En Tamaulipas es hora de los destapes en cascada.
Ahora los destapes son el furor, la moda.
Como en la China e Indonesia es furor comer carne de perro.
Quizás los destapes estén de moda por el calor que hace en Tamaulipas, a un año de las elecciones para elegir nuevo gobernador, el cual promedia los 38 o 39 grados centígrados a la sombra.
Son destapes digamos, económicos, de bajo costo, copias, de esas copias que poco o nada cuestan al político, excepto porque los acelerados difunden ante la prensa generosa sus ganas de querer ser.
Así ocurrió con Enrique Cárdenas, el sombrerudo, a quien tarde se le hacía para lanzarse al ruedo, virtualmente hablando. Era 8 de junio, el día D, el día después de las elecciones y ya estaba destapándose.
A Cárdenas del Avellano lo llamaron El Bronco II, errónea y desafortunada una especie de copia del Bronco verdadero, el mismo que puso de cabeza a Nuevo León y le asestó letal golpe al amasiato PRI-PAN, el independiente Jaime Rodríguez Calderón.
Llamar a Cárdenas del Avellano El Bronco ll fue un cubetazo de agua fría para él; testerazo contra su egolatría acentuada.
Error de mercadólogos inexpertos, error de marketing.
Falla estructural en el pre diseño de su imagen, misma que define lo imberbe que son sus asesores de mercadotecnia.
Y antes de que lo siguieran comparando con la imagen 'rebelde' del Bronco l de Nuevo León, el sepulturero del PRI-PAN, paró en seco las imágenes; si bien dejó publicadas en Facebook las que ya estaban, para darles vuelo.
Pero ya no subió más fotografías de ese tipo. So pena de correr el riesgo de ser estigmatizado.
Ahora bien, en materia de destapes políticos parece que vamos de más a menos.
Hace 10 años los destapes eran verdaderos aquelarres.
Verdaderas comilongas donde quien se destapaba, realmente invertía. Pagaba todo, rancho, gasolina, traslado, asado de boda, barbacoa, frijoles y un completo menú.
Hoy no. Hoy domina la tacañería...o lo que es lo mismo, prevalece el cuidado del dinero.
También se destapó RAMIRO RAMOS SALINAS, dejando -acomodaticiamente- que la prensa bautizara la ley electoral (dicen que es suya) que atañe a Tamaulipas y a sus tiempos, la llamada Ley Ramos, copiando así el extraño y risible estilo gringo.
¿Algunos recuerdan la Ley Simpson? ¿Otros la Ley Obama? Haga usted de cuenta que así fue la Ley Ramos. Solo que esa ley -en vigencia gracias a los votos del congreso de Tamaulipas- no fue inventada por Ramos Salinas, sino por congresistas comisionados, a petición de parte del gobernador Egidio Torre Cantú.
Pero retomemos el tema.
EDGAR MELHEM hizo lo mismo además. También se destapó.
Edgar Melhem dio vuelo a su decantada frase, ‘fui el candidato (a diputado federal) que más votos obtuvo’, presumiendo así sus 83 mil sufragios, aunque omitió y se abstuvo de detallar 3 o 4 elementos realmente importantes que le restan valor a su heroico acto.
Pero como dice el dicho, ‘Para que la cuña apriete, ha de ser del mismo palo’.
O bien el refrán, ‘Pa los toros del Jaral, los caballos de allá mesmo’.
Y en este entramado tenía que entrar ALEJANDRO GUEVARA COBOS. Ni más ni menos.
Quien reclama para sí el liderazgo y el mayor número de votos comparativamente hablando, tomando en cuenta la absoluta numeralia, no únicamente el resultado en sí.
Esos 83 mil sufragios que aduce Edgar Melhem en el fondo perdieron valor, pues no todos los candidatos del PRI pelearon con igual numeralia ni con el mismo ‘piso parejo’.
A algunos les favorecía, a otros no.
Ante eso ALEJANDRO GUEVARA COBOS respondió directo a los voceros del anteproyecto llamado Edgar Melhem. Lo manifestó con su franco estilo:
“Yo, Alejandro Guevara Cobos, soy quien obtuvo”:
1.- ‘La participación ciudadana más alta del estado, 56 %.
2.- (Soy quien obtuvo) la votación más alta en Tamaulipas, respecto al total de los votos emitidos, 52. 37 %.
3.- (Soy) comparativamente el que menos votos en contra tuvo, 40. 63.
4.- La diferencia entre mi principal opositor y yo fue la más alta en porcentaje del estado.
5.- (Gozo de) experiencia y transparencia a mis 39 años; he estado 3 veces en la cámara de Diputados.
Y por si esto fuera poco, remata diciendo:
6.- “El listado nominal del VI Distrito (del cual fui candidato) fue -y es- el más bajo en el estado de Tamaulipas (con 234 mil votantes).
Así las cosas.
Alejandro Guevara Cobos respondón, revira así algunos elementos -en materia de números y estadísticas-, números que quizás los tamaulipecos no tenían claro.
A fin de cuentas Alejandro se comportó fiel a su estilo, como un líder de la manada, como una especie de macho alfa de la pradera.
De pasada el mantense se trepa en el corcel alegre de la victoria suprema, máxima y se instala -él lo argumenta- como el candidato priista más ganador (y brillante) de los ocho contendientes que pelearon por las diputaciones federales del PRI el pasado 7 de junio.
Hoy -en el Poliforum de ciudad Victoria- ocurrió un suceso que para muchos pasó inadvertido, más no para los acuciosos y aguzados analistas.
Cuando el locutor citó el nombre de Alejandro Guevara Cobos, quien permanecía sentado en la zona del templete, éste se puso inmediatamente de pie y abrió sus manos en forma de alas, en la llamada postura de cruz de Cristo.
Así recibió el saludo y aplausos de los asistentes. Llevaba su camisa clásica, roja de cuadros con la insignia Alejandro Guevara en la pechera.
Los aplausos eran a rabiar. La gran mayoría de los diputados federales electos, sobre todo Paloma Guillén y Yahleel Abdala, y hasta Chuchin de la Garza aplaudieron al unísono junto a la mayoría.
Empero Melhem al otro extremo había alguien serio, callado, tenso. Era Edgar Melhem quien permaneció impávido, tieso como gis de pizarrón.
Agachó su cabeza e hizo como que se tronaba los dedos. Fue una escena en apariencia inadvertida. Quizás señal de rivalidad entre ambos machos de manada.
Ahora bien, comienza a manejarse una versión, la aparente animadversión existente entre dos priistas recién bautizados como diputados federales, son Baltazar Hinojos Ochoa y Alejandro Guevara Cobos.
Sin querer esta animadversión ha ido creciendo, y lo que parecía estar tras el telón, poco a poco ha ido emergiendo a la superficie.
Se manejó la versión que Alejandro contuvo aquél recorrido de Baltazar por los 8 distritos del estado, donde el matamorense organizó mesas con temática.
El mantense lo contuvo diciéndole, ‘No son tiempos de desviar la atención de las campañas; es tiempo de pisar tierra y saludar a los votantes. Y eso es lo que haré”.
Alejandro se salió con la suya. En el sur Baltazar no organizó esas mesas de trabajo.
Se dijo que Baltazar lo que realmente quería era autopromover su campaña en pos de la candidatura a gobernador.
Pero en Matamoros y Reynosa sí las realizó.
Así pues, es de todos sabido que en Río Bravo operó BALTAZAR HINOJOSA OCHOA a favor de Edgar Melhem. Y ciertamente debió haberle sumado muchos votos.
En otro tema, desde aquí damos gracias a la diputada federal del sexto distrito ROSALBA DE LA CRUZ REQUENA por la atenta invitación que nos hizo a un desayuno donde convivió con nosotros, prensa local.
Fue lindo su gesto, grato su detalle.
Reiteró el respeto a la libertad de expresión y manifestó estar complacida por la tarea que ejerce el periodismo libre mexicano, en aras de perfeccionar el esquema democrático del país.
Pudimos platicar con ella en nuestra mesa. Dijo que está comprometida con los habitantes del sexto distrito, y más particularmente, con los habitantes del municipio del Mante. Y dijo que trabajará a su favor hasta el último día de su labor como diputada federal.
No negó sus aspiraciones de ir en búsqueda de la alcaldía, quizás su próxima parada en la estación del tren de su vida.
Máxime ahora que la tarea de las mujeres en política en el PRI está siendo reconocida.
La coyuntura está dada, y como grupo político cuyo fundador fue el doctor Humberto Flores Dewey, no está dispuesta a dejarlo morir. Todo lo contrario, luchará por hacerlo crecer.
Dijo que su futuro depende de lo que diga su grupo, el grupo político donde destacan valiosos priistas como CARLOS SÁNCHEZ y JULIO PEÑA, dos jóvenes valores a quienes ella coutchea para que brillen y alcen el vuelo a futuro.
Por su parte RIGOBERTO RODRÍGUEZ RANGEL sigue viento en popa en pos de su vivo proyecto de ser alcalde en el próximo trienio, una vez acabadas las elecciones constitucionales donde Alejandro Guevara Cobos ganó contundentemente.
El sabe lo que vale. Ha resistido vendavales fuertes, muy poderosos como lluvia de huracán. Incluso se ha tenido que replegar dejando que otros sean los que brillen y por voluntad, ha pasado a segundo término en la escena.
Con humildad e inteligencia Rigoberto ha decidido pasar a segundo cuadro, más no por ello ha dejado de machacar que es un priista con derechos. Sus derechos están ganados a pulso. Solo espera el tiempo y los tiempos en manifestarlos.
Rigoberto Rodríguez no pelea, solo trabaja. Y trabaja con lealtad a favor del PRI.
Bien, hasta aquí por ahora, en breve nos vemos.
