Aparte de muchas otras muchas ocasiones, lo vimos en el 2018 en todo el territorio nacional, antes en el 2016 en Tamaulipas y el año pasado en el municipio de Victoria: tremendo contraste entre promesas de campaña y calidad de la gobernanza.

Desde el "somos diferentes", "no nos comparen con el prianato", "se acabaron los favoritos", "ya no habrá culto a la personalidad", "se acabaron las obras suntuarias" y que fueron banderas del entonces candidato presidencial AMLO (usted dirá si se han cumplido esas y otras banderas proselitistas); pasando por las promesas estatales en el año 2016.... "de que se van se van", "soplan vientos de cambio", "se acabó la corrupción priísta", "nosotros sí sabemos gobernar", etcétera; y concluyendo con las promesas locales el año pasado....."les prometo servicios públicos de calidad", " agua potable y recolección de basura en tiempo y forma", "cero tolerancia a la corrupción", etcétera.

Como estos apuntes no intentan ser una evaluación de las respectivas gestiones públicas del presidente AMLO, del señor gobernador FJGCV y del señor alcalde Eduardo Gattás Báez, usted amable lector dele las calificaciones que crea justas; nuestra intención es decirle con claridad una conclusión provisional a la que hemos llegado de momento: ¡qué distinto es prometer a cumplir esa promesa!.

Al calor de la pasión electoral los respectivos candidatos casi enloquecen y se transforman en Mesiánicos...¡Al pueblo lo que pida, el pueblo es sabio!.

Pero he aquí que pasan algunos meses o años y la realidad te alcanza preguntándote a ti mismo en secreto...¿Cómo putas alguien no me dijo que lo que yo prometía era un sueño guajiro?.

Pues sí; en campaña todo es ilusión, camaradería, dicha, empatía, comprensión; en tu círculo cercano todos te aman con locura y valoran con exactitud tus cualidades humanas, te sobra dinero y recursos humanos de los "amigos" para controlar a la prensa, para torear a las redes sociales; en fin, tu entorno es de película de una armoniosa combinación entre el género dramático y el romántico.

Siguen transcurriendo los meses en tu gobernanza y poco a poco te van dejando sólo tus colaboradores; lo que antes veían como cualidades se transforman en defectos y anomalías-traumas.

¿Por qué somos los mexicanos, sobre todo los políticos, así de volubles, frívolos en la política e importa madristas en la conducta social?

Qué opinen los sociólogos, psicólogos, antropólogos, politólogos, psiquiatras y todo ente humano interesado en el asunto.

Sólo le puedo decir que mientras la rendición de cuentas que exigimos a los gobernantes siga siendo una farsa, pues entonces seguirá la impunidad y dejadéz en nuestros gobernantes sin importar su nivel jerárquico: "como es arriba, es abajo" diría nuestro filosofo rural.

Como usted comprenderá, estamos a días de ser bombardeados con promesas sin ton ni son; gracias a Dios sólo son tres ilustres tamaulipecos los que intentarán sorprendernos.

No se usted amable lector pero yo ya ubiqué a uno que de plano piensa que todos los paisanos nos chupamos el dedo de la inocencia….¿Usted ya ubicó al mentiroso suyo?.

Evaristo Benítez Castro

Nació en Llera Tamaulipas el 26 de junio de 1948. Estudió una licenciatura en la UAT, donde fue catedrático de 1972 a 1980.

Fundador de la revista de la UAT, llamada EDUCIEN, que se publicó desde el año de 1978 a 1981. Ha escrito su columna Faena en Canal en diferentes momentos desde 1991: La Verdad de Tamaulipas, Noticias del Golfo (ahora El Cinco), El Mercurio, El Diario de Ciudad Victoria y El Expreso, además de diferentes portales.

Consejero Electoral del IETAM en los años 2006-2007; autor de 14 libros del tema político-electoral.