Hoy a las 10 horas, escuchamos por primera vez en México, la voz del Papa "Político", no sólo el "Misionero de La Paz y la Misericordia".
En su primer mensaje, de las muchas expresiones que seguramente le escucháremos, nos: Advierte sobre la desigualdad social, que "Es tierra fértil de la corrupción".
Pide la civilización del amor. Nos recuerda que México es rico en bienes naturales, pero más aún, rico en juventud donde la mitad de la población es de jóvenes.
Pero no obstante que al antecederle la palabra por el mensaje de bienvenida de Jefe de Estado, que le brindó el presidente Enrique Peña Nieto, donde reconoció, en una especie de autocrítica, que México vive tiempos difíciles, pero abordado desde la óptica fácil de echar culpas a los factores externos de la globalización.
A esa diferencia el Papa Francisco, pone el dedo en la Llaga al señalar que la "Desigualdad social, política y económica, es tierra fértil para la corrupción".
En seguida nos recuerda que en México se sufre violencia, inseguridad, desempleo, pobreza, exclusión, riquezas excesivas contra pobrezas insultantes, injusticias, secuestros y tráfico de personas. Mensaje visionario y clarísimo.
Lo más fuerte que nos recordó a los mexicanos, pero sobre todo a los políticos y los ricos extremos, fue cuando reflexiono que: "El bien común ahora no se encuentra en tierra fértil".
Aquí es donde seguramente seguiremos todos los mexicanos, los mensajes de paz y de esperanza que nos vendrá a recetar el Papa político, el Papa crítico, para que nos inculque a nosotros sobre la urgencia que se debe de modificar ya, "El modelo económico neoliberal que nos tiene postrados en la opulencia de unos cuantos, versus la marginación de las mayorías".
Por ello vale la pena reflexionar ese reto de nuestros políticos del PRI, PRD, PAN y del resto de las franquicias de los devaluados partidos de nuestro país. "Que la falta del bien común, es tierra fértil para la corrupción, violencia, injusticia, impunidad, narcotráfico, crimen organizado, trata de personas, secuestros, feminicidios, crímenes de odio, etc."
Si el beneficio de unos pocos es tierra fértil de la violencia y la corrupción, pero también la esperanza es que "somos un pueblo de jóvenes que podemos cambiar nuestro destino", aquí es donde vemos las oportunidades de un mejor futuro.
Cambiemos definitivamente este viejo molde, que ya nos tiene cansados y agobiados a los mexicanos de bien, donde los malos son los que ejercen el poder para beneficio propio y en complicidad de los mexicanos mal nacidos que nos afectan a los buen nacidos que sólo pedimos que nos dejen trabajar y ser felices...
Bienvenido Papa Francisco, bienvenidas tus expresiones de Paz y Esperanza, pero sobre todo bienvenidas tus expresiones claras que cimbran los falsos cimientos de la política y estabilidad de nuestro obsoleto modelo político, económico y social.
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