Recrimina el representante del parlamento a su ayudante: “-te dije que tenía qué hacer una intervención de una hora… ¡no de tres!” el imberbe contesta: “-señor… leyó usted el documento ¡y las dos copias!”. De la vida real.
LO CLARO. Enorme entusiasmo, patentiza la sociedad a las instituciones que hacen encomiables esfuerzos para establecer ‘suelo parejo’ a los estudiantes que desean realizar una carrera profesional, en miras de enfrentar los retos de ser productivo a la demandante sociedad.
Lo anterior, al constatar que escuelas públicas -como al Universidad Autónoma de Tamaulipas-, acreditan sus esfuerzos económicos en dar la infraestructura necesaria para que personas que carecen de capacidades motoras en su totalidad, puedan acceder a tecnologías que les permitan desarrollar su aprendizaje, a la par que aquellos que se encuentran al cien.
El resultado es impulsar más profesionistas talentosos. Significará por ende, infraestructura humana de valía para el desarrollo económico de la sociedad.
Calculadoras parlantes y computadoras que toman dictados, son algunas de las maravillas tecnológicas que forman parte de la estrategia de apoyo a éstos jóvenes especiales. No hay pretextos…
LO OSCURO: Una excelsa pieza oratoria, llegó a mis manos; sutil, perenne, de actualidad y sobre todo de alto contenido y significado.
Sin abusar del espacio y de su paciencia, retomaremos algunas letras del escrito, pues verdaderamente… no tiene desperdicio.
“Hijo mío, por favor, de tu blando lecho salta.
-Déjame dormir, mamá, que no hace ninguna falta”
(.) “Hijo mío, por favor, ¡van a llamarte haragán!
-Déjame mamá, que nunca me ha importado el qué dirán”.
(.) “Hijo mío, por favor, que ya has dormido en exceso.
-Déjame mamá, que soy miembro del Congreso; y si falto a las sesiones ni se nota. Solamente necesito acudir cuando se vota”
(.) Bueno, te dejo hijo mío. Perdóname, lo lamento. ¡Yo no sabía el estrés que produce el Parlamento!”
Título: “Déjame dormir, mamá” Escrito por Fray Junípero (1713-1784) Religioso franciscano español.
Menester hacer la puntualización sobre la legislatura federal en transcurso, a la que le tocaron en suerte, la transición democrática y la aprobación de once reformas.
Habiendo dicho lo anterior, retomamos lo que en el ‘colectivo’ impera:
En 2014, el Congreso Local de Quintana Roo resultó ser el más caro e improductivo de todo México. Con apenas 16 iniciativas presentadas en la primera parte del año (una productividad de 1.33 anual) y 47 actividades en el diario de debates, erogó en ese periodo una cantidad igual a 29.3 mdp por diputado, por cada cien mil habitantes.
Todavía falta. Hablemos también de San Lázaro. El santo que aglutina a 500 legisladores.
En la presente legislatura, el costo de cada iniciativa –las reformas son otro tema, impulsadas por el poder ejecutivo- retomamos. Cada iniciativa presentada ante el pleno, ha costado al erario 62.2 mdp.
Han sido en total, 106 con un presupuesto cameral de 6 mil 595 mdp para ese efecto.
Según la ONU, debemos sentirnos orgullosos. México tiene el quinto Congreso más caro del mundo. Apenas por debajo de Estados Unidos (1er lugar); seguido de Brasil, Nigeria y Japón.
La historia nos presenta la función del representante popular, como un trabajo de ‘levantar el dedo’ y cobrar por el esfuerzo. Es tiempo que ellos mismos enaltezcan la oportunidad que les da la historia de ser parte del transitar de México hacia el progreso y entregar a los que nos heredarán, un mejor lugar para vivir. Y que el pueblo les reconozcamos su valía.
No sus ganas de dormir.
COLOFÓN: Es tiempo ya –según fray Junípero- de dignificar el trabajo parlamentario. La honra del mismo pueblo lo reclama.
P.D. Gracias por el poema, don Paco. Va a ser un éxito.
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@deandaalejandro
