Más allá de filias y fobias, el Presidente Peña Nieto será recordado por las reformas. Esas que intentó Fox y Calderón, y nunca se concretaron.
Dirán los malquerientes del Presidente que su partido, el Revolucionario Institucional, fue una pésima oposición durante esos 12 años azules, y que por ello, esas iniciativas nunca salieron.
Y quizá ahí radica el merecimiento para entrar a los libros de historia, porque desde que ganó las elecciones, en julio de 2012 y hasta horas antes de rendir protesta de ley, cabildeó, negoció y convenció a las dirigencias de Acción Nacional y de la Revolución Democrática de que era el momento de transformar las cosas.
El costo, por cierto, para Madero y Zambrano ha sido muy alto; por un lado se les cataloga como estadistas y de hombres de avanzada, por anteponer los intereses nacionales antes de ser un simple contrapeso del poder Ejecutivo Federal. Y por otro, se les cataloga de entreguistas, traidores, “nalgas prontas” y de ponerse como tapete para el paso veloz del mexiquense.
Con el tiempo se les calificará con justicia, por lo pronto, tienen partidos a sus respectivos partidos.
Pero más allá del Pacto por México que logró el Presidente de la República con su equipo: Miguel Ángel Osorio Chong, Luis Videgaray, José Antonio Meade, Pedro Joaquín Coldwell, Gerardo Ruiz Esparza, Emilio Chuayffet Chemor, Juan José Guerra Abud, Mercedes Juan López, Idelfonso Guajardo, Alfonso, Navarrete Prida, Jesús Murillo Karam, Alfredo Castillo Cervantes, Aurelio Nuño, Humberto Castillejos, Erwin Lino Zárate, Francisco Guzmán Ortiz, David López Gutiérrez, Luis Enrique Miranda Nava, Felipe Solís Acero, Lía Kimón García, Eduardo Sánchez, Eugenio Imaz Gispert, Jorge Alberto Lara Rivera, Fernando Aportela, Miguel Messmacher, Fernando Galindo Favela, Aristóteles Nuñez, Carlos de Icaza, Sergio Alcocer, Juan Manuel Gómez Robledo, Enrique Ochoa Reza, Emilio Lozoya Austin, José Peralta Sánchez, Raúl Murrieta, Carlos Almada, Benito Neme, Gabriel O´shea, Mikel Arriola, José Antonio González Anaya, Sebastián Lerdo de Tejada, Laura Vergas Carrillo, David Korenfeld, Rodolfo Tuirán, Alba Martínez Olivé, Alejandro Murat Hinojosa, Enrique del Val Blanco, Ricardo Aguilar, Roberto Campa Cifrián y Ernesto Nemer Álvarez, demostraron oficio los coordinadores tricolores en las cámaras federales.
Si bien las decisiones se tomaban en una mesa de trabajo fuera de las instalaciones de Insurgentes y San Lázaro, Emilio Gamboa Patrón y Manlio Fabio Beltrones tenían que concretar esos acuerdos. Y atención, la instrucción que tenían era convencer, dialogar, discutir más allá de aplanar con los votos. Y tejieron fino.
¡Vaya acierto del entonces candidato, de nunca oponerse a que el yucateco y el sonorense coordinaran los trabajos legislativos!
Muchas veces se dijo que eran de grupos distintos, que había acabado su carrera y que el Grupo Atlacomulco los rebasaría, pero ambos se necesitaban. Y en lugar de pelearse, en lugar de dividirse se unieron. Por eso, la mancuerna Pinos-Insurgentes-San Lázaro merece también una página en los libros de historia, para entender qué pasó cuando el PRI retomó el poder.
Y sería injusto decir que Emilio y Manlio hicieron todo. Están bien cobijados: Blanca Alcalá, Angélica Araujo, Joel Ayala, Enrique Burgos, Raúl Cervantes, Cristina Díaz, Omar Fayad, Ernesto Gándara, Diva Gástelum, Arely Gómez, Felix González Canto, Isaías González Cuevas, Marcela Guerra, Ismael Hernández Deras, Ana Lilia Herrera, Claudia Pavlovich, David Penchyna Grub, Miguel Romo Medina, Gerardo Sánchez, Héctor y José Yunes.
También Carlos Aceves del Olmo, Francisco Arroyo Vieyra, Antonio Francisco Aztiazarán, Manuel Añorve, Laura Barrera Fortoul, Marco Antonio Bernal, Adolfo Bonilla, Eloy Cantú, Enrique Cárdenas del Avellano, Alejandra del Moral, Enrique Doger, Patricio Flores Sandoval, Heriberto Galindo Quiñones, Jorge Mendoza Garza, Guadalupe del Socorro Ortega Pacheco, Cristina Ruiz Sandoval, Mauricio Sahui, Javier Treviño Cantú, Pedro Pablo Treviño, Simón Valanci, Maricela Velázquez y Paloma Villaseñor. Y antes de irse a Toluca, el entonces diputado federal José Sergio Manzur Quiroga.
En fin, el Presidente estuvo cobijado, ahora que las reformas le cambien la vida a la gente; que sus estómagos estén más satisfechos, sus carteras y alacenas más llenas y que la desigualdad se acote.
Y por su puesto no pierda de vista a los tricolores aquí nombrados, incluyendo a la amplia lista a Ivonne Ortega y Cesar Camacho. Todos ellos jalaron parejo.
*Periodista, editor y radiodifusor
@GustavoRenteria
gustavo@libertas.com.mx
