Ahora que estamos a pocas semanas de entrar al período de Prometeo (o sea la época de prometer milagros sin ton ni son), sería saludable para la vida pública, reflexionar que los candidatos a gobernador de Tamaulipas deberían ser prudentes en sus ofertas político electorales dirigidas a sus electores potenciales.

No es privativo de los candidatos a gobernador; aspirantes a la presidencia de la república o a la alcaldía más modesta del país, en tiempo y forma suelen ofrecer obras y servicios que casi siempre o no las cumplen a la hora de gobernar o las cumplen de manera incompleta.

Llegado el tiempo de gobernar la ínsula para la que fueron electos, es decir el país, el estado o el municipio que corresponda, tarde se enteran que la saliva fue insuficiente y que ahora tendrán que ubicarse en la realidad republicana: pocos recursos económicos, apatía e incredulidad ciudadana, sociedad polarizada, economía deprimida (está de moda culpar al COVID-19), culpar al pasado neo liberal, satanizar a los conservadores, etcétera.

Desde luego que jamás veremos, al menos públicamente, el reconocimiento del gobernante por sus incompetencias, abulias, ambiciones o cualquier otra debilidad característica de los hombres y mujeres mortales.

Al grano como dijo el Ingeniero Agrónomo; el exceso de saliva usada en las campañas político-electorales, deviene exceso de reclamos a la hora de gobernar.

Acabar con la inseguridad pública, con la deficiencia de los servicios públicos en los municipios más grandes del estado, proveer a la sociedad de fuentes de trabajo son y serán ofertas políticas atractivas para los oídos, pero a la vez son dinamita cuando el gobernante concluye su gestión constitucional; porque existe constancia objetiva de que lo prometido no se cumplió, o se cumplió en ínfimo grado.

Y justo aquí podemos ubicar a dos tipos de "Prometeos"; los que en verdad intentarán cumplir sus ofertas de campaña y los que de plano ni siquiera harán el intento de cumplirlas.

¿Los electores tamaulipecos tendremos la sabiduría de poder diferenciar a unos de los otros?

Su servidor se declara incompetente para distinguirlos; reconociendo a la vez que casi siempre me he equivocado al votar por ellos.

¿Y usted querido amigo (a), sí es capaz de ubicar al Prometeo en comento?.

Evaristo Benítez Castro

Nació en Llera Tamaulipas el 26 de junio de 1948. Estudió una licenciatura en la UAT, donde fue catedrático de 1972 a 1980.

Fundador de la revista de la UAT, llamada EDUCIEN, que se publicó desde el año de 1978 a 1981. Ha escrito su columna Faena en Canal en diferentes momentos desde 1991: La Verdad de Tamaulipas, Noticias del Golfo (ahora El Cinco), El Mercurio, El Diario de Ciudad Victoria y El Expreso, además de diferentes portales.

Consejero Electoral del IETAM en los años 2006-2007; autor de 14 libros del tema político-electoral.