Esta semana, las noticias positivas gubernamentales empezaron a festinar la novedad que nuestro país avanzó tres peldaños en el rating de economías más desarrolladas del Fondo Monetario Internacional (FMI), al pasar del lugar 17º a la posición 14º.
Por lo que Enrique Peña Nieto comentó que diversos indicadores económicos en materias como empleo, bonos gubernamentales y ventas de las tiendas de autoservicio dan cuenta del mayor dinamismo en la economía y de la confianza que México proyecta al mundo.
Incluso se comparó a nuestro desarrollo económico, contra los resultados de Rusia y España, anunciando el propio Presidente de la República, que superamos en el nuevo nivel al desempeño de esos dos países avanzados.
“México superará en 2015 a España y se colocará en la posición 14ª de la clasificación de economías mundiales, según la base de datos del FMI, por tamaño de producto interior bruto (PIB) en dólares corrientes” (El País, Amanda Mars, 14/04/2015).
Otra nota que se resaltó, fue la creación de 298 mil 600 plazas formales en el primer trimestre de este año, lo que representa 42 mil más que en el mismo periodo de 2014 y 79 mil más que en ese plazo en 2013. Además del monto acumulado en la Inversión Extranjera Directa (IED), que entre 2013 y 2014 se recibieron 66 mil millones de dólares, cifra superior en 24 mil millones de dólares a la captada en los dos años anteriores.
Sin embargo, el crecimiento de México basado principalmente en las empresas extranjeras y maquiladoras de exportación (IMMEX), así como en la industria petrolera, no ha logrado reducir los índices de pobreza insultantes de las últimas tres décadas. La razón es la desigual distribución del ingreso que afecta al bolsillo de las mayorías de mexicanos dentro del llamado “mercado interno”, que es el mercado real de la economía, no el mercado “macro” oficialista.
México sigue siendo una nación Latinoamericana parte de la región del mundo más desigual. Por ello, recordamos aquí lo dicho por los especialistas reunidos en la pasada reunión de 2013 del Foro Económico Mundial (WEF) para América Latina en Lima, Perú, donde se sugirió un enfoque más bien "micro" que “macro”, para atender a la población más vulnerable (CNN México, Alberto Bello, 24/04/2013).
[…] "Hay que atacar al problema a nivel individual, para que (los pobres) se repiensen, para elevar la autoestima, cambiar los esquemas mentales", dijo en una sesión Sandra Jovchelovitch, profesora del Instituto de Psicología Social de la London School of Economics, que ha dirigido programas en las favelas de las ciudades brasileñas.
El alza en el precio de los alimentos de la última década afectó a las familias más pobres en su principal gasto. Por esta razón, las familias en pobreza extrema hoy cuentan con menos ingreso disponible. El crecimiento no ha generado una vida mejor.
"La pobreza en América Latina tiene rostro de niño y rostro de mujer", dijo Alicia Bárcena, secretaria general de CEPAL, un organismo dependiente de Naciones Unidas para el desarrollo económico de América Latina. "Hay que invertir en políticas de salud reproductiva y en nutrición", añadió.
Las soluciones fáciles mostraron sus limitaciones, como subrayaron los analistas. Una de las fórmulas de incluir a las familias pobres a la economía fue el microcrédito, el esquema por el que se dan préstamos para la apertura de microempresas.
"La inclusión financiera es condición necesaria, pero no suficiente para salir de la pobreza, hace falta la inclusión en salud, educación y política", dijo Carlos Danel, director del grupo financiero mexicano enfocado al microcrédito Compartamos. "Necesitamos entender al individuo, que sean actores y no sólo actores pasivos".
Crecimiento sin igualdad. Los gobiernos latinoamericanos quisieron combatir la pobreza en las últimas décadas con políticas de estabilidad macroeconómica y gracias a la alta demanda de materias primas por el crecimiento de China y el sureste asiático. La clase media, con estas políticas, creció un 50% en la última década, según CEPAL.
La inequidad persiste. La persona que tiene mayores ingresos en un grupo de 10 obtiene en promedio 50 veces lo de quien tiene menos, y en algunos países hasta 132 veces menos.
"La pobreza extrema no se combate con el crecimiento", dijo Bruce Mac Master, director general del departamento para la prosperidad social de Colombia. "Hacen falta políticas micro, de transferencias de efectivo (como Oportunidades)".
El ciclo de altos precios de las materias primas está llegando a su fin. China anunció la desaceleración de su economía, al crecer un 7.7% en marzo de 2013. Pronto esta caída del crecimiento se transmitirá a los precios de los commodities, así como el petróleo […]
Volviendo con la competencia de la economía “macro” vs la “micro”, se tiene que al estudiar al Producto Interno Bruto (PIB) por habitante (Per-cápita), los mexicanos no son más ricos que los españoles: cuando se toma el PIB por habitante, México sigue muy lejos, con 10,174 dólares previstos para este año, por 26,517 de España.
Además, el mayor crecimiento demográfico de México provoca que esta brecha apenas se cierre aunque la economía mexicana siga creciendo más que la española. Para 2020, último año para el que el FMI publica previsiones de PIB por habitante, en España se situaría en 32,288 dólares por persona y en México en 12,893.
En global con PIB total, Rusia que ocupa la posición 15ª con las previsiones para este año, superará a la española en 2016. Con ello, España retrocederá al puesto 15º y habrá perdido en total seis posiciones desde que empezó la crisis.
España se ha visto superada por Canadá, India, Australia y Corea del Sur. Y se espera el adelantamiento de México y Rusia. La clasificación es muy sensible a la evolución de los tipos de cambio, ya que se mide en dólares.
En la clasificación de economías en función del PIB ajustado por paridad de poder de compra, la mexicana es la 11ª y la española la 16ª. EL FMI prevé que Turquía adelantará a España con este criterio en 2017.
Seguimos insistiendo en revisar las teorías de Thomas Piketti, que en su libro “El capitalismo en el Siglo XXI” (2014) registra que el mundo se está polarizando cada día más entre pocos países muy ricos, contra muchos países muy pobres.
Por lo que habrá que proponer que en políticas públicas en México dominen más las políticas “micro” contra las trilladas políticas “macro” extranjerizantes.
