras la publicación de miles de sucesos crueles que dieron cuenta del desorden existente y del resquebrajamiento casi total del estado de derecho.
En Michoacán fue tanto el impacto mediático que se provocó que el gobierno federal se vio obligado a intervenir militarmente en el vasto territorio, so pena de que si la sangre llegaba al río, más de lo que ya había llegado, Michoacán sería considerado estado fallido.
Dictamen -se advertía- dado desde Los Pinos. Con riesgo de desaparición de poderes.
Aunque digámoslo con claridad, Michoacán ha sido -desde entonces hasta hoy- un estado que duerme con ese estigma.
Y es muy probable que el gobernador FAUSTO VALLEJO pidió licencia -hace dos o tres días- obligado, no por una grave enfermedad que lo aqueja, y que a estas alturas es más bien un suceso coyuntural o circunstancial, sino más bien, por petición estricta del presidente Enrique Peña Nieto.
Queda la duda en el aire.
Quizás lo más probable fue que no se marchó, lo marcharon.
Los desatinos cometidos en Michoacán ciertamente venían dándose en cascada desde un sexenio atrás, con Leonel Godoy como gobernador.
E incluso con el ex gobernador Lázaro Cárdenas Batel.
Pero como dato curioso, había tal mutismo, tal bloqueo informativo hacia los demás estados desde Michoacán, que durante decenios los mexicanos ignorabamos que el aguacate que consumiamos llevándolo a la mesa, estaba entintado en sangre.
Y que los limones también, y la fresa.
Ignorabamos que el hierro que se usaba para la construcción era comprado con sangre.
Es ahí cuando en cierto sentido Enrique Peña Nieto comienza -en la praxis- a convertirse en anti federalista y a practicar con mayor vigor el centralismo.
Es ahí cuando las críticas en su contra arrecian.
Aunque es conveniente admitir que -al menos en Tamaulipas- Enrique Peña Nieto ha hecho grandes esfuerzos porque el estado de derecho no se le escape de las manos.
Según Wikipedia, Centralismo significa lo siguiente:
‘Es el sistema de organización estatal cuyas decisiones de gobierno son únicas y emanan de un mismo centro. El centralismo es un modelo de gobierno en el que las decisiones políticas se toman desde el gobierno central’.
Luego dice:
‘Durante el siglo XXI ha estado en declive esta forma de gobierno sobreviviendo sólo en Francia, donde ha tenido una gran tradición, así como en varios países latinoamericanos’.
En realidad los únicos países latinoamericanos a los que alude la definición wikipédica son Chile y Uruguay, ninguno más; pues el resto de los países en América son gobiernos federalizados, con mandato de tipo presidencial, no presidencialista.
México es una república federal, con un gobierno presidencial.
Chile por su parte ejerce un gobierno democrático, llamado oficialmente república democrática, pero su gobierno es presidencialista. Igual Uruguay.
Pero volvamos al tema.
Creemos que los detractores yerran en su juicio contra Peña Nieto, al censurar su intervencionismo en los estados.
Pero como presidente, tiene facultad de hacerlo, mientras la afectación recae contra los civiles mexicanos.
En otras palabras, si los gobernadores de los estados no quieren ser investigados o molestados, apliquense simplemente.
En el pasado, Carlos Salinas de Gortari practicó la concerta cesión con el Partido Acción Nacional, (que no con el PRD) como una estrategia política para mantener los equilibrios entre partidos. Pero sobre todo lo hacía para preservar la paz social.
Pero en aquellos años estaban más de moda las elecciones fraudulentas y no la violencia o el narcotráfico, como hoy.
Creemos que Enrique Peña Nieto se adaptó a los tiempos y es por eso que empezó a ejercer el centralismo como plan emergente, no con afán de extender su poder.
Rememorando por último, Carlos Salinas de Gortari aplicó durante su sexenio de 1988 a 1994 la concertacesión en estados priistas problemáticos pues le daban constantes dolores de cabeza.
Guanajuato y San Luis Potosí fueron un ejemplo.
En el caso de Guanajuato no dudó en decirle adiós a Ramón Aguirre Velázquez, su ex director de la Lotería Nacional Mexicana, quien ganó sospechosamente las elecciones -por un escaso margen- al candidato del PAN, Vicente Fox y al perredista Porfirio Muñoz Ledo.
Tampoco dudó en pedirle a Fausto Zapata Loredo que se marchara de San Luis Potosí cuando Salvador Nava Martínez, del Frente Democrático Potosino, le exigió una revisión total de las boletas electorales, denunciando fraude.
Bien, hasta aquí con esto.
En otro tema, la caminata o maratón que se celebró el sábado en El Mante, llamada Pinta tu Vida de Colores y en donde estuvo presente el alcalde PABLO GONZÁLEZ LEÓN fue una catarsis de alegría.
Reunió a más de 5 mil participantes, cifra extraordinaria que describe el fuerte impacto social que el acto logró en los mantenses.
Fue un suceso inusual, raro por sus efectos positivos causados, fue una explosión de alegría motivante.
Fue -además- un raro fenómeno de regocijo y armonía, pues logró sacar de sus hogares a centenas de familias, mismas que se habían vuelto sedentarias a causa de la inseguridad.
Dejaron el encierro a piedra y lodo, las cuatro paredes y decidieron participar en este evento deportivo-familiar sin fines de competencia.
La verdad corrió quien quiso correr. Caminó quien quiso caminar, pues no había obligación de hacer ni una cosa ni otra pues no fue era una competencia propiamente dicho.
Alguien -en redes sociales- criticó a los organizadores por repartir medallas a diestra y siniestra sin respetar el triunfo de él o los ganadores.
Pero es pertinente aclarar: No se trató de una competencia, sino de una caminata con fines de convivencia familiar, convivencia sana, relajada, pacífica, alegre.
Así que diríamos que todo el que estuvo presente en la fiesta, comió y bebió de la fiesta.
La finalidad del evento fue salir a las calles a manifestar los grandes motivos que hay para vivir.
La prueba del espìritu lúdico del acto fue que no hubo rangos ni categorías, ni protocolos.
Cada persona registrada podía llevar a sus hijos, nietos, esposa o amistades, y caminar con short, pantalon, blusa, playera o lo que fuera.
Aunque los organizadores repartieron kits, para usarse ahí.
Por lo que haya sido la razón de la crítica, fue superada por el éxito del evento.
Bien, por ahora es todo, nos leeremos en breve.