La seguridad social en México es insegura. Al menos eso es lo que se puede apreciar en los análisis y estudios que han realizado diferentes organismos e instituciones en el país, en resumidas cuentas todos y cada uno de ellos nos dicen que el fuerte de México no es la seguridad social, mucho menos si esta se encamina a los servicios de salud.
Aquí los datos duros:
1.- Según académicos del Instituto de Investigaciones Económicas (IIEc) 65 millones de personas, aproximadamente el 60% del total de la población nacional, cuentan con una cobertura baja o nula de seguridad social, misma situación que los coloca en una postura difícil frente a emergencias.
2.- Solo 18 millones de empleados que cotizan al IMSS, ISSSTE, ISSFAM, así como los afiliados a los programas de seguridad social de PEMEX, CFE, entre otros, gozan de una coberturamas amplia.
3.- los números anteriores nos colocan en los últimos lugares de América Latina en cobertura de seguridad social, ya que menos del 50% de la población está protegida. Solo nos encontramos por encima de Colombia, Haití y algunos países centroamericanos.
El fracaso es histórico:
4.- Los gobiernos mexicanos han desatendido lo estipulado en el artículo 102 de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), que sin ser vinculatorio, pide la expansión de la seguridad social, señalando diversas obligaciones del gobierno para vigilar que los empleadores otorguen servicios de seguridad social.
5.- La Auditoria Superior de la Federación, en su informe de la Cuenta Pública 2013, detalla que el tiempo de espera para la atención medica del Seguro Popular es de 77.9 minutos, mientras que la norma estándar que establece la Secretaría de Salud establece un máximo de 30 minutos de espera.
6.- La Comisión Nacional de Derechos Humanos, en su informe de labores del 2013 señala que el IMSS se coronó como el organismo que más quejas suma por presuntas violaciones a los derechos humanos, llegando a la nada envidiable cifra de 1,660 quejas.
7.- En 2009, 2010 y 2011 logró colocarse en el segundo lugar, con 701, 1,083 y 1,668 quejas respectivamente. Claramente se aprecia que los estándares de calidad van de mal en peor.
Debo comentar que tales números fueron recabados para un debate que se llevó a cabo en mi clase de Seguridad Social. En donde junto con mi compañera de equipo, Andrea C. Balderas, consumamos el triunfo. Como se aprecia, nos tocó defender la postura contraria a los datos amables.
Sin embargo, más allá de quien gano o perdió, la conclusión general de todos los asistentes fue que en México la seguridad social no avanza por los índices de corrupción en las altas esferas de poder. Además de que en este país tenemos una gran constitución pero nadie se atreve a respetarla.
¿Quién respeta las leyes? Fue y sigue siendo mi pregunta.
¡Excelente lunes!
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