Hoy es Día del Maestro, a lo largo y ancho del territorio mexicano se realizan eventos en su honor, reciben reconocimientos y hasta estímulos económicos por su destacada trayectoria y años al servicio de la educación.
Este día es de festejo, fiesta y asueto para los maestros, claro que los niños y jóvenes también disfrutan el día sin asistir a la escuela, más porque mayo es el mes con más días inhábiles, se festeja el Día del Trabajo, la Batalla de Puebla, el Día de la Madre, Día del Maestro, Día del Estudiante y en cada uno de esos festejos se construye un puente.
Para la fe católica mayo es el mes de MARIA, de ofrecer flores y asistir al rosario, es la época del año donde nacen y se cosechan las más hermosas rosas que se ofrecen a la reina del cielo, La VIRGEN MARIA.
La situación es que hoy es Día del Maestro, y de ellos muchos han dejado huella, otros muchos solo han dejado que desear, a decir verdad, la profesión es admirable y más admirables son aquellos profesores que entregan su vida a la enseñanza, los que tienen que recorrer grandes distancias para educar a niños en comunidades lejanas, los que ven la enseñanza como una devoción y en ella van dejando pedazos del corazón.
Del autor Castañeda dedicado a todos sus maestros, estas líneas.
Viviendo entre otras vidas, olvida su propia vida,
Destruyendo las tinieblas de la ignorancia gana su guerra,
Su mayor paga son las respuestas de sus alumnos,
Reír con ellos es su mayor goce.
Aunque triste esté, sonriente se le ve
La imagen más perfecta de comprensión y amor.
Su tiempo lo regaló y nunca lo discutió.
Unos lo quisieron, otros lo olvidaron
Más él siempre los quiso a todos.
Ahora, lento camina, el viento lo vence
Y su voz ya no luce galante como cuando les leía.
Sentado esta, mirando el cielo, sus ojos se cierran,
Su mano cae y deja libre una hoja de papel.
La última nota escrita, el viento la entona
Y la impulsa sobre la corriente de un río.
Me llevo el gran triunfo de saber que ustedes,
Mis hijos, mis alumnos queridos,
Representan en cada gesto, en cada andar, en cada vibración
Pedazos de mí espíritu
Que ahora ya son hombres seguros,
Con ideales firmes y honestos.
Si algunos se pierden en esta rueda que es la vida,
Volveré en la frase de un amigo, en la mirada de un niño,
En el entrecejo de un padre, o la caricia de una madre,
Y te haré recordar, cual es tú camino.
