El reto de los diputados

Los diputados Federales, me refiero a todos, tienen enfrente el primer reto, el aprobar o no la reforma a la Ley Federal del Trabajo enviada por el Presidente FELIPE CALDERON HINOJOSA.

Los legisladores federales tiene en sus manos el futuro de los jóvenes y la tranquilidad de su vejez, de ahí que tendrán que examinar a conciencia la propuesta de reforma, la cual en opinión propia, sin que ello signifique me alce como especialista en el tema, pero que la lógica y la experiencia vivida me permiten, deberá tener sus puntos de equilibrio.

Sin lugar a dudas que los tiempos demandan hacer adecuaciones a esta ley, pero que estas no solo beneficien a los patrones, sino que en el equilibrio, los sueldos, sobre todo el de los obreros, les permita vivir de manera decorosa, y alcancen lo que la misma constitución establece.

Que no se permita, que el pago por horas deje sin seguridad social al trabajador, porque de otra forma, como podrían enfrentar la vejez, porque si bien es cierto, este sistema existe en otros países, como es el vecino del norte, también es cierto que ahí se les garantiza una vejez digna.

Que se reconsidere la prestación de servicios bajo el régimen de honorarios, porque en estos tiempos no son pocas las empresas que contratan bajo esta modalidad a su personal, y con ello se evitan el otorgamiento de la seguridad social, como es el servicio médico, vivienda, entre otras prestaciones, y los empleados no solo pierden estos beneficios, sino que al paso del tiempo, cuando les alcanza la edad, no tienen derecho a una pensión que les permita vivir con dignidad esa etapa de la vida.

Otro aspecto que requiere de una gran atención, es el sindical, porque una realidad es que las organizaciones sindicales en aras de la “defensa” del trabajador, la mayoría de los dirigentes se benefician de su “representación”, a tal grado que patrones y autoridades han tenido que ceder no solo a demandas justas, sino  a exigencias, y en algunos casos a caprichos.

Una verdad es que hay empresas, industrias, e incluso los tres órdenes de gobierno que son afectados con el gran número de personal que están comisionados a  sus organizaciones sindicales.

El mejor ejemplo de esto es el Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE), que a nivel nacional registra más de 120 mil comisionados, y de estos no pocos son de la sección 30.

En este caso, si lograran los diputados federales con la reforma a la ley laboral acabar con este tipo de “beneficios”, podría apostar que faltarían escuelas y hasta oficinas para ubicarlos.

Cuantos miles de millones de pesos cuesta al estado mantener ese tipo de organizaciones sindicales, cuyos líderes se enriquecen día a día, mientras que sus representados no logran mejorar sus condiciones de vida.

En fin, el punto es que los diputados federales tienen el primer reto en sus manos, y sin lugar a dudas, de su aprobación dependerá el futuro de sus partidos políticos, e incluso el de ellos mismos en sus respectivas entidades.

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