La convocatoria priista para elegir candidatos a diputados federales sería publicada el domingo venidero (diciembre 21).
Una semana después, precisamente el día 28 --cuando se celebra a los Santos Inocentes--, se abriría el registro para los aspirantes a las 300 curules de mayoría relativa, cerrándose en la misma fecha, en el caso de los nominados bajo el procedimiento llamado ‘convención de delegados’.
Y a más tardar en los tres días posteriores, el nuevo método que se denomina ‘elección por comisión para la postulación de candidatos’ --que sólo sería más de lo mismo: una imposición--, también habrá de concluir.
Lo preveo porque la legislación electoral marca el 10 de enero como fecha para el inicio de las precampañas. Y ya para entonces debe haber precandidatos.
Por tanto, supongo que tres días antes de concluir este 2014, César Octavio Camacho Quiroz les daría un generoso regalo a las 150 mujeres y los 150 varones que estén mejor posicionados en las encuestas que ya se elaboraron, mientras a los recomendados, parentela y protegidos, que forman parte del clan gobernante les tendría reservadas las candidaturas de representación proporcional (200).
Esto significa que la decisión ya está tomada, en ambos casos.
Y salvo ajustes de última hora, los punteros de la medición serán los que, al final de cuentas, logren la nominación (sólo en el caso de quienes aspiran ser candidatos uninominales), aun cuando no sean las gallinas ni los gallos de otras instancias de poder, como los gobernadores, el mismo presidente del Comité Ejecutivo Nacional (CEN), los ‘pastores’ camerales y los grupos de interés entre los que se cuentan empresarios y dirigentes sindicales.
Al menos esa impresión ofrecen los pronunciamientos más sensatos vertidos por los hombres más cercanos al señor de Los Pinos.
Uno de ellos (el propio Camacho Quiroz) así lo dejó establecido, con un mensaje articulado en Morelia (Michoacán) hace doce días.
Dijo: “El partido no inventará ni arriesgará candidaturas en aventuras inciertas”.
Obviamente pisó callos, aunque (cita una atinada sentencia popular) “del dicho al hecho hay mucho trecho”.
¿Qué no?
Variaciones mínimas
La publicación de la convocatoria para el proceso interno priista sólo tendría pequeñas variantes en relación a las anteriores.
Una de ellas son los métodos selectivos para disfrazar ‘el dedazo’.
Recuérdese que en esta ocasión se eliminó el método de consulta a la base (oficialmente conocido como elección directa), sustituyéndolo por un novedoso procedimiento: elección por comisión para la postulación de candidatos, que, repito, es más de lo mismo para maquillar la imposición, aunque esta vez el jefe del Ejecutivo federal y el jerarca tricolor, atiendan obligadamente los parámetros arrojados por las encuestas.
No en todos los casos, hay que destacarlo, pero sí en la mayoría, ya que de lo contrario el riesgo de perder el control de la Cámara baja, sería todavía mayor.
Y no porque la oposición ofertare mejores candidatos en la lid. Nada de eso, sino porque el voto de castigo se prevé mayúsculo por los yerros cometidos por Enrique Peña Nieto en los dos años que lleva en el poder.
Anote Usted la devaluación del peso --que aún se niega a reconocer Luis Videgaray Caso, jefe de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHyCP)--; la inseguridad pública exhibida mundialmente (con el caso de los normalistas desaparecidos); la adquisición de majestuosas casas, por parte de la segunda cónyuge del Presidente (Angélica Rivera Hurtado), y del propio Videgaray; la nueva ley que prohíbe manifestaciones públicas; el castigo penal dispuesto oficialmente contra quienes ofendan (al través de las redes sociales) a las autoridades gubernamentales; la presión que el Servicio de Administración Tributaria (SAT) ejerce contra causantes; y, por si fuera poco, la arremetida de organismos internacionales en contra del autoritarismo presidencial.
De ahí que estime que la convocatoria reproduciría más de lo mismo en su contenido. Salvo reitero, algunas modificaciones que, por cierto, no contribuyen al avance de la democracia interna del partido, pues al omitir el método de la consulta a la base prácticamente se anuló la oportunidad de la competencia libre, pese a que las encuestas sustituirían el ejercicio.
En fin, ya quedan poco días para abrirse el telón.
Los mismos que tienen los otros partidos para definir candidaturas.
Pero no se observa tanto movimiento como en el PRI.
Encuestas recurrentes
En esta justa pre-electoral nadie podrá evitar la manipulación de las encuestas que tanto acostumbran los saltimbanquis de la política –“por aquello de que vayan a necesitarse”--; y ya han comenzado a torcer las preferencias a favor de ellos mismos pagando a empresas no tan serias o desconocidas, cuyos estudios de opinión les resultan favorables.
Los medios de comunicación masiva, por su parte, han abierto sus espacios a todos los aspirantes; y dado cuenta de las inconformidades de la población (en edad de votar) que una vez más es utilizada con el rollo de ahora sí, en verdad, se hará una selección democrática de los candidatos, cuando estamos viendo que algunas de las viejas prácticas de la imposición amenazan con volver a manifestarse.
Aspirantes ensoberbecidos
En lo que toca al PRI, se mueven aspirantes cuya soberbia los hace creer que sólo ellos, nadie más, poseen cualidades y méritos suficientes para alcanzar la nominación.
De otra forma ya habrían atendido los exhortos para no lastimarse y pugnar, pujar y empujar a fin de que los candidatos resulten de unidad e impedir, por supuesto, que el divisionismo acelere su propia agonía en menoscabo del mismísimo tricolor.
Muestra de ello, es que esos acelerados ya lanzan buscapiés, y sin saber, a ciencia cierta, en qué términos será emitida la convocatoria para llevar a cabo la selección de los candidatos.
Y hasta se dan el lujo de jugar con los tiempos y formas como si de ellos dependiera la decisión.
Los madrugadores
En las encubiertas campañas proselitistas que algunos aspirantes realizan por la geografía estatal, día tras día se comprometen a respetar las formas y los tiempos de cada organización política para seleccionar candidatos.
También afirman no andar buscando ninguna promoción política y estar entregados de tiempo completo a su trabajo en la administración pública o en sus feudos; y con toda desfachatez recurren a la trillada frase de que son simples soldados de las organizaciones.
De dientes para afuera, claro está, porque en la práctica andan más calenturientos que los propios candidatos naturales.
Es más, hasta se dan el lujo de adelantar que las nominaciones programadas serían finalmente de unidad –siempre y cuando resulten favorecidos--, pero éstas habrán de definirse antes de que concluya este mes.
No antes, ni a capricho de los acelerados.
Desacreditaciones
La desacreditación de Homero de la Garza Tamez –el secretario de Desarrollo Social a nivel estado--, surgida y reproducida en la prensa, es, así lo considero, un embate más del Partido Acción Nacional (PAN) para impedir que participe como candidato a diputado federal.
Por más que he buscado y rebuscado en los anales hemerográficos; preguntado y consultado vía internet si acaso hay una denuncia, proceso judicial o investigación en su contra, no encuentro nada que de sustento a la nota periodística surgida y reproducida hace algunos días.
Esto me lleva a suponer que Homero, como Responsable Territorial (RT) del Gobierno estatal en Matamoros, es blanco de ataques infames, como también Erick Silva Santos –quien, por cierto, sería el candidato natural priista a diputado federal por el cuarto distrito--, en un intento por sabotear la recuperación de la curul.
Los finalistas
Según los momios elucubrados por la vox populi, los candidatos del tricolor (en Tamaulipas) serían, por los:
Distrito I: Rosa María Alvarado Monroy.
Distrito II: María Esther Camargo Félix.
Distrito III: Juan Diego Guajardo Anzaldúa o Edgar Melhem Salinas.
Distrito IV: Mónica González García o Erick Silva Santos.
Distrito V: Miguel Ángel González Salum u Óscar Almaraz Smer.
Distrito VI: Rafael Méndez Salas, aunque muy duro aprieta Alejandro Guevara Cobos.
Distrito VII: Esdras Romero Vega; y por el
Distrito VIII: Mercedes del Carmen Guillén Vicente.
Sin embargo habría sorpresas.
Como siempre lo acostumbra el PRI.
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