Fuera y lejos del discurso de salvación, del dedazo para buscar culpables y de las antiguas, además de contundentes, prácticas del corporativismo político que mermaron a la educación en México, hoy debemos de cambiar de camino.
Vivimos en un país lleno de armas, pero no de libros; en otras palabras estamos en tierra de desarmados pues el conocimiento es la llave a cualquier lugar, las armas y las balas son llaves semejantes pero con finales diferentes.
Si hablamos de la educación en nuestro país, la mayoría de los ciudadanos sabemos quiénes son los culpables, pero ¿Cuántos se han puesto a pensar en posibles soluciones?
En este espacio, incansablemente hemos mencionado la relación continua y eficaz que debe haber entre universidades, gobiernos y empresas; que en México es un verdadero problema, ya que somos un país de alta producción de personal para mano de obra, pero el talento mexicano que dirige y administra empresas es poco y en peligro de extinción.
En nuestro país el 96% de los niños mexicanos con un coeficiente intelectual (IQ) superior a 130 puntos pierde sus capacidades debido a un diagnóstico equivocado, generalmente se confunde a un niño superdotado con un niño con trastorno de hiperactividad.
Por otro lado, la deserción escolar de jóvenes entre 15 y 18 años de edad en nuestro país es la más alta de los 34 países miembros de la OCDE, el 66% de los jóvenes en México abandonan sus estudios por completo después de terminar la secundaria.
En México 1 de cada 5 pesos es destinado al gasto en educación, pero el 30% de las primarias no cuentan con biblioteca y el 94% de las escuelas rurales no cuentan con laboratorios para prácticas, según la organización Mexicanos Primero.
Según el Banco Mundial, en México la mitad de los delitos ocurridos en 2010 fueron cometidos por jóvenes de entre 18 a 29 años; 9 de cada 10 son hombres.
México es el tercer país de la OCDE con mayor número de ninis, 24.7% de los jóvenes entre 15 y 29 años no estudian ni trabajan.
En solo 7 Estados de nuestro país las empresas reconocen tener una relación de colaboración con las universidades, según la Encuesta de Competencias Profesionales (ENCOP) 2014. La mayor relación que existe entre estudiantes y empresas, según la encuesta, son las prácticas profesionales.
En México los cambios en educación deben ir más lejos de lo que están yendo ahora. La educación es el primer y principal programa de prevención contra cualquier adicción o delincuencia juvenil, pues un país educado es un país armado.
¡Excelente semana!
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