Se filtra al congreso, y de ahí a los medios de comunicación lo que aquí anticipamos hace un año, la opción para Tamaulipas de la gubernatura chiquita (de 2 años), también llamada, mini-gubernatura.
La modificación del status quo en gobiernos sexenales, pasando por única e inédita vez a convertirse en gobierno bienal (de 2 años) provocó que algunos políticos priistas aspirantes recularan -hace un año- echando para atrás sus planes originales.
Estos pensaron erróneamente que tendrían gubernatura de seis años.
Veracruz ya lanzó su iniciativa al congreso para ejercer una gubernatura de dos años, para empatar su próximo proceso de selección de gobernador al 2018.
Restan más de 10 estados de la república que están en vías de hacerlo, entre ellos
Tamaulipas, obedeciendo las reformas políticas puestas en marcha desde el sexenio de Felipe Calderón, y que consiste en empatar todos los procesos federales, estatales y municipales, uniéndolos a la elección presidencial.
Otro tema toral de dicha reforma es el derecho que tendrían los alcaldes de los ayuntamientos del país de reelegirse, a partir del próximo trienio, a partir del año 2018.
Digámosle así, la elección presidencial es la madre de todas las elecciones.
Aquí en El Mante hay un tronar de dedos, pues la candidatura aun no tiene nombre.
Aunque el triunfalismo hace presa de quienes rodean al mantense Alejandro Guevara Cobos, cercano funcionario al presidente Enrique Peña Nieto.
En su perfil de Facebook por ejemplo, el usuario Enrique Zuñiga Castillo le etiquetó al mantense un texto escrito en la columna 'Se dice en la Grilla' de Milenio, que a la letra dice:
"Que desde la residencia oficial de Los Pinos salió el comentario que el mantense Alejandro Guevara Cobos, coordinador general de giras del presidente Enrique Peña Nieto, presentó su renuncia al cargo en el gobierno federal. Aparentemente la razón es que competirá en la elección de éste año, siendo postulado por el PRI para el distrito 06".
Ahora bien, más allá de Alejandro Guevara Cobos, no hemos visto ningún accionar ni reacciones en otros bunkers de segundos, terceros o cuartos aspirantes.
Existe total hermetismo sobre el tema. Y una serenidad aparente.
Con nerviosismo todo mundo calla en el PRI, evitando especular.
Solo los simpatizantes de algunos, se atreven a asegurar que la candidatura ya está signada, sellada y decidida.
Lo cual es mentira.
Medios locales señalan el triunfalismo mostrado por el grupo político de Alejandro Guevara criticando su extraño modus operandi y calificándolo como un experto en maquiavelismo, y como un as para enviar señales y transmitir rumores sin sentido.
Alejandro Guevara por su parte, no ha declarado nada. Es un juego doble.
Por un lado insta a sus seguidores a transmitir la especie que es él el candidato al sexto distrito.
Y por el otro lado, guarda silencio.
Solo se remite a subir fotografías en Facebook con contenido político, donde suele aparecer junto al presidente Enrique Peña Nieto o bien con su tío Florentino Aarón Sáenz Cobos.
Dio vuelo -antes de la navidad- a una fotografía donde aparece junto a Peña Nieto en la escalinata de un avión, quien lo señala con su dedo índice, y donde sus simpatizantes de facebook lo elevan, por ese simple hecho, al rango de candidato oficial, diciéndole "Alejandro, el presidente te está diciendo que eres tú el candidato. que tú eres el bueno".
Lo que realmente vale sin embargo, es el estatus en que están situadas las cosas, en piso firme.
Javier Villarreal Terán está haciendo su labor calladamente como delegado de economía de Tamaulipas, pero eso no significa que haya quedado fuera de la contienda.
Lejos está de eso; lejos está de sentirse derrotado.
De hecho Javier podría estar pasando ahora mismo por su momento más fuerte.
Trascendió que Javier Villarreal sigue vivo y que sus aspiraciones están siendo -en este mismo momento- puestas en el tamiz, sobre la mesa de negociación desde el Distrito Federal, desde donde estarían consumándose los últimos puntos de acuerdo.
El candidato deberá salir en unos cuántos días. El 21 de enero es la fecha del registro del candidato en el sexto distrito en el PRI local.
De Pablo González León, alcalde del Mante, hay muchas cosas qué decir.
Pero la más importante es que tampoco está descartado. Tampoco.
Su devenir a la política rentable no fue obra de la llana casualidad, sino producto de su natural carisma y de sus capacidades como político.
Dos de las mayores ventajas que tiene sobre otros, son: una, es quien menos enemigos políticos tiene; y dos, su imagen política es fresca y no tiene nada qué ver con el priismo del pasado. Más bien su proyección es a futuro, gracias al hecho de que su trayectoria la empezó hace casi 10 u 11 años.
Esto, para que nadie se sorprenda por cosas que quizás vengan.
Rigoberto Rodríguez por su parte, tampoco está descartado. Aunque Rigoberto está proyectado fuertemente rumbo a la próxima alcaldía, donde tiene fincado su máximo sueño, nadie puede descartarlo para la elección del 1 de junio de 2015.
Nadie puede decirle que no pues su perfil es idóneo para saber cumplir encomiendas desde el Congreso de la Unión.
De hecho su nombre es conocido en Los Pinos, pues una encuesta celebrada en diciembre probablemente desde las oficinas de presidencia de la república, lo citan entre la terna principal.
Y las preguntas acerca del actual presidente del PRI en Mante fueron acuciosas, particularmente intensas, a fondo.
Los cuatro en síntesis son los hombres fuertes del PRI del sexto distrito.
Aunque tampoco se descarta que el candidato a elegirse en los próximos días llegue vestido de mujer, y con aroma de mujer.
Las encuestadoras citaban -quizás como la única mujer del sexto distrito- a Fanny Rodríguez de Saade, lo cual sorprende.
Pero que en cabalidad sería para las mujeres priistas un justo pago favorable al género femenino, si el CEN del PRI la eligiera.
Con todo y el hecho que significa que la cuota femenina en Tamaulipas está casi cubierta. Hasta hoy el PRI ha elegido a dos mujeres y a dos hombres, Miguel Angel González Salum, Daniel Sampayo, María Esther Camargo de Luebbert y Mercedes del Carmen Guillén Vicente.
Al PRI le urge ganar Tamaulipas en los próximos comicios de junio de 2015.
Y si en el intento se le va la vida o si vende su alma al diablo, al PRI no le importa con tal de ganar las ocho diputaciones federales, de las cuales sólo posee dos.
Duro récord por superar. Francamente se ve difícil que lo logre, a no ser que algo extraordinario suceda.
Aunque no sería imposible que el PRI tamaulipeco recupere terreno en razón de dos cosas.
Una, el panismo es tan predecible como un bebito de meses de nacido pues cuando tiene hambre, llora, cuando tiene frío, gime, cuando está incómodo, grita. Todos sus dolores quedan expuestos.
El panismo sigue siendo ordinario y no sabe que hoy la política y la democracia están elevadas al rango de ciencia, y como tal deberían cuidarse las más simples estrategias y formas.
Cuanto más los fondos.
Cada movimiento que el PAN o PRD hagan, deberían saber guardarlo entre cuatro paredes. Más no es así. El PAN es simple. Vaya, no se capacita ni siquiera en lo que los priistas invierten miles de horas-hombre, en sacar a su militancia a votar el día de las elecciones.
Otra, el PRI como ocurre en cada proceso electoral, extenderá la 'invitación' a todos aquéllos panistas dudosos, que en síntesis acaban votando por el partido tricolor.
Es el panismo que a fin de cuentas traiciona y que es comprado con cargos, con extensión de convenios laborales, pues en el PAN sus líderes ideológicos no se preocupan por ayudarlos.
Hablamos de Tamaulipas, en donde miles de panistas laboran en el esquema estatal, ya sea en hospitales, en dependencias federales, en el IMSS o en organizaciones cuya cabeza se llama gobierno del estado.
Repetimos, existen métodos que el PRI ha comenzado a aplicar para debilitar el rampante triunfalismo del PAN y la locura del blanquiazul cantar victoria antes de tiempo.
El PRI va por todo, y cuando decimos por todo, es por todo.
Ha comenzado por enviar -en una primer comalada- a sus candidatos más fuertes, a los estelares, a los de primera línea, Miguel Ángel González Salum. María Esther Camargo, Daniel Sampayo y Mercedes del Carmen Guillen Vicente, ésta última por cierto hermana de sangre del subcomandante Marcos…
Así pues, en el sexto distrito tenemos que en el PRI no veremos sino puro tronadero de dedos, con lo nervios al máximo.
Y es que seguimos como empezamos, en el sexto distrito no hay nada para nadie.
Y decir nada es eso, nada.
Aunque otros digan que el nombre ya se sabe, que es cuestión de días para darlo a conocer.
Pero que el caso Distrito seis ya se cocinó.
Lo cual no descartamos.
Hay que ver ambas caras de la moneda. Por un lado se dice que el sexto distrito aun no de define.
Y por otro, militantes del PRI conocedores dan por sentado que el nombre del candidato 'extraoficial' del VI distrito con cabecera en Mante ya se conoce en las altas esferas.
Que ya se definió. Y que por razones de estrategia, se oculta su identidad.
Sin variar un milímetro su estatus.
Quizás el nombre del candidato oculto lo sepan 3 entes o personas, el 'gran elector' (presidente de la república Enrique Peña Nieto, quizás), el candidato nominado y Dios, para aquéllos que creen.
Algunos piensan que la candidatura podría recaer en Alejandro Guevara Cobos, el mantense más cercano al presidente Enrique Peña Nieto. Empero, aunque esto tiene sus asegunes.
No todo lo que relumbra es oro. No habrá que fiarse de las apariencias.
Esto se rumora por asuntos de lógica pues el mantense trabaja muy cerca del presidente Peña Nieto, como su coordinador de giras.
Pero tampoco está descartado ni Pablo González León, ni Rigoberto Rodríguez Rangel, ni Javier Villarreal Terán, ni tampoco Rafael Méndez Salas.
Aunque este último entre todos los aspirantes a la diputación federal sea quizás el más exiguo y débil.
Es cuestión de esperar. Unos días más y el candidato se conocerá.
Bien, hasta aquí por ahora, nos leeremos pronto.
