Luego de los atropellados debates como fuertes retos, se espera que la adopción de las reformas estructurales en materias: laboral (fin del periodo de Calderón), educación, telecomunicaciones, competencia, financiera, hacendaria-fiscal, política y la más discutida, aprobada esta semana por 17 congresos estatales, reforma energética, mejore en alrededor de uno a dos puntos porcentuales el crecimiento del PIB, que hoy día cierra en 1.3%.
Lo anterior debería materializarse a través de inversiones adicionales y con el tiempo, un mayor nivel de productividad debido a estas reformas. Desde que asumió el cargo el 1 de diciembre de 2012, el presidente Enrique Peña Nieto actuó con rapidez para implementar los retos de las reformas pendientes, lo que reforzó su imagen pública. Sin embargo, el lento desempeño económico ha estado arrastrando su popularidad y reduciendo el optimismo respecto de las perspectivas de la agenda de reformas.
Al arranque de su administración a través del “Pacto por México”, signado por los tres partidos más representativos del país, le permitió avanzar a pasos agigantados en el proceso de discusión y aprobación de estas importantes reformas, hasta llegar a las últimas tres, que fragmentaron el pacto original de 95 principios. La hacendaria no fue aceptado por el PAN pero si por el PRD, la política esta desvirtuada hoy día en el tema de la “Consulta Popular” y la energética separó al PRD del pacto.
Siendo México una de las economías emergentes más importantes, está buscando renovar sus esfuerzos para volver a retomar el liderato perdido de la región. En el marco del acuerdo de los tres principales partidos políticos, el "Pacto por México", permitió promulgar las reformas a las políticas relacionadas con empleo, educación, telecomunicaciones y competencia, financiera, fiscal, política y energética.
Ahora el gran reto será poder demostrar, antes de mediados del año 2015, que se podrán modernizar las dos grandes empresas energéticas de este país, al permitir inversiones privadas nacionales y extranjeras en Pemex y CFE. Por lo que la principal prueba del compromiso del gobierno con las reformas será en el área energética, con cambios destinados a estimular inversiones en producción, refinación, transporte y almacenamiento de petróleo y la distribución de hidrocarburos.
La gran mayoría de los mexicanos están escépticos que se logren estos objetivos en tan corto plazo, ya que este tipo de medidas solo se pueden lograr al menos en 5 a 7 años de la anunciada apertura, ya que el periodo de maduración de las fuertes inversiones esperadas es de ese plazo, logrando explorar, perforar y explotar los yacimientos de petróleo en aguas profundas del Golfo de México, frente a las playas de Matamoros Tamaulipas.
Un gran pendiente sigue siendo cuestionado hoy día, es el de la seguridad ciudadana, donde el presidente Peña Nieto, se comprometió con tres objetivos principales: contener la ola de violencia, restablecer la paz y el orden y concentrar los esfuerzos en reducir la incidencia de los delitos más violentos. Sin embargo, doce meses después de asumir el cargo, aún persiste el enfoque del gobierno anterior en algunas áreas y siguen las dudas respecto a poner fin a la violencia y la inseguridad.
La economía mexicana se recuperó de la contracción generada por la crisis financiera mundial de 2008-2009, toda vez que experimentó un crecimiento anual promedio de 4.3% entre 2010 y 2012. En el último tiempo, la débil demanda externa generó un estancamiento y obligó a la Secretaría de Hacienda a reducir su proyección de crecimiento para 2013 del original 3.3% al actual 1.3%.
No obstante las fallas macroeconómicas, México experimentó un aumento en las corrientes de inversión de capital y parece estar en buena posición para enfrentar la reducción de los flujos. El blindaje financiero de nuestro país, reforzado por las atinadas políticas monetarias que conduce el Banco Central, ha permitido que la política monetaria del tipo de cambio flexible, el déficit administrado en cuenta corriente, las históricas reservas internacionales por más de 175 mil millones de dólares y la renovada línea de crédito flexible del Fondo Monetario Internacional (FMI) por 73 mil millones de dólares, está representando un fuerte blindaje ante las crisis externas.
Ahora está siendo festejada la aprobación del presupuesto de ingresos y egresos del año 2014, con más de 4 billones 560 mil millones de pesos, que permitirá al gobierno de Peña Nieto, incrementar las inversiones en infraestructura tan necesarias para rescatar la caída estrepitosa de este año en el PIB. La meta para el año 2014, será crecer en al menos el 3% anual, y para el año 2015, volver a tasas de crecimiento superiores al 4.3% de los años 2010 a 2012.
Para que nuestro país recupere el necesario un millón 250 mil empleos anuales, que requerimos para la demanda por el bono demográfico, lo que abonaría a disminuir las altas tasas de desempleo superior a 5.3% (2.8 millones de personas) de la Población Económicamente Activa (PEA), adicional al subempleo lacerante y el empleo informal, que rebasa 2 empleos informales por cada empleo con prestaciones sociales, necesitamos de una industria energética pujante y que se enlace hacia la proveeduría de las pequeñas y medianas empresas.
Solo provocando el efecto atracción y de encadenamiento de la Gran Industria hacia las MiPyMEs, es como realmente podremos lograr superar los retos de crecimiento ordenado y equilibrado. Las recetas de crecimiento basado solo en las inversiones extranjeras y del gran capital nacional, no son suficientes para relanzar nuestra sufrida economía, que tiene en las pymes y en el campo mexicano la verdadera expresión de la crisis nacional.
Por lo anterior, los “Retos después de las Reformas Aprobadas”, están en lograr la redistribución del ingreso hacia las mayorías de los mexicanos, que hoy día ocupan casi la mitad de la misma en pobreza patrimonial, vencer el desempleo y subempleo, la inseguridad, la inflación de los productos básicos, sobre todo en los alimentos, luz, gas y electricidad.
Estos son los grandes retos, ya que la población espera que se superen estos márgenes de pobreza que demostrará la gran valía de estas grandes reformas modernizadoras que esperaba México por más de 30 años…
