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Sección: Editoriales / Escenario político

Zuluaga, la opción en Colombia; Pablo, las minas anti personas

Por: Marco Antonio Torres 30/05/2014 | Actualizada a las 15:59h
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Colombia es el país de la derecha, quizá el único en Sudamérica y América latina que no ejecuta nota discordante.

Junto con México, Colombia tiene -tradicionalmente- una acentuada ideología de derecha, aunque su izquierda en muchos sentidos ha querido meterse de lleno a su rancia y selectiva sociedad, para así convivir en medio de ella, mientras en su caminar ejerce un raro mimetismo, un atrayente camaleonismo, a fin de vivir entre las masas.

En términos políticos y sociales diremos que la izquierda de Colombia ha fracasado, dicho así, rotundamente, con todas sus letras.

Una muestra de esto es el presidente Juan Manuel Santos, diríamos de que de ideología centro-izquierda, quien en este momento está dubitativo sobre su futuro político pues perdió las elecciones presidenciales hace apenas 6 días.

Pues OSCAR IVÁN ZULUAGA, un político caldense, nativo de Pensilvania, Caldas, Colombia, hombre de provincia, de raigambre campesina, aunque aliado de la derecha uribista cuyo representante máximo el ex presidente antioqueño ALVARO URIBE, le ha propinado tremenda zancadilla a su sueño presidencialista releccionario.

Oscar Iván Zuluaga, apoyado por el ex presidente Álvaro Uribe, un aliado sempiterno de la derecha estadounidense, acaba de derrotar cerradamente en las urnas a Juan Manuel Santos, derrotándolo por varios miles de votos.

Y es así como comienza a entre tejerse un destino manifiesto esperado, el bien llamado a estas alturas, ‘el retorno de la derecha colombiana al poder presidencial’.

Pero volvamos al tema.

La izquierda en Colombia, creemos, ha fracasado en la sociedad civil colombiana por una simple y llana razón, siempre ha estado ligada al terrorismo, al narcotráfico y a todas sus múltiples variables.

Además, por deducción la izquierda siempre ha sido ligada a las demoníacas FARC.

Así pues, dura y pesada losa lleva en sus espaldas la izquierda de Colombia, en este momento representada por Juan Manuel Santos, aunque él no se acepte a sí mismo como izquierdista.

Y es que en Colombia, por desgracia ningún político socialmente aceptado, civilizado, hizo esfuerzo alguno por desmentir el maridaje existente entre la ideología puramente conceptual de la izquierda socialista, y las FARC, juntamente con la guerrilla.

Desgraciadamente para Colombia, los políticos ‘mochos’ de la izquierda adoptaron posturas cien al ciento radicales, creando licuados raros, con sabores francamente extraños que lo único que hicieron fue -a través de sus gobiernos- malversar bienes del pueblo, y acabar de tajo con la poca credibilidad y el equilibrio político que había en un país en donde 38  o 40 millones de colombianos viven en pobreza técnica.

Mientras que otro tanto vive en una medianía económica rampante, a ras de suelo, es decir, donde su trabajo apenas ganan para vivir.

Su afán laboral solo sirve para darle vueltas a su dinero, y hacerlo girar.

Unos 5 o 10 millones son los bendecidos del sistema, los que resultan favorecidos por el esquema económico vigente, siempre copiado de su alter ego, los Estados Unidos de Norteamérica.

Colombia es pues, un país de contrastes.

Mientras sus riquezas están acumuladas apenas en unos cuantos oligarcas, patriarcas, caciques políticos, ex jefes de estado, jerarcas, delincuentes de cuello blanco o patrones del mal, el país sufre pobreza marginal.

Y el colombiano de a pie no muere de hambre solo porque la naturaleza en Colombia es riquísima, da alimento para vivir; plátano, fruta, frijol, lentejas, arroz, maíz, mango.

Los insumos en Colombia prácticamente están sembrados en la tierra. Esos son.

En síntesis, en materia laboral, diremos que los obreros de Colombia se hunden en el trabajo diario, mezquino, arduo, hasta morboso, y de leve sostenimiento y magra esperanza para vivir mejor. Y sus expectativas no llegan muy lejos, como la ley fuga.

Escapen por sus vidas, mientras el arma de un verdugo apunta fríamente a sus cabezas.

El vivir bien es sueño que jamás consuman, jamás conquistan, pues sus ingresos están contados hasta el último centavo.

La inflación es grave, y el sostenimiento de su economía cuesta muchísimos millones de pesos colombianos al gobierno, quien hace malabares por preservar el sano equilibrio.

Además, en Colombia es cierto el refrán que dice ‘nuestra moneda es redonda pues fue hecha para que gire y dé vueltas’.

Ahora bien, no es por comparar pero México es igual a Colombia en el sentido de depender de lo que arrojan al suelo los poderosos de la iniciativa privada, aquéllos favorecidos por el gobierno con prebendas, concesiones y convenios de explotación. Nos referimos a concesiones de  minas, telecomunicaciones, carreteras, bosques, permisos de tala de árboles, etcétera.

Y si a este mal le agregamos su bien ganada fama de país en donde se fundó el narcotráfico,

la cosa pues empeora.

El 15 de junio se celebrarán las elecciones presidenciales (segunda vuelta) en Colombia.

Todo colombiano sabe que están a la vuelta de la esquina.

Tanto el centro-izquierdista JUAN MANUEL SANTOS como el derechista OSCAR ÍVAN ZULUAGA irán por todo para vencer a su respectivo rival.

Es digno de llamar la atención que Zuluaga en su primera incursión haya derrotado a Juan Manuel Santos, casi sin aspavientos.

El refrán mexicano dice: ‘Caballo que alcanza, gana’.

Empero a veces no es aplicable en otros lares.

Juan Manuel Santos quiere quedarse a gobernar 4 años más.

Y hará hasta lo mafiosamente posible para derrotar a su inquietante rival.

Este último, Zuluaga, tigrillo perteneciente a la cuadra del bien querido en Colombia Álvaro Uribe, a quien la clase popular lo llama héroe por derrocar a buena parte de los líderes de las FARC, entre otros el Monojojoy.

Por otra parte, en temas locales, debemos afirmar que PABLO GONZÁLEZ LEÓN, alcalde del Mante, no cesa de trabajar por sus conciudadanos.

Ha tomado un ritmo ascendente, que no lo frena nadie. Por suerte lo acompaña a todos sus eventos el enlace territorial del gobierno de Tamaulipas, José Benítez.

Sabe Pablo González León el compromiso político, electoral y social tan grande que tiene a cuestas, en el año 2015, año de elecciones constitucionales federales.

Pablo González es el jefe político en El Mante, el presidente municipal propiamente dicho; pero además es el jefe político de todos los priistas, jefe de su partido.

Sabe bien que el campo del Sexto distrito está minado, en muchos rincones y vericuetos.

No por nada el PRI estuvo a punto de perder las elecciones federales hace 2 años, en 2012.

Pablo González León sabe de la existencia de minas anti personas que existen en el camino, minas anti personas sembradas aun por sus mismos compañeros del PRI, presuntamente aliados de su partido.

A estas alturas Pablo González León está en todos lados, en la inauguración de torneos deportivos, en el arranque de obras, en la repartición de kits para la economía familiar, en competencias deportivas.

Pablo González León a estas alturas está en otro nivel.

Por cierto, anote usted, mañana sábado a las 8 de la mañana se celebrará una carrera deportiva de maratón, de 5 kilómetros. El anuncio está dado, la información está confirmada.

Usted mantense amable, que ha conocido la otra cara de la moneda, la cara del terror, del espanto, del toque de queda, del auto exilio y del auto encierro a piedra y lodo entre cuatro paredes, tome nota. Si puede vaya y participe.

La carrera empieza a las ocho de la mañana frente a la presidencia municipal.

Se trata de enriquecer la convivencia familiar, dijo el presidente municipal en su anuncio.

Bien, ahora sí es todo, nos leeremos pronto.

adadasdas
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