Por supuesto que no voy a generalizar, pero es decepcionante que cuando se baja un recurso, se da capacitación y seguimiento, se invierten inclusive las utilidades en tratar de hacer entender, con hechos, que es posible producir de acuerdo al proyecto recibido, es una lástima que la falta de actitud, de compromiso, de ganas de salir adelante, tiren por la borda el esfuerzo que una instancia federal y en este caso, el del proveedor asignado, realizan para mejorar las condiciones económicas de las beneficiarias.
En algo se falló al momento de seleccionar al grupo beneficiario, y al momento de recibir el apoyo empezaron a surgir las desavenencias, las envidas y la renuencia a trabajar en grupo; Quizá se sienten a gusto recibiendo el apoyo económico que reciben, en efectivo cada dos meses y el que se tenga trabajo esporádico a la semana les permite cumplir con sus necesidades básicas; quizá el seguro popular solventa sus necesidades de salud, quizá la despensa mensual les solventa en algo las carencias alimenticias.
Lo que les falta solventar a estas personas es la visión a mediano y largo plazo, y el entender que un proyecto de este tipo, además de ser punta de lanza para poder bajar más proyectos de este tipo en un futuro cercano, que ayudaran a otros grupos marginados a mejorar sus condiciones socioeconómicas; les falta solventar y entender que el éxito o fracaso de este proyecto las afectara en el futuro cercano en la posible solicitud de otros apoyos, porque me pregunto: ¿con que cara podrán el día de mañana acercarse a una instancia gubernamental a solicitar ayuda en especie y/o en efectivo para implementar un negocio si cuando fueron apoyadas tiraron por la borda el apoyo brindado? Y no me refiero nada más al económico y material, que es bastante substancial, sino también a las horas dedicadas por técnicos en capacitación, en formación, en seguimiento, en tratar de hacer grupo y que se entendiera que el trabajo en equipo puede ser rentable económicamente y redituable socialmente.
Porque su actitud negativa ya ha tenido efecto en la cancelación de un proyecto similar a personas que ya habían sido capacitadas y que al parecer estaban dispuestas a trabajar en grupo, buscando mejorar sus condiciones de vida.
La falta de una actitud positiva, de mostrar las ganas que se tienen por salir adelante, de mostrarles a los hijos que el trabajo rinde frutos y que hay maneras de mejorar las condiciones de vida, conllevara seguirse auto condenando a una vida de mediocridad, donde esperan con ansia que llegue el gobierno a solventarles sus carencias, esperan los tiempos electorales para intercambiar su voto por un bien inmediato y quejarse de que las oportunidades son para otros y no para ellos.
Repito, es una lástima que al día de hoy, el proyecto de Granja Comunitaria para Producción de Huevo ubicado en Santa Ana de Nahola, en Tula Tamaulipas este fracasando; la encargada de campo está cada día más decepcionada de esa actitud, pero buscara encontrar la estrategia adecuada que impulse este proyecto nuevamente y se cumplan las expectativas que se plantearon, la inversión realizada, a fondo perdido por cierto, genere beneficios y poder pensar entonces si, en cacarear el huevo y demostrar con hechos que es posible la producción de huevo en Tamaulipas.
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