Aristóteles menciona que “la política, es intrínseca a la naturaleza del hombre, que es necesaria para vivir en plenitud moral y que toda forma de gobierno, pueda tener una vertiente correcta y otra incorrecta”.
El mundo sin política fuera muy aburrido, fuera demasiado lineal, sin opiniones diferentes y nos queda claro sin negociaciones.
La política se encarga de hacer que las aspiraciones de las personas aumenten o se disminuyan para seguir participando en ella misma.
Muchos creen que pueden dominar la conducción y decisión de la política. Pero pareciere ser que la política es un ser autónomo, individualizado y de momentos sin escrúpulos, que quita y pone, ilusiona y destroza.
Hoy, donde los procesos electorales están a la vuelta de la esquina, podemos observar a más de 3 en cada municipio del Estado, que tiene sus metas bien fijadas en alcanzar una candidatura a elección popular. Y que no se diga por alcanzar la gubernatura. Este último es el sueño de varios.
En los tres niveles de gobierno, existen cargos públicos que de cierta manera te ponen en ventaja de otras personas con las mismas aspiraciones. Encomiendas en las cuales estás muy cercano a la población y la población realmente te conoce. Responsabilidades en donde haces alianzas con los diferentes grupos políticos. Candidaturas de éxito que muestran el apoyo y la garantía de triunfo en próximas elecciones. Esos logros son los más peleados por los que quieren tener el derecho a seguir participando en política.
Los mensajes son muy claros. En la vida y más en la política, la causalidad y no la casualidad es el parte aguas de las deducciones para ir orientando las futuras y más ciertas respuestas. La política no se hace de manera obligada, se da de manera natural.
Twitter: @AndradeRodolfo
Email: Rodolfoandrade123@icloud.com
