Ser diputado federal plurinominal puede ser visto de diferente modo.
Como la parábola del vaso medio lleno y medio vacío.
Unos lo ven a medias, y otros repleto de agua.
Igual ocurre en política, y particularmente en el rubro citado líneas arriba, que es el caso de las candidaturas plurinominales.
Aquéllos que son electos, por regla general han ascendido niveles en política.
Pues para todo hay rangos. Niveles altos, medios, bajos.
Y en el PRI, PAN, PRD y en la política al mexican style en general, por usos y costumbres suelen darse estas candidaturas como pago a la trayectoria del candidato elegido.
Aunque por otro lado, la fama creada por los diputados plurinominales, de cara al pueblo, es francamente mala, ofensiva.
Suele llamárseles peyorativamente ‘diputados de chiripa’.
La chiripa en México es una expresión que alude a seres afortunados, que llegaron a ocupar –en el caso citado- cargos importantes por la bendita intervención de la suerte.
Según Wikipedia ‘chiripa’ es ‘una suerte favorable o casualidad oportuna’. Así, tal cual.
A veces extrañamente los menos culpables de la buena fortuna, son los propios afortunados.
En tal caso, se les exime de culpa.
Este podría ser el ejemplo de ALEJANDRO GUEVARA COBOS, ex diputado federal dos veces, quien sorprendentemente hace 5 meses se aplacó totalmente, dejando aparentemente al garete su proyecto de buscar la candidatura a diputado federal por el sexto distrito.
De repente aplacó sus ansias de torero, y sin decir agua va dio por muerto su plan, aparentemente.
Lo cierto es que Alejandro Guevara Cobos ha comenzado a filtrar a su círculo de allegados, que la bendita fortuna podría llegarle en una cajita de regalo con cara de candidatura a diputado federal por vía plurinominal.
En tal caso, el mantense escaparía de nuestro radar. Y estaríamos hipotéticamente impedidos para contar con elementos de juicio que nos aseguren si gana o pierde.
Sería como los Volkswagen, donde nadie sabe si van o vienen. Si avanzan o retroceden.
Quizás sea por ello que su proyecto se denomina ‘Imagina Tamaulipas’. Porque en realidad no le interesa ser diputado federal nuevamente; es probable que el cargo solo le importe en la medida que tenga cara de estado. Y que dicho estado se llame Tamaulipas.
Ciertamente sabe que si alcanza la candidatura por la vía de mayoría, en el fondo tiene más qué perder que qué ganar.
Pues le tocará hacer campaña doble, todo en menos de un año.
Una, a partir de enero o febrero de 2015 y la otra, en enero o febrero de 2016.
Dura decisión, duro destino.
Por eso creemos que le conviene ser diputado federal plurinominal. Aunque por regla general, los plurinominales mediocres suelen ser como las macetas, no pasan del corredor.
Por lo pronto Alejandro Guevara estará este viernes en González, Tamaulipas, zona álgida además de agreste y desolada, región salitrosa que nadie osa visitar.
Eso sí, quien sabe por qué. Vaya usted a saber.
Pero también es una comarca llena de agricultores riquísimos y millonarios, que ayudarían a sus propósitos indefectiblemente.
Geño hace nueve años abrió ahí su campaña política para gobernador, ayudado por agricultores y ganaderos riquísimos que desde aquél momento fueron considerados ‘rebeldes’ por la clase política local, encabezada por un alcalde afín a Homero Díaz Rodríguez, rival político de Geño.
Nadie olvida el desdén a Eugenio Hernández hecho por ‘Memin’ Ortega, a la sazón presidente municipal, quien lo echó del pueblo de González con toda la manga.
Eugenio no fue recibido por Memin Ortega. Sí en cambio mandó emisarios a decirle desde el palacio municipal, ‘díganle a Eugenio que se vaya de aquí; y que me salude a ‘nunca vuelva’.
Dijo esto mientras fumaba un puro, muy ufano.
Aunque poco después pagaría las consecuencias. Eugenio lo congeló y constantemente se mofaba públicamente de él, apenas veía la oportunidad.
En otro tema, en viaje que hacemos –tiempo presente- a Colombia hemos constatado la grandeza de esta nación, al menos en el renglón de recursos naturales.
Cajamarca, Tolima, parece estar predestinado a ser grande, a pesar de ser un municipio más de Colombia, como muchos otros.
A Cajamarca sin embargo parece perseguirlo el fantasma de la muerte, la sangre y el… oro.
Cajamarca tiene las reservas –en yacimientos- de oro más grandes del mundo, hoy por hoy.
Vamos, ni siquiera el filón del oro del África es comparado con esta comarca tan modesta.
Se volvió famosa en la época del presidente ALVARO URIBE VELEZ, hombre de derecha y detractor a muerte de la guerrilla y las FARC, cuando el ejército nacional asesinó a una familia completa de cinco personas, entre ellos a un bebé, luego de haberlos confundido con guerrilleros de las FARC (Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia).
En medio de la penumbra nocturnal, el ejército no dudó en disparar.
Liquidó en pocos segundos a la familia completa.
Se armó un pandemónium mediático a raíz del trágico suceso. El ejército implicado sostuvo su versión y los soldados implicados poco tiempo después fueron exonerados.
Aunque el gobierno de Álvaro Uribe Vélez pidió una disculpa pública por el atroz asesinato de la familia cajamarcana, tiempo después.
Cajamarca está rodeado –junto con el pueblo de Marmato, Caldas- de peñas y peñones llenos de oro, cuyos yacimientos parecen interminables.
Este fenómeno de ‘fiebre del oro’ ha causado una mortal guerra entre los cajamarcanos y una compañía extranjera llamada ‘AngloGold Ashanti’, misma que usufructúa las tierras y montañas de los alrededores y amenaza con teñir con sangre y ambición desmedida el –antes- espíritu sereno y pacífico de los lugareños.
Los cajamarcanos no quieren saber nada de la multinacional y exigen su salida.
Empero el gobierno del actual presidente Juan Manuel Santos prefiere lo lógico: negociar con inversionistas extranjeros antes que ceder terreno frente a la mafia y los matones que buscan que el negocio esté en su poder.
Marmato, Caldas por su parte, es una ciudad famosa también por sus minas de oro.
Pero de este hermoso y pintoresco pueblo de apenas 8 mil 175 habitantes hablaremos después.
Excepto lo siguiente: Marmato posee dos particularidades raras, únicas. Es el único pueblo de Colombia que no tiene atrio (eclesiástico) y es el único pueblito en todo el país que no tiene un parque Bolívar (plaza principal), caso único y excepcional.
La razón es entendible, es el pueblo del departamento de Caldas más antiguo que existe. Por ende su influencia antioqueña es nula.
Su influencia la posee de España, Alemania, Africa y de algunas zonas europeas, no de Colombia.
Cajamarca, Tolima, Colombia por su parte, cuenta con una población minúscula de apenas 22, 800 habitantes.
Pero pasemos a un último tema.
Al presidente municipal del Mante Pablo González León, según sondeos, nadie en su sano juicio puede sacarlo de la lucha por la candidatura a diputado federal.
De hecho él encabeza todas las encuestas existentes en el sexto distrito.
Es un alcalde que se mueve en la cima de la popularidad. Posee sello propio y representa al futurismo político, sin olor a naftalina, como otros aspirantes, cuyo pasado es tenebroso y matizado con aristas y espinos.
CARLOS SÁNCHEZ VEGA asimismo, es el único joven –varón- del PRI menor de 35 años de edad que existe, junto a otro priista brillante, que empieza a brillar en el firmamento local: JOSÉ VÁZQUEZ CANO, síndico municipal.
Ambos jóvenes cumplen el requisito que el PRI establece en sus estatutos para poder ser incluidos en el listado de aspirantes a diputado federal, con su famoso 33 por ciento asignado de candidaturas.
Son los dos más visibles, pues a otros como ALEJANDRO GUEVARA COBOS o a CARLOS SANTIAGO GONZÁLEZ, francamente ya se les fue el tren.
Bien, por ahora es todo, nos leeremos en breve.
