El 22 de agosto de 2010 fueron encontrados 72 cadáveres de mujeres, hombres y niños que habían sido asesinados en un rancho del municipio de San Fernando en Tamaulipas, siendo la mayoría migrantes que se encontraban en tránsito por México (transmigrantes) buscando llegar a los Estados Unidos (EUA).
Dos personas sobrevivieron y de acuerdo a su versión de los hechos, las víctimas fueron secuestradas por un grupo de delincuentes mientras iban en el camión que los llevaría hacia la frontera.
Esto detonó un enrarecido ambiente político en el sexenio de Felipe Calderón, que a la vez se derivó en otros hechos como la muerte de 193 migrantes en 2011 y de 49 más durante el 2012. Año tras año se acumularon decenas de muertes que permanecen impunes.
Por estos hechos, el gobierno ya había sido alertado sobre la corrupción de funcionaros públicos y sobre los secuestros constantes de la población migrante en su paso hacia EUA, siendo un negocio controlado por redes transnacionales de bandas involucradas en el contrabando, la trata de personas y el tráfico de drogas, con la colaboración de autoridades de migración.
Sin embargo el mayor reto que tiene el gobierno Federal, es atender la problemática de los Derechos Humanos de los Migrantes nacionales y extranjeros; desde la perspectiva de los derechos humanos, la frontera norte de Tamaulipas se ha convertido en un foco de atención muy importante.
La condición jurídica de los transmigrantes centroamericanos los posiciona como un grupo particularmente vulnerable a la violación de sus derechos humanos. En el camino hacia la frontera norte, los inmigrantes provenientes de Centroamérica se ven en la necesidad de acudir a los centros urbanos, ya que ahí se hallan los productos de abastecimiento, las pocas oportunidades de trabajo e ingreso y el transporte para continuar su recorrido.
El innegable aumento de la migración de indocumentados centroamericanos que cruzan la frontera sur, aunado a la agudización de los problemas sociales en México —favorecen los abusos en contra de delincuentes, en parte por las propias autoridades mexicanas y en mayor medida por grupos particulares vinculados con actividades criminales.
Estos acontecimientos registrados en todo México en general, y en Tamaulipas en particular, dieron la pauta para que al inicio del gobierno del Ing. Egidio Torre Cantú, se creara el Instituto Tamaulipeco para el Migrante, buscando desde las políticas públicas locales, sumarse a la solución de la política federal de migración que coordina el Instituto Nacional de Migración.
Durante los años 2011 al mes de mayo de 2014, se han instrumentado programas encaminados a apoyar a los innumerables deportados tanto de Tamaulipas, nacionales y centroamericanos por medio de los cruces internacionales de Nuevo Laredo, Matamoros y Reynosa. Asimismo, se han apoyado a las casas de migrantes de la frontera para dar auxilio provisional en alimentos y pasaje de vuelta a los deportados. Por medio de los Grupos Beta se han asistido grupos de migrantes en peligro sobre todo en las orillas del Río Bravo.
Ahora, para fortalecer este tema sensible de la sociedad, este lunes 16 de junio, el gobernador de gira por Nuevo Laredo, indicó que el tema de los migrantes también es una prioridad para el Grupo de Coordinación Tamaulipas (GCT), razón por la cual la Subsecretaria de Población, Migración y Asuntos Religiosos, Mercedes del Carmen Guillén Vicente, participó en la sesión itinerante número 15 realizada este día en las instalaciones del 16 Regimiento de Caballería Motorizada (Fuente: Boletín del Gobierno de Tamaulipas).
El nueve de octubre del año pasado, el Gobernador Torre Cantú y la funcionaria de la Secretaría de Gobernación suscribieron un convenio para la modernización de los Grupos Beta que operan en la frontera de Tamaulipas con Estados Unidos. Estos grupos dependen del Instituto Nacional de Migración (INM).
Sin embargo, el tema de los migrantes es tan complejo, que el Gobernador del Estado propuso que se incluya en la agenda del Grupo de Coordinación Tamaulipas, bajo la premisa de garantizar su integridad física y buen trato y dentro de la nueva fase de la “Estrategia de Seguridad Tamaulipas” implementada por el Gobierno de la República.
En la reunión, tanto el Gobernador Egidio Torre Cantú como la Subsecretaria Mercedes del Carmen Guillén Vicente, indicaron que proteger los derechos humanos de los migrantes, especialmente los repatriados, es una prioridad tanto para el Gobierno de Tamaulipas como para el Gobierno de la República.
En la sesión de este lunes 16 de junio se evaluaron además los avances y otras acciones que se vienen implementando para generar las condiciones de tranquilidad y bienestar que la población de Tamaulipas demanda. La nueva fase de la “Estrategia de Seguridad Tamaulipas” tiene tres ejes centrales que se concentran en: Desarticulación (composición y operación) de las organizaciones delictivas; Bloqueo de rutas de tráfico ilícito de personas, sustancias prohibidas, armas y dinero; Propiciar que las instituciones locales de seguridad sean suficientes, eficientes y confiables.
Por las fuerzas armadas estuvieron presentes el comandante de la Cuarta Región Militar; el comandante de la Octava Zona Militar; el comandante de la Primera Región Naval; el comandante de la Primera Zona Naval y el comandante de la Tercera Brigada de la Policía Militar. El jefe del Operativo Tamaulipas de la Policía Federal; el delegado de la Policía Federal en Tamaulipas; el coordinador federal de la Zona Sur y el coordinador federal de la Zona Centro.
Por el Gobierno de Tamaulipas, Herminio Garza Palacios, Secretario General de Gobierno; Ismael Quintanilla Acosta, Procurador General de Justicia del Estado; el general Arturo Gutiérrez García, Secretario de Seguridad Pública Estatal; José Said Ramírez David, Coordinador Estatal Antisecuestros y Armando Núñez Montelongo, Secretario Ejecutivo del Sistema Estatal de Seguridad Pública.
Estas acciones seguramente fructificarán en resultados concretos, que desde el año 2010 se esperaban y que ahora se están enfrentando con seriedad y responsabilidad, buscando que Tamaulipas no repita historias tristes de violencia en contra de los transmigrantes centroamericanos y migrantes mexicanos, que por necesidad cruzan nuestra entidad en busca del sueño americano.
