Los cambios constituciones, detenidos desde finales del año pasado, alcanzaron un acuerdo entre los tres partidos grandes, que incluyen dos cámaras legislativas: una ordinaria y otra para darle vida a la Constitución de la Ciudad de México.
Todo indica que antes del Día del Niño, esta reforma histórica tendrá el aval de los senadores de la República.
Obviamente requiere cambios a la Carta Magna, por eso tendría que ir a todos los congresos locales, pero a pesar de la dificultad y cercanía al proceso electoral, todo indica que hay consenso y hasta interés de que este asunto avance, por la presión social, la urgencia de cumplir la promesa incumplida, y por la decisión política del Presidente Peña Nieto.
Si lo vemos objetivamente, los defeños son de segunda, comparados con los habitantes de las otras entidades del país, y según Mariana Gómez del Campo (PAN) y Mario Delgado (Morena), podrían ser también avalados los cambios por la Cámara de Diputados antes de que todos los legisladores se vayan a apoyar a sus gallos y gallinas, y se integren de lleno al proceso electoral.
Faltan dos semanas, seguramente seccionarán en seis ocasiones, pero el acuerdo está dado: va la reforma chilanga.
Según Delgado, el queretano Burgos, presiente de la Comisión de Puntos Constitucionales y Gamboa, coordinador del PRI, ya están de acuerdo, y por ello todo el círculo está completamente cerrado para que se dé la ansiada luz verde para transformar al D.F.
Triunfo para el PRD claro, triunfo para Muñoz Ledo (mi compañero en el canal 34 de Mexiquense TV), triunfo también para los panistas que son segunda fuerza, y para el PRI, que pasará a la historia, siendo gobierno, por fraguar el cambio.
Aunque se antojaba imposible, los hacedores de leyes estarán a la altura y pasarán a la historia, junto con el congreso constituyente de la nueva norma jurídica de la Capital de la República Mexicana.
Y claro, otro acierto para Miguel Ángel Mancera rumbo al 2018.
*Periodista, editor y radiodifusor
@GustavoRenteria
www.GustavoRenteria.mx
