En aras de lograr todos los Partidos políticos una Reforma Política de gran calado, pero a favor de los mismos intereses partidistas, los dirigentes del PRI, PAN y PRD iniciaron el gobierno de Enrique Peña Nieto con un Pacto político-electoral-económico.
Durante estos doce meses de gobierno peñanietista, que se cumplen esta semana, los mexicanos llegamos a una sola conclusión, el Pacto logró unir a las tres grandes fuerzas políticas para de acuerdo a la visión de cada partido, se liberaran las Reformas Financiera, Hacendaria, Educativa, de Competencias y Telecomunicaciones, a modo de preparar la verdadera batalla de todos: la reforma Energética y la Política.
Jesús Zambrano buscando que el gobierno de Peña Nieto respaldara su propuesta de reforma Energética, apoyó con sus correcciones la propuesta inicial de reforma Hacendaria, logrando liberar asuntos como el IVA a colegiaturas, hipotecas y rentas de inmuebles.
Asimismo, se buscó eliminar el modelo de Consolidación Fiscal, siendo el resultado un más de lo mismo, ya que no se cambió en el fondo el régimen que permite a grandes consorcios eludir grandes sumas de dinero como impuestos no devengados.
La homologación del IVA en la frontera pasó no obstante la contraria del PAN y del propio PRD, afectando a los empresarios y habitantes de la frontera norte y sur del país.
Sin embargo, la gran reforma Energética sigue atorada, ahora el PRD amenaza con retirarse del Pacto por México, si prospera la propuesta de cambiar los artículos de la Constitución que permita la privatización de Pemex y CFE.
La propuesta del PRD resumida en la expresada por el Ing. Cuauhtémoc Cárdenas , con 12 líneas de políticas que permitiera la modernización de Pemex y CFE pero sin privatización, está siendo ahora impulsada por las demás fuerzas de izquierda , amenazando incluso que sume al propio López Obrador y su grupo Morena.
Esta circunstancia permite llegar ahora a un impase político, donde se están dando pautas para el retiro del pacto tanto del PRD como el propio PAN.
Por un lado el PAN se expresó totalmente en contra del fin que tuvo la reforma Hacendaria, y por otra parte en cuanto la postura del PAN hacia la propuesta del PRI de reforma Energética , no solo la respalda, sino la eleva hacia una reforma más privatizadora, mostrando los intereses que siempre ha representado el PAN hacia los grupos de Poder económicos nacionales y tansnacionales.
De esa forma, se llega a la última de las grandes reformas pendientes, la reforma Política. Aquí es donde realmente se muestra el interés que cada partido político tuvo para firmar en diciembre de 2102 el Pacto por México.
La reforma Política que ahora busca volver a centralizar las grandes decisiones político-electorales a través del propuesto Instituto nacional Electoral (INE), que sustituya al actual Instituto Federal Electoral (IFE).
Está siendo fuertemente cuestionado por los intelectuales mexicanos que observan con estas medidas el volver al pasado centralizador de México, que pensamos que se había ido para nunca volver.
Así entramos al segundo año de gobierno de Enrique Peña Nieto con un cierra de crecimiento desacelerado, que planteó al arranque una meta de crecimiento del PIB superior al 3.5% anual, y ahora amenaza que será cerrado con una tasa cercana a un solo dígito del 1% anual.
Desaceleración no es recesión señalan los economistas del gobierno actual, pero habrá que aclarar eso sí, que desaceleración es la puerta, el umbral de una recesión, si no se actúa a tiempo y con inteligencia.
Por ello, los mexicanos estaremos atentos, al cierre del Congreso de la Unión hacia las reformas Energética y Política, y al resultado que estas dos grandes reformas se reflejen en las tres fuerzas políticas y en el Pacto por México.
Si realmente queremos crecer en forma robusta y equilibrada, a tasa superiores al 4% anualizado, y evitar las grandes tasas actuales de desempleo y economía informal, el gobierno deberá demostrar si el presupuesto autorizado superior a los 4 billones 495 mil millones de pesos será aprovechado para impulsar la economía por medio de inversiones productivas y de infraestructura.
Deberemos ver el ejemplo que imprima el actual gobierno en la racionalización del gasto público en cuanto su fuerte componente de gasto corriente, que ya se critican las grandes derogaciones en aguinaldos y prestaciones que se auto recetan los integrantes de las Cámaras de Diputados y Senadores, los miembros de alto nivel del gabinete, así como los directivos del Tribunal de Justicia y órganos descentralizados como el IFE, Comisión de Derechos Humanos por citar algunos.
México debe cambiar, México debe moderar sus impulsos centralistas y empresariales del sector público, y enfocar más sus fuerzas y políticas públicas en favor de los más desprotegidos, y evitar seguir concentrando sus propuestas en favor de los grandes intereses económicos. Los grupos del Poder.
