“Cuando un hombre se da cuenta que su padre tenía razón, es casi seguro que ya tiene un hijo que piensa que su padre… está equivocado” Charles Wadswoth. Pianista norteamericano.
LO CLARO: en Tamaulipas, existe una ciudad en el centro norte. San Fernando. Su origen se remonta a 1749, cuando el país estaba conformado por el Reino de México; la provincia de Nueva Extremadura; el Reino de Nueva Galicia; el de Nueva Vizcaya y el Nuevo Reino de León.
San Fernando era tan importante –como lo es hoy- pues al ser un punto de paso entre la costa del Golfo de México y lo que hoy conocemos como Linares en Nuevo León, obligaba al tránsito terrestre de la codiciada sal, venida de Europa.
Tal es la importancia histórica de la ciudad que hoy cuenta con 60 mil habitantes.
Situada en un importante lomerío, el gobernador y la alcaldía de la ciudad decidieron darle a la ciudad el paso más importante para garantizar su futuro. La construcción de un acuaférico que supla y acondicione la llegada domiciliaria, con tecnología de punta, del vital liquido.
Con una inversión de muchos números (a la gente en general no nos es de agrado el manejo de cifras) será posible que una obra –que no se ve- cristalice un anhelo sanfernandense de 265 años.
Podrán seguir transportando sal del Golfo, hacia donde quieran; por muchos años más.
Obras, son amores.
LO OSCURO. Según la ‘ley de la vida’ a la que obedece la cadena alimenticia, es de orden considerar que el pez grande, se come al chico. Cuestiones de dominación, jerarquía, posición evolutiva, etc.
La historia mexicana tiene contemplada otra manera subjetiva de atender estos menesteres. Haremos una breve recopilación, que parece demostrar lo contrario. Esperemos no herir susceptibilidades.
A México no lo conquistó Cortés con un ejército numeroso de 500 españoles (ni España existía como tal). Su victoria estuvo fincada en la alianza que hizo con los pueblos indígenas que deseaban ver el final de la dominación mexica. Hoy se llamaría “fuego amigo”.
Nuestra independencia fue planeada y consensada por españoles que estaban en contra de sus mayores. No les corría sangre aborigen. No fue liderada ni consumada por mexicanos de origen (no de nacencia).
Al representante de la democracia –Madero- lo asesinó aquél que él mismo habría designado para comandar las fuerzas armadas. El “chacal” Huerta.
Carranza da la orden de asesinar a Zapata. A su vez, Carranza es ejecutado por instrucciones de su ‘pececito’ Álvaro Obregón. Éste –el ‘manco’- se especula la guerra cristera le obligó a pagar con su vida la afrenta causada a ellos mismos.
La era moderna, no es disímbola en ninguno de sus casos. Echeverría deja a su ‘alter ego’ López Portillo que no sólo desconoce al ‘echeverrismo’; también sucumbe a la entrada de su ‘elegido’.
Salinas de Gortari reniega hasta hoy de Zedillo (considera que ése sí es su “error de diciembre”) y no es distinto entre Fox y Calderón.
Si no es natural, conforme a las leyes universales, que le vayan haciendo un apartado al pequeño Larousse sobre la nueva óptica mexicana. El pez chico, tarde o temprano devorará al grande.
¿Quién habitará la pecera de Peña Nieto? Es pregunta.
COLOFÓN: Algún ‘oficioso’ me volvió a dar baje con mi carro… ¡cuánta razón tenías, papá!
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