1.- Un político pobre, es un pobre político. La frase la acuñó el profesor Carlos Hank González (+), líder del Grupo Atlacomulco, exgobernador, exregente de la ciudad de México y muchos ex más.
El tema viene a colación porque los últimos cuatro aspirantes a diputados federales por el PRI, dieron muestra en su primer acto político (respectivos actos de registro), de lo que se puede esperar de ellos como candidatos, no sólo por su disposición de recursos materiales sino por el oficio o falta de oficio político según veremos a continuación. Hoy sólo los examinamos como protagonistas en busca del voto, su desempeño como legisladores es otra asignatura.
El único que dio muestras de que tiene “oficio” en estos menesteres, fue Edgardo Melhem Salinas, supo combinar la tropa con mariscales de campo, Junan Pueblo, esto es clase popular, diputados locales y líderes de opinión de los nueve municipios que integran el III Distrito por el que competirá.
El exdelegado de la Sedesol Federal es el único que apegado a lo que permite la ley en materia electoral difundió en redes, Twiter y Face Book no sólo fotos e información de su registro, sino un video que resumen sus logros como funcionario, asimismo la despedida, un tanto emotiva, del personal que le acompañó en su desempeño en la dependencia federal.
Los otros tres casi, casi candidatos Esdrás Romero Vega, Alejandro Guevara Cobo y Yaheel Abdalá Carmona no fueron capaces de aprovechar esta primera oportunidad para promoverse dentro de los espacios reglamentados por la ley, que antes citamos.
La del I Distrito con cabecera en Nuevo Laredo, Yaheel Abdalá Carmona, regidora de oposición en el gobierno panista de Carlos Canturosas, al no tener el apoyo del municipio, como seguramente lo tiene el exalcalde de Madero a quien además lo respalda el Sindicato de Trabajadores Petroleros de la República Mexicana, Sección Uno, no tuvo el despliegue de una porra fuerte, o sea la movilización de sus simpatizantes, aunque si llegó cuerpeada por exalcaldes.
Eso nos dice que a alguien se le olvidó que a los abanderados que provienen de municipios de oposición hay que apoyarlos de manera especial; o será que de plano ni la intensión tienen de luchar por el triunfo y sólo es simulación, por eso se eligió a una elemento inexperto, con escasa trayectoria y sobre todo mujer, para que vaya directo a la derrota.
Y de Alejandro Guevara Cobos, que le puedo decir, tiene su grupo de apoyo, aunque desparramado en puntos geográficos ajenos a su Distrito y ahí estuvieron cuando menos para hacer bulto, echar porras y darle calor al registro.
2.- En las campañas político electorales tenemos que distinguir entre el trabajo de partido que durante los últimos doce meses vinieron haciendo los 43 presidentes de los Comités Municipales del PRI y la cabeza estatal, Rafael González Benavides y su equipo, y otra es la responsabilidad y compromiso de cada uno de los candidatos (que aún no lo son), tendrá que responder a su partido, apoyado por sus respectivos coordinadores de campaña.
Los ocho candidatos del PRI estarán cobijados por la sombra que les ofrezcan los alcaldes que provienen de su partido, por sus actos de gobierno; endebles estarán los que tienen como cabecera municipal a Nuevo Laredo y Matamoros. ¿Habrá alguien que tenga esa consideración?. Agregue Usted la campaña antipeñista que pega fuerte contra el gobierno federal priísta a lo largo y ancho del país.
El problema de los ocho precandidatos hasta ahora registrados, no es que vayan a competir en territorios (distritos federales) ganados (en seis de ellos) por el PAN hace tres años, eso es lo de menos, las condiciones ahora son otras. Los focos rojos están en los municipios grandes gobernados por la siglas albiazules. No todo es estructura y operación política, son importantes los atributos personales de cada uno de ellos y sobre todo la experiencia del equipo de campaña y claro, el tema que hoy nos atrajo, los recursos materiales, el poderoso señor Don Dinero, para que no sean unos pobres políticos como los que describió alguna vez el profesor Carlos Hank González.
