Inicia la versión oficial de la Reforma Energética

El pasado lunes escribí mi columna refiriéndome al estatus que tiene la propuesta de reforma Energética, enfocando el tema central en la conocida como “Renta Petrolera”, recordando que a la empresa paraestatal “Pemex”, los distintos gobiernos desde su creación, y con mayor fuerza en los últimos 12 años, se desangró como la principal fuente de ingresos al fisco, con el 37% de aportación del 100% de ingresos fiscales de la SHCP.
 
En esa ocasión, abundábamos en la falta de precisión de la versión oficial que se tendría desde el punto de vista de las autoridades de gobierno, la empresa y del congreso de la Unión. Por suerte, el mismo lunes se publicó por parte del Wall Street Journal, reproducida en la página Tiempos de Tamaulipas, la interesante nota, bajo el título: “Versión oficial: la reforma Energética tendrá dos objetivos: energía más barata y ganar en competitividad”, que ofrece el actual director general de Pemex, el Lic. Emilio Losoya Thalman.
 
Por ser de interés público, me permitiré aquí reproducir algunas de sus afirmaciones, tratando de ser objetivos y críticos, en aras de abonar mayor claridad de temas para el necesario debate público que una decisión de reforma Energética en la empresa Icono de este país se merece, ya que constituye un verdadero Tabú nacional desde los tiempos de la Expropiación petrolera de 1938. Fuente: http://tiemposdetamaulipas.info/?p=1379
 
“Durante décadas, la política energética de México se limitó básicamente a la exportación de petróleo a cambio de efectivo para financiar el gasto gubernamental. Ahora, el nuevo gobierno del país quiere utilizar la industria petrolera y el monopolio estatal Petróleos Mexicanos (Pemex) con un objetivo distinto: energía más barata para una economía más competitiva”, dijo el presidente ejecutivo de la compañía, Emilio Lozoya.
 
El joven ejecutivo de 38 años dijo que “el gobierno del presidente Enrique Peña Nieto se está esforzando para reformar las leyes tributarias y energéticas este año, algo que resultaría en energía más barata para los consumidores y para las empresas que operan en el país. En la actualidad, el gobierno depende de Pemex, una de las mayores petroleras del mundo, para 35% de su gasto fiscal, lo que deja a la compañía con muy poco para invertir en áreas como gas natural.
 
Mientras tanto, las empresas privadas prácticamente tienen prohibido invertir debido a las leyes energéticas nacionalistas de México”.
 
No deja claro el director de Pemex, cómo se ha descapitalizado a Pemex tanto por los gobiernos del PRI como del PAN, usando a la empresa como la caja mayor de la SHCP, sin dar oportunidad a la misma de capitalizarse, tanto que en tiempos recientes se legisló por el congreso, con la finalidad de dar mayores atribuciones de recuperación.
 
Por ello, Losoya comenta que “…El resultado es un país rico en recursos energéticos donde las compañías a menudo pagan precios más altos por la energía que en otros lugares. Por ejemplo, México cuenta con grandes reservas de gas natural. Pero dado que Pemex no invierte lo suficiente en ese sector, tiene que importar gas de Estados Unidos, lo que aumenta los costos de las empresas mexicanas que tratan de competir con rivales globales como China”.
 
“La energía debería ser analizada desde una base competitiva y no como un generador de divisas extranjeras”, dijo Lozoya, en referencia a un potencial impulso a la inversión en industrias como el gas, petroquímicos y fertilizantes.
 
“Para complicar aún más las cosas, la producción petrolera de México ha decaído a 2,55 millones de barriles diarios frente a un máximo de 3,4 millones en 2004, conforme el crudo de fácil acceso en el Golfo es reemplazado por reservas más difíciles de explotar en alta mar y de crudo pesado. Para impulsar la producción, la compañía necesitará más dinero, tecnología y experiencia”.
 
Al igual, aquí no se comenta por parte de Losoya, cómo es que durante los últimos 12 años, se han registrado precios históricos del barril de petróleo crudo mexicano (superando la barrera de 100 dólares por barril de 200 litros), dando como resultado ingresos de divisas extraordinarios, que compensan incluso las caídas del volumen de exportación citadas (de 3,4 a 2.55 millones de barriles diarios), incluso no se habla de las constantes críticas del gobierno de Fox y Calderón, que no fueron aclaradas hasta la fecha.
 
Esta aseveración se refleja en lo que cité en la nota del pasado lunes, como la gran entrada de divisas a México, en la conocida como “Renta Petrolera”, resultado de los costos de extracción contra los precios promedio de exportación, que deja a México cifras superiores a los 111 mil millones de dólares al año 2011. Pero que por las cargas fiscales contra la empresa Pemex, se desangra incluso en más de dichas entradas.
 
Por todo esto, estamos de acuerdo cuando Losoya afirma que es urgente “…Reformar las leyes energéticas de México es ampliamente visto como una prueba importante para un país que captó la imaginación de los inversionistas al ligar su economía a un acuerdo de libre comercio con EE.UU. a mediados de los años 90, pero que luego ha visto cómo en los últimos años su estrella ha ido perdiendo brillo frente a otros mercados emergentes como China y Brasil…”
 
Sin embargo cambiar no será fácil, ya que la nacionalización petrolera de 1938, es considerada un momento clave en la identidad mexicana, esto es un tema Tabú. Algunos legisladores de izquierda, contratistas mexicanos e incluso algunas firmas extranjeras que prestan servicios a Pemex podrían ver ese cambio como una amenaza, apuntan analistas. Esto significa los verdaderos intereses oscuros de México, los dueños del gran capital, o la conocida como la Nomenklatura.
 
Lozoya, no mencionó detalles específicos sobre cambios propuestos a las leyes energéticas, y señaló que eso depende de los partidos políticos del país. Sin embargo, aseguró que los partidos tanto de derecha como de izquierda ya habían encontrado terreno común en los últimos meses para conversar sobre temas como la educación y la reforma laboral. La oposición conservadora de México, el PAN, está principalmente a favor de una mayor apertura de la industria energética a la inversión privada, mientras que el izquierdista PRD ha propuesto una apertura más limitada para áreas como la refinación.
 
Esta reforma Energética sin lugar a dudas será discutida por el pleno de las dos Cámaras en el mes de septiembre, sin embargo es requisito que se informen de los pros y contras que se verán afectados al aperturar a la empresa a posibles inversiones extranjeras, para no volver a repetir en México una venta de garaje, que contraiga beneficios a unos cuántos y perjuicios a todo el país, como fue el caso de la venta de Telmex. Los tiempos actuales son delicados, porque se juega el futuro de las nuevas generaciones cuando el país se encuentra en visos de cierta ingobernabilidad en estados como Guerrero, Oaxaca y Michoacán, donde operan las policías comunitarias. Por eso la reforma Energética será analizada con suma responsabilidad y seriedad.