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Sección: Editoriales / Opinión Económica

¿Se recupera el salario por desindexación?

Por: Jorge Lera Mejía 17/11/2015 | Actualizada a las 22:00h
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El Pleno de la Cámara de Diputados atenderá, presentará y votará el miércoles próximo la reforma constitucional que propone la desindexación del salario mínimo, adelantó el presidente del Congreso, Jesús Zambrano Grijalva, mismo que precisó que “México podrá dar un viraje decisivo en el corazón de la política económica dominante por más de 30 años en el país”.

[…] Se presentará al pleno la minuta que modifica diversos artículos de la Constitución Política para desvincular el salario mínimo de multas, impuestos, prestaciones y otros ordenamientos legales que han impedido su crecimiento. Por lo que se espera se inicie la recuperación del poder adquisitivo de los trabajadores mexicanos. Una vez votado se deberá enviar a los estados, para que los congresos locales realicen las aprobaciones respectivas.

El aval a esta reforma deberá ser “antes de que la Comisión Nacional de Salarios Mínimos (Conasami) sesione y defina los incrementos salariales generales para 2016, como lo ha venido haciendo desde hace más de tres décadas mediante incrementos diminutos que ni siquiera recuperan el poder de compra de los sectores más vulnerables”.

Con la aprobación de esta reforma constitucional ya sólo habrá un salario mínimo nacional; por ello, el Congreso de la Unión deberá emitir la legislación reglamentaria a fin de determinar el valor de la Unidad de Medida y Actualización (UMA), que lo sustituirá como referencia de trámites, multas, impuestos, prestaciones y otros.

Zambrano Grijalva mencionó que existe la propuesta de modificar el término “salario mínimo” por “unidad de cuenta”, para revertir la distorsión que se le ha dado al contemplarlo como un referente de valor de mercado y no como un derecho constitucional de los trabajadores.

Indicó que con esta reforma se contribuirá a establecer una política de recuperación gradual del poder adquisitivo de los ingresos de los trabajadores mexicanos, que actualmente están entre los peor pagados del mundo, al haber sufrido en las últimas tres décadas una pérdida acumulada de casi 80 por ciento en su capacidad de compra (Declaración de prensa, La razón, 17/11/2015).

Hablar de salarios mínimos en México, es tocar el lamentable tema de la pobreza y la desigualdad económica. Recordemos que México es el país con mayor desigualdad  económica entre los 20 países miembros del G-20, y el penúltimo lugar en desigualdad entre los 34 miembros de la OCDE.

Lo anterior se debe a la relación directamente proporcional que existe entre bajos salarios – pobreza – desigualdad.

De acuerdo a un estudio de la UNAM (CAM de la Facultad de Economía, 2014), En 25 años, el poder adquisitivo del salario mínimo perdió 78.66 por ciento. Entre 2010 a 2011, el porcentaje de quienes ganan hasta tres salarios mínimo creció del 57.6 al 66.4 del total de remunerados.

En tres décadas, con un salario mínimo se dejaron de adquirir 45.7 menos kilogramos de tortilla que entonces con la misma percepción; 243.3 menos piezas de pan; 5.6 kilogramos menos de huevo y 9.5 menos kilogramos de frijol.

En el reporte realizado por el centro, se establece que durante las últimas tres décadas con un salario mínimo se podían adquirir 50.9 kilogramos de tortilla. En contraste, en 2012 el volumen cayó a 5.1, es decir, 45.7 kilogramos menos.

La crisis que enfrenta la actual Política Salarial a la baja –política que se ha promovido por cuatro décadas por sectores oficiales– y la constante pérdida del poder adquisitivo, trajeron un incremento de la pobreza y deterioro económico y social en el país. Varios de los argumentos para mantener el crecimiento del país mediante bajos salarios y exigir productividad –argumentos impulsados en instancias internacionales y de varios ex secretarios del trabajo– han colocado a las familias de los trabajadores en la precariedad laboral y en la informalidad, formando parte importante de la situación insostenible para la población trabajadora.

Tal situación se encuentra vinculada con el ahorcamiento cada vez mayor de la economía mexicana; bajos salarios, altos niveles de desempleo e informalidad, la expulsión de población en forma de migración laboral y el paso de la pobreza a la miseria generalizada.

El reporte número 117 “El Salario Mínimo en México: de la pobreza a la miseria” se presenta en dos partes. La razón de ser de esta investigación es mostrar información objetiva sobre el deterioro del conjunto de la economía de las familias mexicanas, de la contracción de los salarios mínimos y sus efectos en distintas variables económicas y sociales.

Sólo en los últimos 4 meses de 2014, el precio de la Canasta Alimentaria Recomendable (CAR) se incrementó 4.1% pues en ese año pasó de costar $184.96 pesos en abril, a costar $192.52 pesos en agosto. A este ritmo de cambio de precios, es posible que el incremento al salario mínimo promulgado por la CONASAMI para 2014 haya sido rebasado por la inflación en los primeros cuatro meses de este año, por lo que el resto se acumula a la pérdida histórica de poder adquisitivo.

Esta misma situación se ha repetido cada año desde al menos 1987 en que el salario presentó aumentos nominales menores al de los precios de los alimentos por lo que la pérdida acumulada del poder adquisitivo es ahora de 78.66% […] (CAM UNAM, 2014).

Ahora con la llamada DESINDEXACIÓN se espera que inicie lentamente la recuperación del salario mínimo en México, pero no habrá que olvidar que actualmente (noviembre de 2015) alrededor de 7 millones de trabajadores en México cobran el salario mínimo de 70.11 pesos diarios, 2 mil 103 pesos al mes que de acuerdo al Consejo Nacional de Evaluación de Política de Desarrollo Social (CONEVAL), ingreso que está por debajo de la pobreza alimentaria, es decir no alcanza ni para comprar los alimentos necesarios para una familia.

La denominada la "Ley de Desindexación del Salario Mínimo" fue una propuesta del jefe del gobierno de la ciudad de México, Miguel Angel Mancera, quien contendió por el PRD a mediados del 2014 a la cual se sumaba una propuesta para fijar el salario mínimo en 85 pesos diarios.

Pero en realidad es una reforma a los artículos 26, 41 y 123 constitucionales, que fue promovida por los perredistas y algunos intelectuales como la solución a la pérdida del poder adquisitivo del salario, el cual sufrió un deterioro del 78 por ciento desde hace cuarenta años a la fecha. Pero en realidad no establece nada para el control de precios por especulación o el aumento directo al salario mínimo, sólo se le quitará como base (desindexar) de múltiples cobros, como por ejemplo en las créditos que otorga la banca y otros organismos financieros, multas, recargos, derechos, entre otros.

Por todo ello, este tema será solo el arranque de todo un debate nacional que requiere para no solo iniciar la necesaria recuperación del poder adquisitivo del salario de los trabajadores, más aun es urgente disminuir la “desigualdad económica” de México, entre los pobres y ricos, entre los salarios máximos y salarios mínimos.

Una de las causas más importantes de la violencia que sufre el país se debe precisamente a la pobreza y desigualdad que amenaza con incrementar la espiral de inseguridad, robos, secuestros, homicidios, entre otros delitos que se presentan diariamente…

Jorge Alfredo Lera Mejía

Tampiqueño, Economista (ITAM), LAE, Maestro en Economía y Doctor en Administración Pública (UAT). Asociado del INAP, Subsecretario del Exterior de la Federación del Colegio Nacional de Economistas y Vicepresidente zona noreste de la LER. Inicia su carrera en 1977 y ha desempeñado diversos cargos en la Administración Pública Federal, en Michoacán y en Tamaulipas. Catedrático en la UNAM, ITAM, ULSA y actualmente profesor-investigador por la UAT e Instructor de la Auditoría Superior de la Federación.
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