Hace justamente un año el joven Eduardo Abraham Gattás Báez no tenía descanso; desde antes de las cinco de la mañana comenzaba su proselitismo político-electoral entre los trabajadores del ayuntamiento de Victoria; con los de limpieza, con los jardineros, con los bomberos (sólo éstos tres sectores casi llegan a mil empleados); luego más tardecita con los bibliotecarios, con los oficinistas; nadie dejó de ser visitado por el entonces casi candidato a la alcaldía de la capital de Tamaulipas postulado por MORENA.

Iniciada su campaña el joven Abraham les dividió desde entonces al sindicato de trabajadores del municipio de Victoria, porque a uno de los líderes lo incluyó en su planilla como candidato a regidor.

Todo les prometió cumplir "si el voto popular me favorece": firmar de inmediato el contrato colectivo de trabajo, respetar sus derechos laborales, no escamotear sus medicinas y pagos de quinquenios, entre otras prestaciones que les juró son legítimas y se las han ganado a través de décadas de trabajo fecundo y creador.

Y sí, los incautos empleados municipales se creyeron del nuevo Mesías tropical-huasteco; su candidata opositora, Pilar Gómez, estuvo al punto del infarto cuando se enteró que el voto casi en su bolsa (más bien en su urna), ese voto se le esfumó y fue a parar a la cuenta del joven Abraham.

Pues bien ahora el jueves 24 de marzo de 2022 (ayer justamente) el alcalde capitalino sigue demostrando que una cosa es la campaña y otra cosa es gobernar; se niega a firmar el contrato colectivo anual con sus trabajadores sindicalizados, les cortó el dinero para pago de medicinas, les eliminó el pago de cuatro o cinco prestaciones obtenidas a través de unas 25 gestiones de otros tantos alcaldes, entre otras triquiñuelas porriles más, que tienen el objeto de "ahorrar" recursos del magro ayuntamiento capitalino.

Ningún otro alcalde de la capital de Tamaulipas, desde que existe el sindicato de trabajadores municipales, había sido tan torpe o quizá tan inteligente, para estirar la liga tan tensa: ¿creerá que seguirán dóciles sus empleados agraviados para darle el voto a MORENA en los próximos comicios?.

Seguramente en una horas más eso mismo le preguntará Américo Villarreal Anaya al joven alcalde, que es brillante administrando los recursos públicos del ayuntamiento capitalino.

En el rancho advierten así del riesgo en comento: "tanto va el cántaro al agua...hasta que se quiebra".

Evaristo Benítez Castro

Nació en Llera Tamaulipas el 26 de junio de 1948. Estudió una licenciatura en la UAT, donde fue catedrático de 1972 a 1980.

Fundador de la revista de la UAT, llamada EDUCIEN, que se publicó desde el año de 1978 a 1981. Ha escrito su columna Faena en Canal en diferentes momentos desde 1991: La Verdad de Tamaulipas, Noticias del Golfo (ahora El Cinco), El Mercurio, El Diario de Ciudad Victoria y El Expreso, además de diferentes portales.

Consejero Electoral del IETAM en los años 2006-2007; autor de 14 libros del tema político-electoral.